Cirujanos pop

Los del Puerto, con su segundo largo, pierden la compostura que exige su cliché pop elegante y pluscuamperfecto para firmar un disco más visceral, cuya producción ha buscado momentos y estados de ánimo concretos, como bien dejan ver los once temas de “Mi operaciones habituales” (Origami Records, 09).

“Más que una producción matemática y milimétrica es una producción hecha con el corazón y la emoción. Por eso buscábamos determinados momentos del día para grabar determinadas cosas. Por ejemplo, grabar una voz a las nueve de la mañana porque algunos temas nos pedían esa tono de desgarro mañanero. En resumen lo que queríamos reflejar es la organicidad de la banda”.

Leda Tres juegan con la expectación que levanta un hit como “Mis operaciones habituales” para después sumergirte en un mundo de sonidos y sabores contrapuestos, como el wasabi y la salsa de soja. Y es que el sonido de los gaditanos es un juego infantil, lleno de combinaciones de timbres y loops. “Somos muy niños, con mucho humor infantil, incluso el teclista es profesor de música en un colegio de niños, esto le confiere al sonido un matiz lúdico”. Pues sí, Leda Tres son un poco niños pero niños felices aunque este disco lo consideran más reflexivo y reconocen haberse vuelto más oscuros, las canciones y su estructura son como un parque de atracciones lleno de movimientos serpenteantes y divertidos. Como en una bolera, bola a bola, canción a canción, derriban tópicos, como aquel que hasta ahora sostenía el embrutecimiento melódico de los textos convertidos al castellano. “A la hora de componer en castellano perseguíamos la idea de que no variara la línea silábica de las canciones”. Pero lejos de nacionalizar su poética llaman la atención algunas referencias a la cultura japonesa en sus canciones, entendida como icono de modernidad. “Alguien me dijo ayer que habíamos hecho un disco manga (risas). La verdad es que soy muy amante de la cultura japonesa, de la estética, del cine, de la cocina y eso lo mezclo con alguna historia de amor o algún momento de la vida”. El nuevo disco se ha grabado, cómo no, en connivencia con Paco Loco, con toda la cacharrería habitual de sus producciones, pero buscando ese toque de modernidad clásica, alejándose de sonidos añejos y buscando un disco más sintético. Textos en castellano, equilibrio entre el armonio y el sampler, “Mis operaciones habituales” pasa con éxito el alambre e incluso se permiten alguna que otra acrobacia: Temas como el que cierra el disco, “Vuelo hacia el mar“, demuestran que el pop cantado en castellano no debe conformarse con emular a The Beach Boys o The Beatles -esto ya lo hicieron Los Ángeles-, sino que también se puede crear el universo de The Flaming Lips con la bahía de Cádiz como horizonte o devorar pescado crudo en la Rivera del Marisco emulando un paseo por el Tokio de “Lost In Translation”. Y es que algunos cortes del segundo largo de Leda Tres bien podían rivalizar con Phoenix en la banda sonora de la cinta de Sofia Coppola. Otra cosa es ligarse a la directora, pero todo se andará. De momento la operación ha sido un éxito.