CAPTURANDO MELODÍAS
EntrevistasRoss

CAPTURANDO MELODÍAS

Enrique Peñas — 07-08-2001
Fotografía — Archivo

LA PROEZA DE ROSS ES SEGUIR AHÍ. LUCHANDO POR LEVANTAR UN SUEÑO QUE EN ESTA OCASIÓN SE LLAMA "ROSSLAND" (SANDWICH, 01). DÁNDOSE DE BRUCES CON SEPARACIONES, INDUSTRIA Y DESENCANTOS VARIOS. PERO SALIENDO ADELANTE, CON UN CONTROL DE LA SITUACIÓN QUE PASA POR HACER DE MURCIA SU PARTICULAR CAPITAL DEL POP, AGUARDANDO UNA CONSOLIDACIÓN QUE YA ESPERA DESDE HACE 8 AÑOS. A VER SI ESTA ES LA DEFINITIVA.

La primera vez que entrevisté a Ross fue con motivo de "Supersonic Spacewalk" (Munster, 98), en los conciertos de Radio 3. "Pésima actuación", recuerda Juan Antonio. "El concierto fue malo a nivel de banda, porque había actitudes dentro del grupo que tampoco daban garantías. Por otro lado, la presentadora se equivocó cinco veces, y retrocedieron, claro. Luego, yo paré, porque me salió un gallo y luego paré otra vez porque me equivoqué en la letra; y salió una voz del fondo: ´joder, esto no se puede parar, es como un bolo en un bar...´ A partir de ahí, a sufrir". Desde entonces, tres años hasta llegar a este tercer disco, "Rossland": "El ´Supersonic´ ya se retrasó casi un año, y estuvimos casi diez meses tocándonos las narices, porque al no haber disco no había conciertos, y eso deteriora bastante a una banda. Y además de los problemas internos, también había un problema de comunicación con Munster. El caso es que, a finales del 98, estaba harto, y le planteé al grupo que no tenía ganas de seguir, lo que no significa que Ross desapareciera, porque era un invento mío y yo seguía vivo".

"Como decía Schwarz: ´vamos a crear pequeñas obras maestras de serie B´"

Superadas las desavenencias con Munster (vía si te he visto, no me acuerdo), Juan Antonio se toma un descanso, en el que todavía hay tiempo para sacar un Ep ("Once Upon A Time" -finales del 99-) que les mantenía vivos, aunque cambiados. En aquel momento, todavía con Javier Wandosell (guitarra -aquí mete algunos arreglos-), que luego se marchó a Madrid, siendo sustituido por Javi Vox. "La idea era tocar con gente que estuviera enamorada de la música. Me ha costado mucho encontrar la gente que tengo ahora, lo que además se nota en el disco, porque el trabajo de grupo está mucho más presente. También está la asignatura del directo, que para mí siempre ha sido una criba; al principio, porque la banda sonaba un poco AOR, porque eran músicos profesionales; luego un poco guarra, porque eran novatos... Pero creo que por fin hemos dejado atrás todo eso. Se puede ensayar tres veces por semana y trabajar con garantías". Un cambio, en fin, que tiene mucho que ver con el fichaje por Sandwich, lo que permitía a Ross tener todo mucho más cerca. "Es algo de lo que me enorgullezco. Haber hecho esto en Murcia, grabado, producido, diseñado, compuesto y publicado por gente de Murcia. El acercamiento entre Schwarz y yo era cuestión de tiempo; y también influyó que me metí a trabajar un año con ellos en el ´Hard Listening´". Aquí, Juan Antonio tocaba la batería, y después de la negativa de Greyhead a dar luz verde al disco de Schwarz, deciden crear una discográfica que los albergara. "Como decía Schwarz: ´vamos a crear pequeñas obras maestras de serie B". Así, hasta llegar a "Rossland", un disco de menos estribillos que "Supersonic Spacewalk", pero de canciones más acabadas. "De hecho, ahora estoy convencido de que lo que estoy haciendo para próximos trabajos es todavía menos estribillo. En ´Supersonic Spacewalk´ yo daba mucha importancia a los estribillos, porque cuando te gusta una estrofa, no te quedas contento hasta que consigues un estribillo que la supere". Afán por la canción perfecta de tres minutos, preocupación ahora superada por una mayor riqueza en matices, o lo que Ross define como "una guía ilustrativa para jóvenes amantes del pop de todos los tiempos". En este diccionario, "Psycoccellos" es una de las referencias, haciendo un homenaje a la música que va de Mozart a los Beatles. "Esa canción parte de unos cellos que recordaban a un rollo muy barroco, pero además me sugerían montar encima una canción, psicodelia tipo ´Revolver´. Y luego se quedó en un ramalazo manchesteriano, que tampoco me desagrada nada". Cogiendo de aquí y allá, reclutando ondas del espacio exterior. "Intento ver la evolución que pide la melodía. Las canciones tienen personalidad. Es como que no te pertenecen del todo. Es algo que está en el aire, y yo soy un mero traductor. En ese sentido, en "Rossland" estaba un poco acojonado, porque sabía que me metía en unos terrenos que se diferenciaban bastante de los anteriores; sabía que era un riesgo, pero el que no arriesga no consigue nada".

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