Mucho han cambiado las cosas para el escocés Calvin Harris desde que publicó su primer single, “Let Me Know” (2004), sin repercusión alguna tuvo que contentarse con trabajar modestamente en un Marks & Spencer. Las nuevas tecnologías, una cierta prepotencia anglosajona, su talento y un background que le lleva del pop de los ochenta a la house music, pasando por el hip hop ayudaron a darle un vuelco a su carrera. Dos Top Ten en el Reino Unido, giras junto a Faithless o Groove Armada, grandes festivales, composiciones para Kylie Minogue y todo lo demás.
"El disco ha ido muy bien, pero ya sabes, no es como si fuera Mika o alguien por el estilo"
Con veinte años cumplidos, Calvin Harris consiguió su primer contrato discográfico en condiciones, aunque las cosas no resultaron como esperaba. La multinacional EMI decidió promocionar “Let Me Know”, publicado originalmente por Electric Chair como Calvin Harris featuring Ayah, pero apenas lo entregó a unos pocos pinchadiscos radiofónicos. Resultado, Harris en la calle y buscándose un nuevo trabajo. Eso sí, la pieza en cuestión tampoco era nada del otro jueves. “Sin duda esa fue la parte más difícil, conseguir un contrato discográfico. Me llevó unos ocho años conseguir que me prestaran atención. Eso fue lo más complicado de toda mi trayectoria. Hay muchas partes difíciles, sobre todo porque cuando alcanzas un nivel debes subir a otro y más tarde al siguiente, pero subrayo que lo más laborioso fue conseguir que un sello confiase en mi trabajo”, me comenta el escocés, de forma algo mecánica, en la sala de prensa de un multitudinario festival francés.
Bueno, nunca he estado en Ibiza... quiero decir... nunca he estado en España"
Tras publicar un par de sencillos bajo el pseudónimo de Stouffer y la decepción con la multinacional, Harris decidió replegar velas y tomarse las cosas con calma. “Cuando era más joven andaba como un loco tras cualquier contrato. Como no lo conseguía me aburrí de todo eso hasta que dejó de importarme tanto. Empecé haciendo música para conseguir un contrato, lo que no era para nada una buena forma de actuar, así que en el momento en el que empecé a hacer la música que me gustaba realmente la gente la disfrutó más. Y encima acabé consiguiendo uno cuando menos lo esperaba”. El jovencito decidió olvidarse del negocio y se sumergió en su pequeño estudio casero para continuar componiendo hasta el día de hoy. “Lo principal de trabajar en mi dormitorio y de la forma en la que trabajo es que controlo todo el proceso desde el principio al final. Por eso tardo mucho más en dar con el resultado que un productor tardaría cinco minutos en conseguirlo. Mi equipo además es antiguo y yo soy mejor mezclando y escuchando sonidos... por eso tardo más”. En diciembre de 2005, Calvin Harris se dio de alta como artista en MySpace y empezó a colgar las canciones que había estado completando en su casa. A partir de ahí las cosas empezaron a funcionarle bastante mejor. En contra de lo que suele ocurrir con la mayoría de artistas sobre los que se dice que “triunfaron gracias a Internet”, nuestro protagonista sí empezó a popularizarse en la red de amistades. “Supongo que al final habría conseguido difundir mi música aún sin Internet, pero creo que nunca me hubiera podido profesionalizar o trabajar con otros artistas si no hubiese sido tan sencillo darme a conocer”. De ahí a que Columbia se interesase por su trabajo pasó poco menos de un año. “Venus” fue su carta de presentación en enero de 2007 en una edición limitada a mil copias en vinilo, aunque nada cambió demasiado comercialmente. Por lo menos hasta marzo del mismo año, cuando vio la luz a bombo y platillo el single “Acceptable In The 80’s”, uno de los por lo menos cinco hits que acabaron en “I Created Disco” y que se plantó en Top Ten británico en un par de días. “El disco ha ido muy bien, pero ya sabes, no es como si fuera Mika o alguien por el estilo. Quiero decir... ha ido todo lo bien que podía esperar, así que estoy contento”, apunta el veinteañero, con algo más de excitación y una modestia que no encaja del todo en su carácter. La verdad es que, aunque a su debut discográfico en larga duración le falta algo de solidez, a Calvin Harris le ha salido un primer álbum la más de fresco y divertido. Canciones electropop de inspiración ochentas que tan pronto beben de Kraftwerk o Visage como del hip hop o el funk comercial de aquellos tiempos. Y todo ello con una personalidad definida, y unos textos ácidos que no pretenden engañar a nadie. Harris no pretende inventar la disco music como podría pensarse, sino que su única intención es ofrecernos diversión en formato canción. Eso sí, absténganse si nombres como los de Chromeo, Van She, Zoot Woman, Harold Faltermeyer, Felix Da Housecat, Visage, los Talk Talk del principio, la segunda etapa de The Human League, Prince o Michael Jackson se les atragantan fácilmente. Si no es así, no duden de que podrán disfrutar de “Acceptable In The 80’s”, “Colours” o sobre todo “The Girls”, su mayor hit hasta la fecha, que alcanzó la tercera posición en las listas británicas pese a su irónica letra. “Por supuesto que ‘The Girls’ es muy irónica, pero... no se trata sólo de eso, sino que busco una forma distinta de escribir una canción. Es una manera de llegar a la gente. Cuando hago un tema dance quiero que la letra se quede en la cabeza de quien la escucha. Puede que escuchándola una vez la recuerdes durante todo el día”. Les aseguro que recordar la de “The Girls” es más o menos fácil. Todo eso de “me gustan las chicas altas, las chicas bajas, las rubias, las morenas, las españolas...”. ¿Las españolas? “Bueno, nunca he estado en Ibiza... quiero decir... nunca he estado en España. No he salido con ninguna chica española, pero quizás pronto sea posible (risas)”. Tal ha sido la repercusión del tema en cuestión que Dragonette interpretaron su propia versión en una entrega de premios, cambiando el título (y por tanto la letra) por “The Boys”. Localízala ya en la red. “Me querían para mezclar una canción, pero no pude, así que me preguntaron si veía bien que hicieran su propia versión de ‘The Girls’, así que les dije ‘adelante’. Lo hicieron y realmente el resultado es muy divertido”.Gracias al éxito de “I Created Disco”, la reputación de Calvin Harris aumentó en buena parte del continente (se ha contado con él en diversos festivales europeos), se le encargaron más remixes (Cansei De Ser Sexy, Groove Armada) y hasta Kylie Minogue llamó a su puerta. El resultado, dos temas firmados a medias con la australiana en su reciente y más bien decepcionante “X”. “En un momento determinado me preguntaron si quería trabajar con Kylie y dije que sí, que por supuesto. Pensé que era una broma, pero no fue así. Antes me hicieron remezclar ‘Rock Steady’ de All Saints como prueba. Les gustó y fui a Londres con unos discos llenos de instrumentales. Ella escogió entre las que le gustaban y luego escribimos las canciones. Quizás hicimos cinco o seis, hasta quedarlos con las mejores. Las desarrollé hasta completarlas y ahora puedes escucharlas en su álbum”. Quién sabe, quizás Calvin Harris siga los pasos de Stuart Price (Les Rythmes Digitales, Jacques Lu Cont, Zoot Woman), responsable en gran parte del resurgir de Madonna en sus últimos años y de su etapa disco. “No sé qué decirte. Siempre es un honor que te comparen con un productor de tanto éxito como él, aunque me falta mucho aún para alcanzarle. Supongo que el tiempo dirá hasta dónde soy capaz de llegar. De todas formas, nunca se cruzó por mi cabeza que podría trabajar con alguien como Kylie Minogue hasta que estuve frente a ella en el estudio.
Sin duda quien lo entrevistó no parecía tenerle mucha fe en el futuro. Hoy en día Calvin Harris es el Dj mejor pago y con mayor cantidad de singles top 10 de Reino Unido.