Alguna foto publicada de este artista, asemejándolo a algún miembro de Prodigy, me cercioró sobre la conveniencia de un cuestionario de bajo calado y, de paso, me ayudó a sobrellevar el hecho de sentarme cara a cara con un individuo de vida más pesada (loaded) que la mía. Si a esto le añadimos las treinta y seis horas de promoción que llevaba en la ciudad, los títulos de sus anteriores discos (“Let’s Slash The Seats... This Film’s Crap” -95- y “Let’s Get Killed” -97-, ambos para Go Beat) y el hecho que sea un irlandés del norte de complexión fuerte, algo me dice que aún salí bien parado del envite. “Mi primer álbum fue una colección de melodías, el segundo un viaje por New York con el DAT y la mente en ácido, y el tercero está basado en un guión cinematográfico. Con todo, la vertiente visual sigue igualmente presente en los tres”. Desde finales de los noventa, innovar pasa por la mezcla de estilos en un solo disco, el hecho que una canción se parezca el mínimo a la anterior y la suerte de conseguir colaboraciones de gente consagrada. Así se entienden los discos de Unkle (“Science Fiction”, 98) o el “Surrender” (99) de los Chemical Brothers. “Aunque no comparta el paralelismo con estos discos, sí que acepto el hecho de que innovar actualmente pasa por la fusión de ideas. Mi nuevo disco representa la historia de lo que he ido escuchando desde pequeño. Del punk al soul, al hip hop, al jazz, al funk, al rock’n’roll ... Al mismo tiempo, he intentado reflejar diferentes tipos de humor y de atmósferas”. Basados en un guión cinematográfico llamado “Living Room”, los episodios del disco narran las aventuras de un recién llegado a una urbe y recogen las interacciones de éste con cualquiera que se cruza en su camino. “Está muy influenciado por filmes como “Midnight Cowboy” (John Schlesinger, 69) y “Performance” (Donald Cammel/Nicolas Roeg, 70). También hay mucha inspiración sacada de la banda sonora de esta última, con gente como Mick Jagger, The Last Poets y The Merry Clayton Singers. La psicodelia, Can y Doctor John han sido otras de las fuentes. De todas formas, me gusta porque el diálogo es original, fresco y real”. Un disco inspirado en filmes o bandas sonoras de éstos, pero que curiosamente no contiene samplers cinematográficos. Y es que no hay que obviar su relación con el séptimo arte. Holmes se estrenó como compositor de películas con “Resurrection Man” (Mark Evans, 97) y tiene contrato para musicar el próximo filme de Steven Sodebergh (“Ocean’s 11” con Johnny Deep y Brad Pitt entre otros), con el que ya había colaborado en “Out Of Sight” (98). “Entre las diferentes facetas que conozco me quedo con todas. Tanto me gusta estar en el estudio, como venir a Barcelona para pinchar durante dos horas (pinchó recientemente en la sala Apolo). Pero también me gusta la libertad de quedarme en casa con mi novia mirando la tele”.
Es curioso, ya que los que pensamos que estar ocho horas en un despacho tenemos una versión diferente de lo que libertad significa. Desde un prisma humano, la vida de Holmes no parece nada desdeñable. Holmes ha vivido largo tiempo en Londres, ha pasado épocas en New York y el año que viene estará de dos a cuatro meses en Los Ángeles debido al cine. Mientras, ante la duda, mantiene residencia en Belfast, de la que aprecia la conexión inspiradora con gente del campo de las artes y la literatura. De todas formas, quiere dejar claro que el nuevo disco no trata sobre New York. “El guión puede ubicarse en cualquier parte... New Orleans, Detroit, New York, aunque sí dentro de territorio norteamericano. La influencia más grande es haber encontrado en esa ciudad a la banda que me acompañó”. Entre ellos se encuentra el ex Sabres Of Paradise, Phil Moosman y el teclista Darren Morris, un valuarte en el espíritu de improvisación jazzística que desprende el álbum. Sin olvidar que fue en esa ciudad donde se encontró con Jon Spencer, al cual anteriormente había remezclado, y a Carl Hancock Rux (un artesano del funk, soul y breakbeat cuyo último álbum ha sido producido por Dust Brothers). “A Carl lo encontré vía internet gracias a la web Gold Poetry, una especie de show quizz para poetas. Estoy muy contento con nuestra relación y, en breve, participaré en su nuevo disco”. Con Bobby Gillespie de Primal Scream fue más un ajuste de cuentas por la mano de Holmes en dos de los temas de “Exterminator” (00) y, ¿Martina Toppley-Bird? (hasta ahora conocida por su codo a codo con Tricky). “Es el detalle que faltaba, es decir, una voz femenina. Intenté que fuera Beth Gibbons, pero ella no está realmente interesada en proyectos al margen de Portishead. El objetivo con cada solista ha sido darle un añadido diverso a los registros que ha hecho hasta el momento. En “Zero Tolerance”, un tema inspirado en Sonic Youth, he conseguido que Martina sonará más rock. Con Jon, por ejemplo, he logrado registrarle con un tempo más lento respecto a su banda y emparentarlo con los coros femeninos negros del soul”. Esto es lo que persigue y consigue: mirar, escuchar, explorar y acometer como patrones de conducta. El forzar una nueva identidad ajena para la reafirmación de una realidad personal basada en frentes múltiples: con ojos y mente abierta, su nuevo guión está servido.
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