Clon fashion
EntrevistasInterpol

Clon fashion

Miguel Ángel Sánchez Gárate — 01-09-2004
Fotografía — Peter Van Hattem

La Gran Manzana no conocía un movimiento que haya captado tanto la atención de los medios especializados desde los tiempos deL punk. Hace varios años la revista New Musical Express firmaba un artículo bajo el título de “We (Heart) New York”. En sus líneas aparecía el influjo de jóvenes promesas como Liars, The Strokes o Interpol. Estos últimos repiten jugada con Peter Katis (Mercury Rev, Clem Snide) y presentan “Antics”, su segundo retoño.

Asimilada la capacidad de sorpresa que deparó en su momento “Turn On The Bright Lights” (Matador/Virgin, 02), la nueva traca de los afincados en Nueva York augura cierta densidad compositiva. No tanto por el minutaje total -si nos atenemos a las diez canciones que contiene “Antics”; todas ellas con una media que roza los cuatro minutos– sino más bien por lo que atañe a la resolución de sus viandas. La agilidad de su debut queda trasmutada en un aura de previsibilidad que se antoja más brumosa que la de su antecesor. Algo que se palpa en los aires sixties de la inicial “Next Exit”. En ocasiones parecen autoplagiarse. Ocurre con “NARC”, con la que apuntan indiscriminadamente a “PDA”, uno de los hits incluidos en su ópera prima. La estela de Ian Curtis y sus Joy Division perpetúa la saga con los guiños de “Take You On A Cruise” o “Public Pervert”. De esa guisa apenas pueden desprenderse del dichoso sambenito que también cuelgan a Black Rebel Motorcycle Club como discípulos descarados de Jesus And Mary Chain. Curiosamente con “Antics” ocurre algo similar a lo que evidencia “Room On Fire”, el segundo largo de sus vecinos The Strokes, con los que también comparten registros muy cercanos.

"De las últimas bandas que he escuchado me quedo con Franz Ferdinand"

Y no es precisamente porque se cumpla la máxima de “segundas partes nunca fueron buenas”. El dinamismo y la intensidad de “Slow Hands” o los logrados aires cinematográficos de “Not Even Jail” corroboran un talento que se debate entre la irregularidad de esta segunda andanada. Tal vez en esta falta de punch tenga algo que ver la franja de construcción del álbum. “En el primer disco firmamos los éxitos de Interpol entre 1998 y 2002. Algunas de las canciones como ´PDA´ y ´Stella Was A Diver´ son canciones muy antiguas que datan de 1999. Las canciones de ´Antics´ son el reflejo de lo que es la banda actualmente. Se escribieron en apenas cinco meses” – espeta Carlos D, el bajista, que me recibe educadamente en la terraza de un céntrico hotel madrileño pertrechado tras un café. “Nada más terminar de componer nos encerramos en un estudio en Connecticut. El ingeniero trabajó bastante rápido. Mezclamos nosotros mismos con ayuda del técnico. Montamos algunas melodías en el estudio pero las bases y las ideas principales las llevamos preparadas. De todo el material que teníamos en la recámara, tan sólo rechazamos un canción que utilizaremos para alguna cara B. Como anécdota, decir que durante el registro vimos mucha televisión”. Interrogado acerca de cuales son sus papeletas candidatas para las listas del Billboard, Daniel dispara sin pestañear. “Mi canción favorita es ´Not Even Jail´. Me gusta la forma en que se desarrolla instrumentalmente y también por los efectos de sonido que usamos. Es una canción poderosa y en el último minuto es muy emocional”. Está claro que la cantera de nuevos rockers que ha dado la Gran Manzana es producto del influjo apresurado de su vivir. Así lo atestigua nuestro interlocutor. “No puedes gastar el tiempo en Nueva York porque el tiempo es muy precioso. Vivir allí nos ha hecho centrarnos bastante en nuestra música. Nos ha ayudado a concretar nuestras prioridades”. Paralelamente al lanzamiento del disco su casa discográfica ha organizado un concurso de cortometrajes inspirados en el discurso de la banda. “Se presentaron treinta cinco películas y al final se seleccionaron diez”. De curiosa puede calificarse la remezcla de “Untitled” (Interpol Swimwear Remix), el tema con el que abrían fuego en su primer disco, a cargo de la mano amiga de Velapene Screen. “Es muy colega de Daniel, nuestro guitarrista. La hizo sin que nosotros se lo pidiéramos. Cuando la escuchamos nos encantó”. Carlos da muestras de sus inquietudes literarias con un ejemplar de “Yo Claudio” de Robert Graves. La curiosidad por lo que acontece entre las tablas apenas parece hacer mella en su interés. “De las últimas bandas que he escuchado me quedo con Franz Ferdinand. En cuanto a películas no podría destacar ninguna novedad que me haya impactado. ´Mulholland Drive´ la he visto un montón de veces. Lynch es un director que me apasiona”. Cuando lean estas líneas Interpol ya habrán descargado en el Curiosa Festival junto a Cooper Temple Cause, The Rapture, Mogwai y The Cure. “Estamos excitados por compartir escenario con Robert Smith”. Está claro que Dios los cría y ellos se juntan.

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