“Exacto. Tú lo has dicho”. Me encanta que me den la razón. Y uno de los dos miembros de Chromeo, el que ha respondido por correo electrónico a mis preguntas, está de acuerdo en que “Fancy Footwork” es un disco con más énfasis en las melodías de voz, más pop. “Es un trabajo más pulido. Sonamos más limpios, nos hemos centrado más en las letras y la composición. El anterior era más electro, éste más pop”. Lo dicho, yo tenía razón. Los canadienses Chromeo, la banda formada por Dave One y Pee Thug -uno de origen judío, el otro árabe- acaban de publicar “Fancy Footwork”, el disco que debería confirmarlos como uno de los grupos de electrónica más divertidos de la escena del país de Celine Dion. Lo que nos lleva a preguntarnos cuáles serían sus rivales por el puesto y los nombres que se te vienen a la cabeza son A-Track, el prodigioso hermano pequeño de Dave One, y Tiga. El señor Sontag fue uno de los primeros en apoyar el proyecto Dave y Pee, ambos curtidos en la escena hip hop canadiense.
"El anterior disco era más electro, éste más pop" |
“No sabíamos mucho de electrónica hasta que Tiga nos fichó para su sello. Entonces empezamos a meternos un poco en materia. Coincidió con la salida de ´Discovery´ de Daft Punk. No nos lo podíamos creer. Creíamos que era el mejor álbum que habíamos escuchado nunca. Yo sigo pensando que es el mejor disco de electrónica que nunca se haya grabado. La mayoría de gente prefiere ´Homework´, pero yo no”. “She´s In Control” fue un bombazo. Tras la resaca del electroclash, con el nuevo reinado en ciernes de DFA y con Ed Banger a la vuelta de la esquina, Chromeo se marcaban un infeccioso disco de synth-funk que todo se lo debía a los benditos ochenta, especialmente a los que nadie reivindica: los del funk y la música hortera de Hall & Oates, D-Train y los Kool & The Gang terminales. A la vez hacían suyo parte del legado del electro y el French Touch. Y si su debut supuso el equivalente a salir del armario, “Fancy Footwork” es el equivalente a vestirte de locaza y quemar pistas sin ningún tipo de vergüenza. ¿No querías ochentas? Pues dos tazas. Hablamos de grupos como Chacka Khan, The Pointer Sisters, Cameo, Hall & Oates y un largo etcétera, con todos sus tics y trucos representados en un momento u otro del disco, incluso en las letras, inocentes cantos al almibarado amor adolescente a ritmo de roller-disco. “Esa música me marcó mucho cuando era un niño. Además del funk de los ochenta, Rick James, Shalamar, Hall & Oates... están Robert Palmer, Billy Ocean, Huey Lewis, Hall & Oates, A-Ha... Recuerdo ver sus clips cuando era sólo un chico y pensaba que eran muy cool. Escribieron canciones tremendas con estribillos tremendos y letras perfectas. Todos sus estribillos eran como eslóganes. En cuanto al hip hop, su influencia se nota especialmente en nuestra actitud más que en el sonido”. A Chromeo uno los ve componiendo la banda sonora de una hipotética cuarta parte de “Superdetective en Hollywood” y a ellos no les desagrada la idea. Ni tampoco les ofende que les digas que su música es algo hortera y de hecho admiten jugar con el humor que implica sonar como ellos lo hacen. Aunque, como dejan claro cuando hablan de los mixtapes “Un Joli Mix Pour Toi” y “Ce Soir, On Danse”, publicados en Eskimo, Chromeo no se ríen de los ochenta sino con ellos. “La idea de las mixtapes era demostrar a la gente que lo que hacemos no es una parodia de los ochenta, más bien un homenaje respetuoso desde un profundo conocimiento y comprensión de esa música. Hemos coleccionado discos desde que éramos jóvenes y tenemos toneladas de oscuras joyas funk de los ochenta. Queríamos compartirlas con el mundo”. Ambas son el complemento perfecto a los álbumes de Chromeo y probablemente la mejor manera de explicar la evolución entre el primer y el segundo álbum, aunque esa evolución sólo haya afectado a su manera de hacer canciones y no a su sonido. Aquí sigue brillando su uso de sintetizadores, el talk box y las cajas de ritmo de la época. “Usamos ambas cosas, pero preferimos los instrumentos vintage. Tenemos un montón de sintetizadores de los ochenta y cajas de ritmos. Es lo que da a nuestra música autenticidad y nos gusta pensar que su alma”. Puede que por eso canciones como “Tenderoni” o “Momma´s Boy” suenen como un auténtico viaje en el tiempo. Y aunque a la vez que copian y revitalizan todo lo bueno de aquellos años reinciden en alguno de sus tics menos defendibles, Chromeo caen bien y su entusiasmo es contagioso.
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