Hablamos con Jorge y Tommy del lanzamiento, del fantasma del tercer disco, del trabajo que hay tras estas once canciones y de sus inquietudes profesionales –y vitales–.
¿Cómo estáis ahora mismo?
(Jorge) Bien, yo creo que la sensación es de contentos. Teníamos muchas ganas de sacar este trabajo a la luz. Bueno, sé que esto es lo típico que se dice cuando se graba un disco, pero sí que es verdad que es un trabajo que hemos mimado más. Hemos tenido más tiempo para poder meternos en determinadas historias y entonces teníamos unas ganas especiales de sacarlo. Además, ya hemos leído en algún sitio sobre el fantasma del tercer disco porque siempre hay grupos que en su tercer disco se desinflan. Pero yo no te sabría decir, eso ya lo tiene que juzgar el oyente.
¿Cuándo empezasteis a concebir este nuevo álbum y cómo lo habéis trabajado?
(Jorge) No es un disco de pandemia ni en lo temático ni en la composición. Es verdad que algunos temas los empezaron a pensar Fer y Paco en la pandemia porque el proceso de composición lo suelen empezar ellos. Pero lo que trajeron al local, que fueron las primeras pinceladas para empezar a construir los temas, fueron ya postpandemia. Entonces no consideramos que tengan un poso en la pandemia.
(Tommy) Yo casi diría que es imposible que pudiese venir de la pandemia así porque siempre terminamos y perfilamos las canciones juntos en el local. Si no podemos estar juntos no hay disco, punto,
(Jorge) Aun así, ni el nacimiento de las canciones. Las protocanciones es verdad que algunas se pensaron en pandemia pero cambiaron luego mucho hasta el desarrollo final.
"Este disco tiene más capas en las canciones que los otros dos, sin duda. Hemos podido añadir percusión, más teclados, guitarras de doce cuerdas"...
Vuestra forma de escribir y componer me parece de lo más interesante porque, tal y como explicáis, a uno de vosotros se le ocurre una idea o tiene un tema sobre el que le gustaría hablar, lo propone y entre todos construís la letra de la canción.
(Jorge) Lo que pasa es que como Camellos parte de un grupo de amigos y gente que tiene mucho en común y ya no hablo de gustos, hablo de manera de ser. Somos, salvando las distancias, un grupo de amigos bastante similares en muchas cosas, con una manera de hablar similar, con un sentido del humor similar… Entonces cuando sale un tema y empezamos a hablar de él y a proponer ideas, es muy fácil que lo que yo diga se le pudiera haber ocurrido a Tommy o lo que Paco diga se le pudiera haber ocurrido a Fer, y viceversa. Y entonces es como que las letras no llevan una firma, es una cosa que hacemos mucho entre los cuatro.
(Tommy) Yo estoy completamente de acuerdo. Incluso hay frases e ideas que vienen de nuestros colegas en común que no forman parte de Camellos. Robamos ideas, las adaptamos, pero, al final, es producto de estar juntos.
¿Cuál es el tema cuya letra más os ha costado componer?
(Jorge) Pues mira, te voy a decir una canción que nos salió como un tiro. “Arroz con cosas” porque fue sota, caballo y rey. Fue un tema que nos salió súper rápido y vimos que tenía buena pinta y nos gustó mucho. Es que en este disco me parece que todos han sido bastante similares en lo que es el proceso de composición y no te sabría decir una que haya dicho “madre mía, ponerle letra a esto fue un parto”, por lo menos para mi gusto. Bueno, “Manual de Estilo” nos costó mucho encauzarla musicalmente. Pero una vez que la encauzamos ya salió toda. Pero si tuviera que elegir una del disco sería esa, sí.
Decíais que este disco es el que más habéis mimado. ¿En qué aspectos habéis decidido dar ese plus para que el resultado sea este?
(Jorge) Mi impresión es que se han juntado principalmente dos aspectos. Uno es el tiempo que llevamos tocando como banda, que tienes mucha más confianza en lo que haces, en tus compañeros, tienes más definido el estilo... Y luego que ha sido la vez que más tiempo hemos podido dedicar en un estudio, porque hasta entonces grabar discos para nosotros eran maratones. El primer disco fueron quince canciones que grabamos en dos días, el segundo trece en tres días. Todo muy loco, muy a matacaballo. Y, de repente, nos hemos plantado en este disco con que nos hemos podido ir a La Mina, un sitio casi de retiro. El estudio está en Sevilla y es una casa, entonces duermes ahí, comes ahí, todo es ahí. Y hemos estado un total de once días en dos viajes. Y claro, de repente te das cuenta de que te quedan a lo mejor todavía cuatro días por delante y el disco per se lo tienes hecho y tienes todavía cuatro días para repensar, para probar otra cosa. Incluso ha habido cosas que han nacido en el estudio. Y para nosotros eso era impensable.
(Tommy) El espacio en sí ha influido y Raúl [Pérez], el dueño y el productor de este disco, tiene una manera de trabajar que nos ha permitido experimentar, añadir capas nuevas… Este disco tiene más capas en las canciones que los otros dos, sin duda. Hemos podido añadir percusión, más teclados, guitarras de doce cuerdas…
El primer adelanto de este disco fue “Cambios de humor”, que salió hace medio año y que empieza con una conversación entre amigos y esa amistad es, al final, el pilar de Camellos. ¿Cómo formasteis Camellos?
(Jorge) Pues yo te voy a decir mi parte, porque yo llegué un pelín después del momento original de Camellos. Yo conocí a Fer cuando tenía catorce años porque somos de Huesca. Lo conocí ya en un escenario, tocando con una banda que tenía antes y cuando me mudé a Madrid para empezar la universidad yo seguía viéndome con Fer, iba a sus conciertos y ahí conocí a Tommy, que tocaba el bajo con él.
(Tommy) Yo conocí a Fer por un amigo en común y justo había vuelto de pasar unos meses trabajando en Alemania y me invitó a unirme a ese otro proyecto que ahora se llama Gloriosa Rotonda. Y a raíz de estar allí tocando conciertos en Madrid, varias veces compartíamos cartel con el grupo de Paco. Entonces nos hicimos colegas de Paco y empezamos Camellos. Y de ahí se nos fue de las manos, ya ves.
Y luego siguiendo con el tema videoclips, no puedo evitar preguntaros por la aparición de Alfredo Duro en “Blessed”. ¿Cómo pasó?
(Jorge) Pues lo de Alfredo viene de muchos años atrás. Yo lo conocí hace un porrón de años, porque fui al Chiringuito y acabábamos de sacar “Embajadores” y después me puse a hablar con él y empezó a mencionar bandas porque sé que es muy de ir a conciertos y le gusta mucho la música. Y vino a la presentación de “Embajadores” y le gustó. Y empezó a venir a conciertos, a conciertos, a conciertos… una relación muy cordial, muy buena con él, el tío es majísimo. Y cuando ya llegamos a este disco y nos propuso Jesús lo de “Blessed”, dijo “tío, ¿y si se lo dices a Duro?”, dije “ah, pues se lo proponemos”. Se lo propuse, y dije “bueno, a ver qué dice”, y me dijo automáticamente que vamos, que si le decíamos de subir al Everest que se unía, que sí, que sí, que sí, que le hacía mucha ilusión. Y ya te digo fue un sí rotundo. Y muy guay.
Además, con ese chándal tan característico…
(Jorge) Le dijimos “tío, te tienes que traer el chándal”, me dijo “tengo dos”. Y yo le respondí “pues te traes los dos, que seguro que les damos uso”.
¿Cómo os gustaría veros en diez años?
(Jorge) Yo es que para esas cosas soy muy humilde, tío. Yo quería ser músico desde crío y con Camellos siento que he hecho más cosas de las que pensaba que iba a hacer nunca con ninguna banda. Entonces es como que todo lo que pueda venir lo voy a recibir con los brazos abiertos, pero con la tranquilidad de decir “joder, no pensaba hacer tanto nunca”. Así que lo que tenga que venir… yo feliz.
(Tommy) Ya he llegado más lejos de lo que me imaginaría. Si es un escenario más pequeño vale, si es uno más grande, si es el puto Wizink Center fenomenal, pero después de diez años si estamos aquí, vale.
(Jorge) Totalmente, yo mientras podamos estar los cuatro, me da igual un poco el escenario que sea, estoy como Tommy. Hombre si es el Wizink pues, chico, qué te voy a decir.
O en el Wanda
(Jorge) No, en el Wanda no. En el Bernabéu.
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