La ambición ha sido una de las constantes de Gentle Music Men, que debutaron un par de años atrás con un disco homónimo –reeditado un año después en Pias– que bebía del pop elegante (violines incluidos). En “Cuentos modernos”, lejos de repetir ni forma ni fondo, Dani Poveda ha conseguido que música y letras opten por un camino luminoso, por momentos abarrocado, que contrasta con el intimismo folk-pop del otro grupo del momento en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), La Brigada. “Este disco tenía que haber salido casi medio año antes, pero en marzo escribí mi primera canción en castellano. Ahí empezó un proceso de reescritura y composición de nuevos temas que me ha tenido ocupado a tiempo completo durante estos últimos nueve meses”, nos comenta Poveda, que para este disco ha querido distanciarse del sonido ligeramente lo-fi de su predecesor. El estudio de grabación se ha convertido una vez más en el campo de batalla por el que ha merodeado durante todo este tiempo. “La inspiración sigue funcionando: cada día que toco la guitarra saco una canción nueva… La producción es otra cosa. A veces tienes que tomarte valerianas o lo que haga falta”. En “Quién dice que no estamos locos”, la intensidad delicuescente que aporta el violín de Elisabet Barrau tuvo su precio. “Estuvimos encerrados en el estudio algunos días, puliendo y perfeccionando la canción, y al final Elisabet estuvo a punto de usar el violín como bate de béisbol y mi cabeza como pelota!”. Después de la crisis llegó la satisfacción: “Quién dice que no estamos locos” pasó a formar parte de las diez canciones escogidas para el disco. Quedaron cinco fuera. “Queríamos que en este disco cada canción fuera suficientemente potente para ser un single”, asegura Poveda. “Uno de mis problemas es la búsqueda incesante de la perfección. Con cada canción tengo la voluntad y la esperanza de superarme. Encontrar la melodía perfecta es el sueño de cualquier compositor de música pop”. Ayudado por Elisabet Barrau, David Charro, Montse Inglada, Xavi Ribera y Miquel Tello, Poveda recuerda que el cambio del inglés por el castellano ha contribuido a una mayor sintonía con el grupo junto con el rodaje en directo. “Con el primer disco dimos sesenta y cinco conciertos, y estamos convencidos que superaremos esta cifra mágica con ‘Cuentos modernos’”.
A la ambición y voluntad perfeccionista cabe añadir el entusiasmo como tercer eje del proyecto de Dani Poveda. “En estos dos últimos años he cambiado, y las canciones transmiten este cambio. El primer disco fue motivado por una ruptura: el elemento terapéutico fue muy importante. En ‘Cuentos modernos’ he querido cantar a la esperanza. No es fácil descubrir quiénes son aquellos a quien realmente aprecias. Cuando estaba trabajando en las canciones de este disco tenía muchas ganas de reencontrarme con algunos de mis amigos, con mi pareja, con mi familia… Al final salieron una colección de temas en los que las historias bonitas se van encadenando una tras otra. Son como pequeñas narraciones, que poco a poco se van convirtiendo en clásicos que todo el mundo conoce, pero en algún momento han sido modernas, han sido vividas en presente”. Lo primero que escuchamos cuando empieza el disco es la voz de Dani, que nos advierte del ejercicio introspectivo –en este caso luminoso– que nos encontraremos en canciones como “Por la cuenta que nos trae”, “Dirán, dirán” o “Nadie nos dijo”. “A veces tendemos a escondernos detrás de una especie de coraza. Quería que en estas canciones se notara que cuento lo que pienso sin morderme la lengua”. Poveda es capaz incluso de hacer referencia a experiencias extraterrenales. “En ‘Frank’ me dedico a explicar mi encuentro con un fantasma que se me apareció a partir de una crisis de ansiedad. Me pasé un día y medio totalmente solo, en el estudio, grabándola”
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