Aunque fuera sólo por eso, ya valdría la pena prestarles atención, pero es que han añadido un concepto nuevo al sonido tradicional del fondo más polvoriento de los Estados Unidos, al combinar hasta quince miembros en su trabajo, alejándolo de grandilocuencias, y acercándolo a los matices íntimos de la canción como fotografía del corazón… manchado del polvo (otra vez) de la experiencia. Y eso que con “Nixon” no han hecho un segundo capítulo del camino soul iniciado en “What Another Man Spills” (98), sino que han investigado en su pasado musical y sentimental, mostrándolo más claro que nunca, regenerando, esta vez sí, la idea de toda una época, y adaptándola por fin a su sonido propio, sin recurrir apenas a los temas ajenos, además de haber vuelto a publicar su mejor disco. (Kurt Wagner, alma extensa de Lambchop) “Ha sido mucho más importante pensar en “Nixon” como en una evolución necesaria, que como en una continuación de “What Another Man Spills”. No, verlo así es simplista”. Pero entonces hay que buscar “la excusa” de “Nixon” por la que Lambchop se han vuelto a meter en el estudio. Y es que entre ese sonido cada vez más lejanamente country de Lambchop, y su admiración por Curtis Mayfield, se han ido edificando oscuros muros de sonido a base de su lírica clara y directa. “El disco acaba con una especie de nota oscura, y quise hacerlo así para conseguir un contraste con otras cosas que habíamos hecho antes. Esperaba conseguir un “determinado” sonido que se percibiese de una manera más sutil, a la vez que fuese más fácil de oír (sea lo que sea lo que ésto signifique), y la oscuridad es algo por lo que he luchado después de tener la idea general del disco”.
O sea, que caminamos por oscuridades distintas, al tiempo que nos hemos metido en la mochila para siempre el sonido del soul. “Ahora el elemento soul se lleva igual de bien que el elemento country en el maquillaje genético de Lambchop, y así un día terminaremos sonando como un día deseé, asumiendo partículas sonoras del pasado para que se transformen en una parte importante de lo que somos”. Pero para eso han tenido que buscar largamente su sonido en planteamientos ajenos, llegando a dedicar la mitad de “What Another Man Spills” a versiones didácticas. “Ahora ya no hacemos versiones porque me siento más seguro de lo que podemos hacer como banda, después de habernos visto reflejados en el trabajo de otros. Por eso creo que “What Another Man Spills” es sólo la mitad del disco que hubiese deseado hacer, por lo que he intentado que “Nixon” fuese el esfuerzo definitivo”. Sí pero el encuentro del yo de Lambchop, no podrá evitar que echemos de menos más canciones de F.M. Cornog (East River Pipe) ajustadas a la sensibilidad de los de Nashville. “No hemos querido usar más temas suyos para preservar la coherencia del disco, pero todavía nos encanta a todos el trabajo que hace, y tenemos la ilusión de poder convencerle de venir a Nashville para grabar un disco con nosotros”. O sea, que Lambchop se encuentran en su mejor momento de amor propio, al mismo tiempo que empiezan a ver las fisuras de sus anteriores discos que no ha visto casi nadie. Consecuentes y realistas. Tal vez por eso han vuelto a decorar su nuevo disco con motivos políticos que no aparecían desde 1995. “Nixon es como un símbolo de su época. Fue un tiempo que me pasé creciendo y aprendiendo cosas del amor, de la vida, y de los muchisimos errores que cometí. Mucha de la mejor música soul y country viene de esa época. Pero es que Nixon además se transformó en algo complejo y maligno, pero sobre todo en representante de un periodo oscuro y turbio de América”. Pero si hemos forzado la producción de esta entrevista (por e-mail), es porque Lambchop tocarán en medio del alto horno del FIB y entre las oscuridades y las sutilezas que Lambchop gustan de experimentar sus nuevos pasos en los escenarios, cada vez se hace más difícil imaginar cómo puede ser ese concierto. “No lo sé. La verdad es que estamos ocupando los conciertos con “Nixon”, y con temas antiquísimos”. Pero, por lo menos, exhumará el delicioso cadáver de Curtys Mayfield para compensar un poco el calor. “Sí, siempre. Porque fue un dios del mundo de la música, y del de las personas, y sus canciones son regalos que todavía no han sido superados desde… Cuando cantaba, podías oír al cielo llorar”. Pero es que Lambchop tienen la rara habilidad de hacer completamente suyas todas las versiones que hacen. Y hacen temas de Curtis Mayfield. A buen entendedor…
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