Como decíamos, el ascenso de Brutus ha sido tan intenso como merecido. De algún modo el trío belga encarna la raíz más genuina del rock: la conexión sagrada de un trío de bajo, guitarra y batería. Más allá de detalles estilísticos que puedan definir el sonido del grupo, hay en Brutus una excitante vuelta a las bases en cuanto a las sensaciones que propone su música en estudio pero mucho más en directo, donde la idea se engrandece a niveles realmente profundos.
Los fanáticos del grupo tendrán el privilegio de poder volver a vivir ese trance emocional en los próximos conciertos en España. También pasarán por Portugal. El 9 de octubre actuarán en Porto (Hard Club) y el 10 en Lisboa (Lisboa Ao Vivo). Anticipando lo que será sin dudas una de las giras del año en nuestro país, hablamos con Peter Mulders, bajista y manager de Brutus, minutos después de su magnífico concierto en el festival rumano Electric Castle.
"Comenzamos esta banda porque queríamos tocar entre nosotros, era el único objetivo. La base"
Con “Unison Life” la banda obtuvo un gran reconocimiento en todo el mundo. Al mismo tiempo, parecéis estar muy seguros de vuestra identidad musical, entonces, ¿qué tan relevante es para Brutus ser reconocidos como una buena banda?
Es una sensación muy agradable el saber que esto pasa en todo el mundo, pero no lo hacemos por el reconocimiento, sino que se trata de hacer buena música, buenas canciones, hacer conciertos alrededor del mundo y poder vivir de ello. Suena muy cliché, pero lo hacemos por la música, no por el reconocimiento.
La música de Brutus es un viaje a través de las emociones. ¿Qué importancia tiene para vosotros tres estar conectados a los sentimientos de los demás cuando se trata de componer o tocar en directo?
Creo que es todo. La conexión entre los tres es lo que hace a Brutus sonar como Brutus. En cierta manera es más importante que nuestra técnica o lo que uno o el otro podamos tocar, o los instrumentos que usemos. Tenemos gustos musicales e ideas muy diferentes cada uno de nosotros, pero cuando logramos conectar en la búsqueda de una canción o en una situación en directo, ahí es donde Brutus encuentra su mejor versión. Sí, al ser todos muy dispares, cuando encontramos la conexión es cuando todo crece.
Tras veros en directo, me gustaría saber si el propósito de la banda es puramente existencial. Lo digo porque en los directos se os ve muy enfocados, como atravesando algún tipo de trance.
Creo que nos concentramos muchísimo en lo que hacemos y nos esforzamos en expresar las canciones en la manera que el momento requiere, teniendo en cuenta la hora, el escenario, el país, todo. Porque siempre es una sensación distinta. No es igual tocar en Bélgica que en Transilvania. La interacción con la audiencia nunca es igual. Yo no soy quien más interactúa, pero Stephanie sí. Lo que siente el público es esa conjunción de factores, y en cada concierto es diferente.
Respecto a esta idea de tener a Stephanie más conectada con el público, ya sea porque es la que canta o lo que sea, me llamó la atención que tú, siendo el bajista te ubiques en el centro del escenario. ¿Es una especide de manifiesto? ¿Tener al bajista en el centro del escenario? [risas].
¡No, no! No comenzó como un manifiesto. En el primer show que hicimos nos ubicamos así y nunca más lo cambiamos. Resulta muy lógico para nosotros ahora. Solemos hablar de eso. ¿Qué podemos hacer para cambiar? Pero si me muevo a un lado y ponemos a Stephanie en el centro no sentiré que haya conexión con Stijn, será distinto. Siempre lo hicimos así desde el show uno… una vez intentamos cambiar en un ensayo pero la sensación fue muy extraña. Me gusta estar en el medio, puedo acercarme a Stephanie o a Stijn y estar en el medio respecto al público es genial [risas].
Y por suerte eres el más alto, así que eso queda muy bien en el escenario
[Risas]
En definitiva, otra vez aparece la conexión…
Sí, claro. Es importante en todos los aspectos, cuando nos comunicamos, en la furgoneta de gira. Comenzamos esta banda porque queríamos tocar entre nosotros, era el único objetivo. La base.
Vuestros discos suenan muy sólidos y en directo las canciones todavía crecen más. ¿Cuando definís la estética sonora de un disco, lo hacéis pensando en cómo sonará en directo?
Mmm… Es una constante dinámica desde el momento en que escribimos las canciones, no en un ordenador, sino en vivo, todos juntos en una habitación con equipos, amplificadores, batería, etcétera. No creamos en base a sumar pistas, sino que es ahí, in situ. No hay movidas de editar, borrar, volver atrás, nada de eso, somos realmente una “live band”. Luego en la etapa de demos sí, entonces vamos al ordenador, claro. Pero siempre en todas las etapas aparece la pregunta de cómo haremos esto en el escenario. Porque si te basas en lo que haces en el ordenador, podrás tener dos o tres guitarras, voces extra, etcétera. Pero cuando grabamos, nuestro sonidista, que es el que nos acompaña en las giras viene al estudio y analiza todo junto a los ingenieros de grabación: se enfocan en ver qué tipo de micrófonos estamos usando, qué equipos, cómo construímos el tono de los bajos, qué frecuencias ocupamos. Damos forma a nuestro sonido desde los ensayos al álbum al directo. Queremos ser la misma banda en todo momento. Por supuesto que es complicado porque no estás con tus cascos cuando nos escuchas en directo y allí pueden pasar muchas cosas. Depende de la sala, a veces el bajo está muy alto o la guitarra, pero eso buscamos ser la misma banda en todos los ambientes en los que nos movemos.
Algo que me parece muy bueno de Brutus es que aunque toquéis en un escenario grande, hay un nivel muy alto de intimidad con el público. Es muy difícil distraerse cuando se os ve en directo. ¿Cuál crees que es el elemento en la música de Brutus que hace que esto suceda?
No sé porque, aunque sea una respuesta estúpida, tengo que darla de todos modos: cuando estás en una banda quieres ver a tu banda, pero no es posible [risas]. Me encanta lo que describes en cuanto a lo que se siente viéndonos, quiero sentir lo mismo, quiero estar también en el público, pero claro…
No puedes...
Ya, pero este verano tocamos en un festival muy grande que filmaban todo con muchas cámaras, siete para ser exactos. Pudimos ver ese show editado por un equipo muy talentoso y se veía increíble. No sé cómo lo hacemos. Entiendo lo que me dices del escenario grande, quizá haya algo en cómo organizamos el escenario… No soy fan de Red Hot Chili Peppers, para nada, pero los vi tocar una vez en el festival más grande de Bélgica y ellos se juntaban muy cerca de la batería, allí donde todo sucede. Creaban un ambiente pequeño, como de lugar desde donde surgen las cosas. Eso es algo que tratamos de hacer, el no estar muy lejos entre nosotros, sentirnos cerca y luego por supuesto está Stephanie, que yo no conozco a nadie que toque, cante o se mantenga en foco como ella. Cuando veo videos de Brutus, las cosas que ella hace, olvídate de mí y de Stijn, lo que ella hace ya es algo especial. Lo siento cuando toco con ella, aún hoy en día, y eso que ya hemos hecho infinidad de shows juntos. Lo tomas como algo normal en un punto pero cuando te detienes es como “¿Qué coño hace? ¡Es tan increíble!”. Esto es gran parte de nuestro atractivo.
"No creamos en base a sumar pistas, sino que es ahí, in situ. No hay movidas de editar, borrar, volver atrás, nada de eso, somos realmente una “live band”'
Por supuesto Stephanie puede funcionar como un gancho para mucha gente porque aún no es tan común ver chicas que toquen batería en una banda como Brutus, encima canta maravillosamente, pero permíteme decirte que para mí más allá de esa particularidad la banda se ve totalmente balanceada en el escenario. Hay una unidad muy llamativa.
Gracias.
Esto es una fantasía personal, pero me encantaría escuchar un álbum de versiones por Brutus. Ya sabes, tenéis un sonido muy particular y molaría escucharlo aplicado a la música de otros artistas. En este hipotético caso ¿de quién crees que podrían ser esas versiones?
Bueno amamos a The Cranberries, hicimos una versión suya. Hace mucho tiempo versionamos a Sinead O’Connor y no fue porque Stephanie tenga una voz adecuada para versionar a Dolores o Sinead, porque también hicimos “A Forest” de The Cure. Esa música, esas artistas tienen que ver con el lugar del que venimos, de la melodía, la emoción. Aunque la primera canción que quisimos hacer fue “Pet Sematery” de Ramones. Quizás algún día la hagamos. Será divertido.
Cuando se trata de componer, ¿usáis algún tipo de lenguaje en particular? ¿Acudís a géneros, imágenes o situaciones en pos de lograr dar con vuestras intenciones artísticas?
No, pero si hablamos de géneros es porque no queremos ser eso, no queremos sonar como tal o cuál estilo. A veces nos sentimos inspirados por otras bandas, por otra música. Recuerdo que, cuando estábamos escribiendo “Unison Life”, Stephanie descubrió a The Cranberries porque claro, ella es bastante más joven que yo, pero también nos enganchamos mucho con Fontaines DC, que tenían su último disco recién estrenado cuando nosotros componíamos y era como “Whoah, escucha cómo crean este ambiente”. Tenemos un doble espacio en nuestro local de ensayo, uno en el que tocamos y otro con sofás, una chinenea y una barra en la que hablamos de música y escuchamos música. Ahí se mueve mucha información e inspiración. Luego abrimos la puerta del local y no solemos tocar como lo que veníamos hablando que nos gustaba [risas]. Simplemente allí afloran los estados de ánimo y eso es lo que manda.
Una vez más se trata de la conexión.
Claro, absolutamente.
Leí en una entrevista que Stephanie decía que las letras del primer disco son completamente impersonales y las del último son muy referenciales a ella y sus sentimientos. ¿Cómo este cambio afectó las dinámicas dentro de la banda?
Creo que, desde mí perspectiva, se volvió todo aún más real. Cuando comenzamos a escribir nuestras primeras canciones Stephanie era una cantante muy joven que aún estaba descubriendo su voz y lo que podía decir con sus letras. Ahora que la conocemos bien y sabemos de su vida, entendemos lo que está cantando y de dónde viene. Eso lo vuelve todo completamente real.
¿Hay planes de nueva música?
Sí, pero no por ahora. Venimos de una época muy ajetreada. Hemos estado muy ocupados y no queremos ser ese tipo de banda que gira, graba, gira y graba. Nos tomaremos tiempo para el nuevo disco y será distinto porque cuando escribimos los anteriores lo hicimos alternando jornadas de composición con nuestros trabajos tradicionales que ya a esta altura no tenemos, así que será toda una nueva experiencia.
¡Estoy muy ansioso por saber cómo sonará lo nuevo de Brutus!
¡Yo también! [risas]
Conciertos de Brutus
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