Celebrando el viaje

Este dúo bien avenido nos presenta “Strange Moosic”, un disco con visiones y sonidos de lo más dispar. Todo ello son complementos para un estilo de extraña felicidad cósmica, en sencilla sintonía con el amor y la naturaleza, del que resultan buenas canciones para endulzarte la vida.

Llegan a esta entrevista expirando por poros de color dorado tras un merecido descanso musical y el rodaje de un proyecto secreto bajo el sol de Cadaqués. Yaya es muy alto, lleva la barba de siempre, perfectamente esculpida, y su sombrero marrón. Neman, más retraído, también irradia bienestar y luz en la sobremesa española. El primero no duda en mostrar sus conocimientos de castellano para hablar de la Costa Brava, el sur de Francia y Texas, últimas localizaciones de este dúo tan bien avenido durante nada más y nada menos que diez discos. Hablamos de su nuevo trabajo, ilustrado con un héroe propio de ensueño infantil, el Blue Yeti, dibujado por Yaya para acompañar cada una de estas doce canciones. Por primera vez en su carrera decidieron tomarse un descanso y publicar con su propio sello Strange Moosic, nombre que también les sirve para titular el álbum. Esta nueva etapa, en la que se declaran “dueños de nuestro tiempo”, propiciará además la edición de un libro-disco para seguidores y ensoñadores que refleje su peculiar universo al completo. “Siempre hemos deseado sacar un libro-disco de Herman Dune con dibujos, letras y hasta acordes. Además, es un proceso natural que los sellos y los artistas lleguen a acuerdos para publicar cada vez más formatos cuidados. La idea definitiva me vino al enseñar a mi novia a tocar la guitarra; le regalé un libreto de The Beatles y enseguida pudo cantar y tocar las canciones que a mí me ha costado toda una vida sacar por mi cuenta. Queremos que la gente pueda tener lo mismo de nosotros”.
En la conversación es inevitable rendir homenaje a los clásicos, a los que Yaya elogia sin tapujos, huyendo como siempre de esa manía por tildarles de banda anti-folk. “Nunca nos hemos llamado así, pero está por todos lados. Hace poco comprobamos que en All Music Guide nos clasificaban de ‘trío sueco anti-folk’. ¡Pero si a nosotros lo que nos gusta es el rock’n’roll! Espero que en el futuro se nos conozca como ‘dúo de rock y fundadores del sello Strange Moosic, pero nada más’”. Claro que habría que matizar: por un lado, a este nuevo larga duración ya se le califica de su álbum más pop, siendo cierto que el tema de adelanto “Tell Me Something I Don’t Know”, o las románticas “The Rock” y “Ah, Hears Strange Moosic”, emulan el formato ya conocido en anteriores piezas como “My Home Is Nowhere Without You”. “Pop depende de quién lo diga; si fuera el productor de Lady Gaga, sería entendido como comercial. Pero para mucha otra gente el pop comprende un cierto formato de canciones con letras y melodías fáciles de recordar; y eso es justamente lo que yo intento hacer cuando compongo, bebiendo desde de la Motown a The Everly Brothers o The Beatles”. Por otro lado Herman Dune no se cortan al preñar al disco de guitarras que homenajean a Neil Young, un hecho obvio en temas como “Just Like Summer”, “Where Is The Man?” o el críptico “Magician”: “Neil Young y su álbum ‘Harvest’ siempre ha sido una de nuestras mayores influencias. Era el disco perfecto, una biblia sonora. Lo que ha ocurrido en nuestro disco es que nuestro productor Adam Selzer también era muy fan. Además, grabamos tras ver tocar a Young en el Primavera, así que supongo que estaba presente en el estudio y ahora en el disco. Para mí es un honor, es el mejor guitarrista que he visto jamás”, confiesa Yaya. A estas virtudes sonoras hay que añadir el delicioso vídeo del single, protagonizado por el actor de “Mad Men”, John Hamm, y un muñeco de diseño de Yaya elaborado por los mismos de The Muppet show, Baby blue yeti, en el que ambos conducen hacia la celebración de una humanidad contenta. El dúo ficticio interpreta el universo de Herman Dune, quienes de nuevo consiguen transportarnos a un estado musical y visual de absoluto reconcilio y ensueño, pueril pero rotundo, inspirados como siempre, según Yaya, en “el arte, la naturaleza, Hitchcock, la luna, el sol, el océano, incluso cualquier frase en una conversación con alguien, o un libro… y sobre todo en conducir hacia cualquier paisaje escuchando música”. Neman apunta: “Sí, por Nueva York o Los Ángeles”. Todo natural y tierno, como sus letras, como su música.