Border Girl
EntrevistasBeth Orton

Border Girl

Half Nelson — 07-10-2002
Fotografía — Archivo

Ni ella ni nosotros tenemos la culpa de que prácticamente media humanidad decidiera usar “Central Reservation” (Heavenly, 99), disco ganador de un Brit Award, como sintonía para volver a casa el domingo de madrugada cuando las drogas, los flirteos y la música nos han vaciado el cerebro, el corazón y el bolsillo. En cualquier caso, en las canciones y en la persona de Beth Orton hay suficiente sustancia para rellenar al menos dos de esos receptáculos.

Sin duda, “Daybreaker” (Heavenly/Emi, 02) carece de la pegada emocional de “Central Reservation”, pero eso no parece importar a aquellos que sólo lo usan como banda sonora de las calles desiertas. Quizás Beth aún se encuentre algo renqueante después de la crisis creativa y personal que siguió al éxito de “Central Reservation”, aunque también relacionada con el síndrome de Crohn que le provoca problemas intestinales crónicos. “Me recuperé gracias al disco de Ryan Adams. Tenía problemas con las palabras y en ese disco hay palabras muy bellas”. Se refiere a “Heartbreaker”, al que casi roba el título. “La palabra ´daybreaker´ surgió en una conversación con Johnny (Marr, ex Smiths y ex Electronic) antes de haber oído el disco de Ryan. Le dije a Johnny: ´quiero que este disco sea como un despertar, como algo maravilloso que da lugar a un nuevo día´. Fue después cuando oí ´Heartbreaker´ y conocí a Ryan Adams”.

“Me recuperé gracias al disco de Ryan Adams”

¿Ya estaba trabajando con Marr antes de recuperarse gracias al disco de Adams? Mmmmhhhh. “Conocí a Johnny en uno de mis conciertos en Estados Unidos. Estaba en backstage, pero no le reconocí. Éramos los únicos ingleses y congeniamos, me dijo que era guitarrista. ´Ah, sí, ¿con quién has tocado?´ ´Con Electronic y con The Smiths´. Me quedé petrificada, claro (risas). Pero sólo hay una canción con él en el disco (“Concrete Sky”), ¿las demás serán caras B? “No, no está previsto que se publiquen”. Apostaría a que tienes montones de cintas con canciones inéditas. “Ganarías”. Como pequeño castigo por haberse retrasado más de una hora en la playa y presentarse tan campante (casi como en la contraportada de “Daybreaker”), decido pincharla un poco. En cada uno de tus discos aparecen más invitados (en este, Marr, Adams, Emmylou Harris, además de los habituales Ben Watt, William Orbit y The Chemical Brothers), ¿no temes que acaben sepultando tu...? “¿...Identidad? Ryan Adams en ´Heartbreaker´ tenía a Emmylou Harris, Julianne Walsh y David Rawlings y la gente ni siquiera lo menciona. ¿Porqué lo dicen en mi caso? Porque soy una mujer y alguien ha decidido que necesito que la gente me ayude para poder acabar mi disco. Si he aprendido algo de la escena de baile es que el sentido natural de la colaboración entre artistas es algo positivo. Tengo una banda fantástica, pero nadie nunca lo menciona: Ali Friend (bajo) estaba en Red Snapper, pero Ted Barnes (guitarra y el primero en la extensa lista de agradecimientos) no viene de ninguna parte y es él quien ha hecho que este disco sea mejor que los anteriores... Soy muy tímida, pero a veces tengo facilidad para conocer gente y ponerla a trabajar para mi (risas). Son ellos los que quieren trabajar conmigo, ¿tú te negarías? (risas). Parece que al final se ha dado cuenta de que mi intención era más sonsacarla que molestarla, así se lo hago saber y la cosa empieza a fluir mientras le pregunto por la remezcla que de “Carmella” ha hecho Four Tet. “Oí su disco y me quedé maravillada. Pasé a mi discográfica una lista de gente que quería que remezclara mis canciones y puse a Kieran (Hebden) el primero. Estoy trabajando con él ahora, no se trata de remezclas, sino de nuevas canciones”. Sí, la crisis está olvidada, la presión se ha diluido. “Tuve más presión antes de ´Central Reservation´ porque ´Trailer Park´ (Heavenly, 96) tuvo muy buenas críticas y no estaba acostumbrada. Lo del Brit Award fue muy bonito, divertido y sorprendente, pero no me afectó”. Pues parece que le ha hinchado el ego porque, en este disco, su voz suena mucho más potente, como desacomplejada. “Es algo poco romántico, no es que tenga más confianza, es sencillamente que mi voz se ha vuelto más fuerte. Quizás sea algo mental, yo creo que mi corazón está ahora mucho más abierto”. Aquí empieza a mostrarse la Beth Orton encantadoramente contradictoria en la explicación de su método creativo. “Mis discos no son mis memorias, es música escrita con una intención artística. Creo que he mejorado en mi manera de escribir, pero quien escribe no soy yo exactamente. Cuando escribo, canto y uso palabras que me vienen a la mente, así que esas palabras y frases no son las que uso en mi vida diaria. Las leo y pienso, ¿de dónde coño ha salido esto?”, me explica entre sonrisas. “Quizás soy como una médium” añade coquetamente antes de regalarme un bella metáfora. “Las canciones son como flores que recoges y metes en un libro sin llegar a entender demasiado. Son bellas y están ahí, pero yo no puedo explicarte por qué”. Hablemos entonces de influencias. “Sin duda la música soul tuvo una gran importancia en mi formación (corríjanme si “I Wish I Never Saw The Sunshine” de las Ronnettes no es la única versión que se ha colado en sus Lp´s). Que me relacionen con Joni Mitchell está bien, pero... Terry Callier es un gran artista, parte del folk y fusiona muchas cosas, como John Martyn. Folk soul psicodélico, eso es lo que me gustaría hacer”. Acabamos, le pido algún secretillo de Johnny Marr. Se ríe. “Johnny me previno contra tipos como tú”. Maldito cabrón.

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