Son Novo y Andrés, pero también está ahora Quique. Y otros muchos nombres del barrio, que, alrededor del rap, se juntan a sacarle jugo a la libertad y la supervivencia, tan amenazadas por el sistema capitalista y tecnológico actual. Raperos y gente comprometida, una rara avis desde el desierto zamorano. “Empezamos con un festival solidario para el comedor social, y el éxito inesperado nos dio alas, nos abrió redes y nos puso nombre. Repetimos y empezamos a organizar otros conciertos... no había escena de rap así que la hemos ido creando con esfuerzo, pero también con mucha fortuna gracias a la gente que nos ha ayudado”. La vibra atrae a tu tribu, y así encontraron apoyo en el barrio, en la gente de La Cueva del Jazz, en la gente del Z Live!... y ahora en Chaman.
"En Zamora no había escena de rap, así que la hemos ido creando con esfuerzo"
La gira 2024/2025 arrancó, en efecto, con Chaman el 26 de octubre en La Cueva del Jazz en Vivo de Zamora. “Con Chaman fue todo muy natural, hubo conexión desde el principio, hace ya años. La relación es muy fluida y ha entendido muy bien el objeto del colectivo y la calidad del rap local, así que la gira con los 980Clockers ha sido un resultado más que un objetivo”. La idea es aprovechar la experiencia del artista madrileño para girar y, además, dar a conocer a los 980Clockers, un grupo de chavales con mucha fuerza y honestidad sobre el escenario que caminan con sus propios parámetros, más allá de que estos sean o no los aceptados por la industria. Zamora, Málaga, Vigo... y otras ciudades aún no desveladas para el 2025, son paradas confirmadas en las que se podrá ejercer como espectador del viaje. “El rap es un género con una identidad muy fuerte, muy identificable en los ritmos, las letras y hasta en la estética; cómo esas bases convergen en la realidad de la ciudad y cómo eso se manifiesta con fuerza en el escenario, logrando la conexión con el público, eso es lo que buscamos y esperamos ofrecer”.
La idea es mostrar quiénes son, ante un público que vaya más allá del rap a través de la intensidad y la honestidad de los artistas durante los conciertos. Tanto y nada más, a sabiendas de que la industria puede pervertir todo. “A veces te das cuenta de que la industria mata la esencia del arte. Lo vemos en nuestro día a día. La infraestructura de festivales resta la oportunidad de disfrutar la música en ambientes más íntimos, más cercanos al público... Se cierran salas y puertas”. El arte convertido en un producto cada vez más publicitario. “La gira con Chaman puede ser otro gran hito para el colectivo; caminamos sin prisa hacia la profesionalización, pero siempre manteniendo los principios originales, es decir, la música y su éxito como medio para seguir siendo”. Loable fin: seguir siendo más allá de la industria, más allá del rap, de la propia música y más allá de los algoritmos... Casi más allá, incluso, de la propia vida.
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