Gomez levantaron con su primer trabajo, «Bring It On», algo más que curiosidad. Su música, a medio camino entre el sur de los Estados Unidos y las lecciones aprendidas de Beck, translucía originalidad y frescura (quizás no todo sea brit pop en las islas, después de todo). «Liquid Skin» es su brillante continuación, aSÍ QUE Aprovechamos su concierto en Barcelona para hablar con ellos de su nuevo trabajo.La cita es con Ian Ball, una de las tres voces de Gomez (junto con Ben Ottewell y Tom Gray) y quien nos explicará esta especie de cordón umbilical que une sus dos trabajos hasta la fecha: «Bring It On» (98) y «Liquid Skin» (99). «Existe continuidad porque algunas canciones de «Liquid Skin» son del tiempo de «Bring It On», hay cierto cruce entre los dos álbumes, pero la diferencia principal es que nos hemos convertido en una banda de directo antes de grabar el nuevo álbum». En este momento, Ben Ottewell interrumpe gritando (con una voz más cascada que la de Joan S. Luna en una fiesta de Mondo Sonoro), desde unas mesas más allá, donde responde a las preguntas de otro medio de comunicación: «Hello! How’s it goin’?». Ian contesta imitando su voz de cazalla: «It’s goin’ very well!». Decididamente están de cachondeo. Le digo que «Liquid Skin» parece un álbum más uniforme en relación con «Bring It On», que parecía más un puñado de buenos singles puestos uno detrás de otro. «Sí, es una buena forma de describirlo porque hay una progresión que une el disco, puedes escucharlo todo seguido y verás que hay un hilo conductor que te lleva de partes más relajadas al clímax, sí, hay un concepto detrás del álbum». En estos momentos vuelve a interrumpir el pesado de Ottewell con un berrido que mi grabadora ahora no acierta a reproducir, Ball contesta con un explícito: «You’re rubbish!». En fin, sigamos. Decía que Gomez parece estar experimentando con nuevos ritmos (no en vano llevan de gira a un sexto miembro encargado de la percusión). «Es algo natural porque hemos mejorado como músicos y utilizamos nuevos ritmos, algunos de influencia africana. Olly y Paul tampoco son muy buenos tocando ritmos normales, así que esto resulta más excitante». En nuestros días no es algo frecuente que una banda tenga tres voces, le pregunto a Ian si no se pelea con Ben y Tom a la ahora de decidir quién va a cantar cada canción. «Nos peleamos a puñetazos y yo siempre consigo las mejores canciones porque soy el más fuerte (risas). No, en serio, depende de varias cosas, a veces se trata de la textura de voz que necesitamos para cada canción, pero es algo que sucede, tampoco es que lo hablemos mucho entre nosotros». De todos modos, debe ser algo difícil competir con la hipermusculada voz de Ben Ottewell (a medio camino entre Tom Waits y Joe Cocker), ¿no? «Bueno, me tomó un tiempo alcanzarle, pero ya lo tengo, ¡ya lo tengo!» afirma Ball haciendo gala de un gran(dísimo) optimismo. Está bien, pero hablemos de cosas serias, ¿qué hace un grupo inglés desobedeciendo a su bandera y vendiendo su alma al demonio del sur norteamericano como si de unos Robert Johnson cualquiera se tratara? «Sí, esto es probablemente cierto, sonamos más americanos, pero no es nada buscado, es el sonido que teníamos desde que empezamos a tocar juntos. Quizás mucha de la música que escuchamos proviene de América, pero también oímos otras cosas como música africana, que incorporamos en las percusiones. De todos modos, no escucho la música dependiendo de dónde viene, sino que escucho la música que suena bien a mis oídos». Bien pensado, Gomez comparten más de una característica con los primeros Beatles, cuando intentaban imitar el acento americano o tocar al estilo de Chuck Berry. De hecho, también usaban tres voces... Habría que analizar más detalladamente estas posibles conexiones, pero existe otra más cercana: el artista antes conocido como Beck. ¿Os gusta que os comparen con él? «Oh yeah man! (la expresión le sale del alma) Beck junta distintos estilos de música y esto es lo que nosotros hacemos, creo que es un individuo muy creativo, está muy bien que nos comparen con él». De hecho, Gomez comparten con Scott 4 y The Beta Band una filia por el autor de «Loser» que nadie nunca imaginó que pudiera llegar a las islas británicas. «Esto es lo interesante, gente fusionando dos formas distintas de música o cinco sonidos diferentes que no te esperas oir, esto es lo que hace la música excitante, cuando oyes las cosas chocando inesperadamente». Algo que aleja definitivamente a Gomez de las redundancias del brit pop, género que aborrecen abiertamente, tanto como el sucio juego con el que la prensa inglesa suele hinchar a los grupos para después destrozarlos a placer. ¿No tienen miedo de entrar en el juego de la prensa inglesa? «Es peligroso, no podemos evitar estar dentro de ella, pero no es un lugar particularmente bonito en el que estar. No creo que la prensa musical británica sea positiva en ningún sentido, es como los tabloides, nadie quiere salir en ellos y si sales un día tu vida ya no será nunca la misma». Ojalá los tabloides les traten tan bien como lo hacemos nosotros.«Liquid Skin» está publicado por Virgin.
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