"Nunca tuvimos grandes pretensiones con nuestra música"
Entrevistas / Cansei De Ser Sexy

"Nunca tuvimos grandes pretensiones con nuestra música"

Eva Sebastián — 26-06-2024
Fotografía — Gleeson-Paulino

Corría 2003 y unas chicas de São Paulo subieron a Internet "Let’s Make Love And Listen To Death From Above”. Sacudida digital. Cansei de Ser Sexy cambiaron la manera de hacer música en su país, desconcertaron y agradaron a partes iguales, dejando huella para la prosperidad. Ahora visitan nuestro país para celebrar su carrera en Barcelona y Madrid.

Cuatro discos en ocho años y después, silencio. Pero tranquilo todo el mundo, quien tuvo, retuvo. Trece años después, la banda sudamericana más prolifera del indieslaze vuelve con “It’s Been a Number of Years Tour 2024”. Una gira mundial que llevará a Lovefoxxx, Luiza Sá, Ana Rezende y Carolina Parra a salas de todo el mundo. Aquí podremos verlas concretamente el 4 de julio a la sala Razzmatazz 2 de Barcelona y el 5 de julio a la sala Copérnico Live de Madrid.

"Lo más probable es que además sea nuestro último tour"

Para calentar motores hablamos con su frontwoman Luísa Hanaê Matsushita, también conocida como la icónica Lovefoxxx, quien acabó siendo cantante de la banda por casualidad. Como ella cuenta, llegó tarde al primer ensayo porque no pudo salir a tiempo del trabajo, así que tuvo que aceptar la posición que quedaba libre: la voz de CSS. Después de ponerme al día de sus últimos trece años, en los que ha tenido mil vidas y finalmente ha acabado asentándose como una respetada pintora en Sao Paulo mientras sus compañeras siguen sus respectivas carreras entre Los Angeles y San Francisco, hablamos de su retorno a los escenarios. “Ha sido maravilloso. Me sorprendió muchísimo, porque fue increíblemente mejor de lo que me imaginaba. Soy muy pragmática y hacía mucho que no tocaba, así que me estaba imaginando lo peor. Pero los shows estaban llenos, muchos fans y caras nuevas”. Su mayor inseguridad, confiesa, fue no tener la misma energía que cuando empezó. Pero nada más lejos de lo que imaginaba. “Creo que incluso estoy mejor ahora que cuando era más joven. Llevo una vida más sana, ya no me quedo sin aliento. No por haberme hecho mayor tengo menos energía, sino todo lo contrario. Me preocupa cómo me ve la gente. Este año he cumplido cuarenta, y no hay límites en cuanto a lo mucho que te puedes llegar a conocer. A medida que creces vas cambiando y es muy bonito ver cómo poco a poco te sientes más a gusto con la persona que eres”.

Sin perspectiva de un nuevo álbum, su mejor baza son sus hits de siempre. Teniendo en cuenta que muchas veces nos avergonzamos de nuestros yos del pasado, le pregunto por cómo lo vive ahora. Se ríe. “Me las miro con mucha compasión, creo que al final son muy monas por las letras que tienen. Cuando era joven creía que era una tía dura. Pero es una monada, todo iba sobre salir de fiesta, beber, sexo y acostarse con gente. Es entrañable. Me siento muy orgullosa de nosotras por darlo todo con la música cuando éramos jóvenes. No siento que sea algo cringe, sino algo muy dulce”.

"En CSS no íbamos a cantar de nuestras emociones más profundas, así que abrazábamos esta parte más divertida de nosotras"

Sus letras retrataron de manera atemporal el frenesí de ser rabiosamente jóvenes, comer pizza, tener mal aliento, salir de fiesta y querer tirarte a alguien. Imparables y divertidas a partes iguales. “Esta energía algo tonta sigue ahí, es lo que nos movió en su día, y es lo que nos sigue moviendo ahora como CSS”. Pero aunque su filosofía siga ahí, la perspectiva es muy distinta. “Nunca tuvimos grandes pretensiones con nuestra música. No hay una gran nostalgia en este tour, porque nuestras vidas han avanzado muchísimo desde que dejamos la banda. No estamos aferrándonos a este reencuentro para darle sentido a nuestras vidas. Tenemos vidas plenas. Y esto aporta mucha luz y ligereza a la manera en la que lo hemos enfocado. Hace que las cosas sean más actuales. Nuestra presencia en el escenario es cien por cien presente”.

Esa sinceridad brutal y un directo arrollador fue lo que las colocó en lo más alto. Pero no todo fue diversión. En su momento, parte de la crítica fue durísima con ellas. Una banda que decían funcionar mejor en directo, pero al mismo tiempo tachaban de no saber tocar. “Fue horrible. Me alegro mucho de que la gente ya no pueda decir las cosas que se decían entonces. Me traumatizó un montón. Ya no era únicamente hablar de cómo tocábamos, sino que hablaban de nuestros cuerpos, de que éramos feas, tontas, unas putas. Eran muy crueles. En una reseña del disco de golpe podían estar hablando de que mis brazos eran gordos”. Aun así eso no impidió que ellas siguieran su camino. “No dejamos que esos comentarios nos paralizaran. Bailábamos un montón antes de salir en los camerinos, y esa energía hacía que brilláramos después en el escenario. Cuando era adolescente, mi manera de lidiar con muchos momentos incómodos era ponerme a bailar hasta que todo el mundo lo hiciera. Estaba enfadada, pero con tal de evitar las conversaciones me ponía a bailar. Y eso lo llevé al escenario para gestionar todo este enfado con esa heteronormatividad masculina que estaba por todas partes. Fue una gran manera de transformar las cosas”.

Todo lo que cuenta resulta refrescante. Aunque su camino habría podido leerse como duro, ellas se lo tomaron con humor. Al fin y al cabo, habían venido a pasarlo bien. Y así siguen. “Adoramos este absurdo, esta tontería constante. He dicho muchas tonterías, porque creo que es muy poderoso la forma en la que estas aparentes tonterías, estas burradas que nos hacían reír, nos llegaron a unir como grupo. En CSS no íbamos a cantar de nuestras emociones más profundas, así que abrazábamos esta parte más divertida de nosotras. Ahora proyectamos memes en nuestros conciertos. Por ejemplo el de Shakira en el ordenador somos nosotras. Esas primeras personas en Internet somos tu abuela, tu madre, y ¡Hey, hemos vuelto!”.

Lo que viene ahora es más ligero que nunca. Energía a borbotones y temas que ya forman parte de la historia colectiva. “Ahora el grupo ya no es nuestro trabajo. Gracias a esto nos lo podemos tomar como unas vacaciones con nuestras mejores amigas y conocer mundo durante tres semanas. Sentimos como un milagro poder hacer este tour después de tanto tiempo. Lo más probable es que además sea nuestro último tour”. Con los ojos cada vez más vidriosos me cuenta cómo lo han organizado ellas mismas. “Cuesta mucho sacar tiempo y coordinar todas nuestras vidas para poder hacerlo. No hacemos esto por dinero, sino para reunirnos y pasar tiempo juntas. Me pongo muy sensible al pensarlo, porque es muy bonito que después de tanto tiempo podamos disfrutar de esto. Estoy eternamente agradecida a esta banda y a mis amigas por todo y esto es una celebración muy hermosa de todo ello”.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.