Lo primero que sorprende es la afable normalidad de tono que posee Alec Ounsworth al otro lado del teléfono, alejada de los personales graznidos con los que interpreta las canciones de Clap Your Hands Say Yeah!. El cantante responde a mis preguntas desde Londres, donde se encuentra de promoción pocos días antes de comenzar a presentar en directo las nuevas canciones de la banda. Han pasado cuatro largos años desde la última entrega, aunque para ellos el tiempo no parece una losa demasiado pesada. “Llegó un momento en el que sacar un álbum hubiese sido algo forzado. A veces hay que parar un poco y ser honesto para no hacer lo mismo una y otra vez. Pero todos hemos estado muy activos trabajando en diferentes proyectos”. En cualquier caso y teniendo en cuenta la desorbitada velocidad a la que gira la sociedad actual, el hecho de dejar pasar tanto tiempo lleva implícito el riesgo de caer en el olvido por parte del siempre exigente público, máxime cuando su anterior obra, “Some Loud Thunder”, resultó lastrada por una excesiva sobriedad. “He escuchado comentarios como si se tratase de una especie de reunión o regreso del grupo. Imagino que si lo miras desde la perspectiva del negocio tanto tiempo puede ser considerado como perjudicial, pero yo no veo el aspecto empresarial como principal”. Lo cierto es que, contra todo pronóstico, el presente álbum contiene argumentos sobradamente sólidos para el optimismo. “La inspiración viene de mis experiencias durante estos últimos años. Me adhiero a la historia. Tiene que ver con crecer y tomarte las canciones como un trabajo, algo que es relativamente real y estable y con lo que la gente puede verse reflejada hoy en día”. “Hysterical” es una mixtura equilibrada que contiene adictivas canciones como las que brillaban en el debut homónimo de los norteamericanos, pero con la madura contención de la que fuese su continuación. “Es una combinación adecuada de ambos. El segundo álbum salió con pocas ideas de antemano y esta vez hemos hecho mucha preproducción juntos. En este sentido es más cercano al primer disco que al segundo”. Lo que es evidente es que canciones como “Same Mistake”, “Maniac”, “Into Your Alien Arms” o la misma “Hysterical” son aciertos descarados y efectivos que sin duda ayudarán en la consiguiente rehabilitación musical de Ounsworth y compañía. “Puedo decir que para mí esto es como volver el principio. Hemos estado luchando para saber quiénes son CYHSY, por qué nos movemos y hacia dónde vamos. Eso lleva su tiempo, pero creo que lo hemos conseguido”. En ocasiones la fama traiciona y engulle sin piedad a los que la disfrutan con demasiada premura. Parece evidente que ese fue el caso de la formación allá por 2005, cuando de la noche a la mañana se convirtieron en el grupo de moda. “Sólo puedo especular con cómo habría sido si todo hubiese venido de manera más gradual, pero en lo único pienso es en que, finalmente, estoy con un nuevo disco después de los otros dos. Uno de los motivos por los que nos tomamos el respiro fue porque yo personalmente daba muchas cosas por hechas. Todo lo que sabía era que empezamos a tocar y a conseguir ‘sold out’ en nuestros conciertos. Ahora me he dado cuenta de que no todo el mundo puede tocar como una banda sólida al momento. El nuestro es un proyecto un tanto extraño, y necesitábamos que las canciones se estructurasen y fuesen más claras. Por algún motivo, hay algo en este grupo que tiene mucho sentido”. Volviendo al pasado, uno de los motivadores de aquel éxito fue Internet, herramienta gracias a la cual la banda alcanzó el éxito sin siquiera firmar un contrato discográfico. “Internet puede ser un vehículo útil, pero también puede ser algo confuso. Quizás tenga una postura romántica, pero creo que con Internet todo pasa demasiado rápido. Es, sin ninguna duda, el principal responsable del déficit y desorden de atención global”.
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