Caamaño y Ameixeiras, Aire! fresco para el folk
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Caamaño y Ameixeiras, Aire! fresco para el folk

Aida L. Rosell — 13-12-2021

Un violín y un acordeón. Y dos chicas talentosas de apellidos enxebres, los que bautizan un proyecto de cuyo nombre se enorgullecen a pesar de que algún festival les sugiriese un cambio. He aquí una descripción simplista del dúo Caamaño & Ameixeiras. Pero detrás de grandes artistas suele haber grandes historias.

Historias como la de Sabela Caamaño y Antía Ameixeiras, dos jóvenes de Oza dos Ríos y Baio, ambas en la provincia de A Coruña, dedicadas a la música desde bien pequeñas, a las que tuvo que presentar una amiga en común para convencerles de que iban a “conectar súper bien” sus instrumentos de cuerda y aire.

Hasta entonces habían rondado los mismos ambientes, asistido a las mismas foliadas y hasta fueron a algún curso juntas (sin saberlo). Su combinación, violín-acordeón es poco habitual en el folk gallego, pero abunda en países como Francia y también están acostumbrados a escuchar estos dos sonidos juntos por toda Europa del Este.

“De vista yo sí que la conocía, además todo el mundo hablaba de lo bien que tocaba esta chica y cuando nos presentó oficialmente una amiga en común y dijo eso de tenéis que hacer un dúo yo dije sí, sí, sí”, confiesa Sabela Caamaño, quien comenzó sus estudios de acordeón a los siete años.

Después de la intervención de esta celestina y el amor a primera vista, la magia de Caamaño & Ameixeiras se fraguó gracias a un segundo flechazo. Fue en la Cova Céltica, en A Coruña, donde Diego Galaz, violinista de los Fetén Fetén, a los que ambas admiran, quedó prendado de su música.

Antía Ameixeiras, que asiste a clases de baile y pandereta desde los cinco años, recuerda, como en la canción, que fue “una vez, después de un concierto en A Coruña que ellos dieron”, cuando acabaron “todos” (los del mundillo, se entiende) yendo a ese punto de encuentro de la tradición galaica. “Allí siempre ponen videos y justo cuadró que salió un tema nuestro y Diego dijo ostrás como me gusta, que sepáis que hago producción de discos y me gusta muchísimo esto que hacéis y si os apetece trabajamos juntos", cuenta.

De esta segunda coincidencia nació Aire!, un disco cocinado a fuego lento que se grabó en Friol (Lugo) y que está compuesto por jotas, muiñeiras, vals y composiciones balcánicas, entre otras piezas. Construido sobre “temas especiales”, algunos de ellos les acompañan hace tiempo y otros son arreglos que hicieron para el álbum, con mucho “trabajo de archivo y de investigación” de fondo, como el que hay detrás de Se souberas, creada por Mercedes Peón a partir de la Xota de Fontefría. Hay “mucha parte personal” en este golpe de aire fresco para la música tradicional gallega, que incorpora colaboraciones tan potentes como la de la cantante Silvia Pérez Cruz en Maneo de Cambre (de Malpica).

Hablar de artistas como Xavi Lozano y Abraham Cupeiro, con los que también colaboran, les ilumina los ojos al destacar que es algo “divertido y enriquecedor” “Se generan momentos a nivel emotivo muy interesantes. Aparece de vez en cuando una magia especial con algunas personas que es súper gratificante”, reflexionan.

A los arreglos le dan “muchas vueltas” en un proceso que “a veces incluso puede desesperar”, en días menos inspirados, pero el resultado “es mejor porque es más de las dos”.

Si bien su proyecto estaba más planteado en sus inicios como un dúo instrumental, “luego apareció la idea de que Antía pudiese cantar” y Sabela la animó. “La verdad es que da mucho juego. Tratamos la voz como un instrumento más, entretejida en la sonoridad del dúo, no tanto como solista. Como un instrumento a añadir a la textura”, explica esta última. La aludida explica que en realidad cantó “toda la vida” (está en un coro en Santiago), pero “nunca” se había planteado hacerlo a nivel profesional. “Muy contenta" de hacerlo, ahora se siente “cada vez más cómoda” y ninguna de las dos descartan aumentar la presencia en futuras composiciones.

De todo esto pasaron unos tres años y muchas actuaciones porque, según celebran, el año de la explosión de la pandemia del coronavirus no les trastocó mucho las agendas. Más bien al contrario, “tocamos muchísimo porque la gente buscaba hacer cosas más íntimas, más pequeñas”. Más Caamaño & Ameixeiras.

 

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