George Clinton dijo una vez “libera tu mente y tu culo irá después”, da la impresión de que tu nuevo disco “World Wide Funk“ es una especie de representación de esa filosofía, ¿me equivoco?
¡Eso diría! Poner toda esta música ahí fuera para que tanto los viejos como los nuevos fans del funk que todavía no la conozcan empiecen a aprenderla. Me gusta y me motiva difundir un mensaje completo de liberación a todos ellos.
Este disco es tu primer trabajo de estudio en seis años tras “Tha Funk Capital Of The World Populated”. ¿Cómo te sientes después de publicar estos quince nuevos temas?, ¿Lo ves como un soplo de aire fresco o como un paso más en el negocio y en tu carrera?
No, lo veo más como un soplo de aire fresco porque tengo la oportunidad de proyectar toda mi experiencia musical dentro de un entorno actual. He tenido la oportunidad de trabajar con artistas más jóvenes, con una generación actual y que nunca tuvieron la oportunidad de conocer los conceptos del estilo de la manera que yo llevo trabajándolos desde hace décadas. Ahora la juventud socializa y se entera de las cosas vía redes sociales, también promociona su arte a través de ellas, pero aunque parezca mentira también los hay que no acaban de establecer una metodología clara de llegar conseguir resultados de éxito. Este disco es más por ellos que por mí. Llevo años establecido como el Bootzilla-monster y pienso que es momento de ayudar a todos esos artistas y hacer que muevan el culo. Como artista conocido, mi idea es la de dar voz a quién no la tiene.
En tu larga carrera musical han cambiado muchas cosas. La escena ha cambiado al completo y además se han perdido artistas únicos como Prince o tu colaborador y amigo Bernie Worrell, pero una cosa perdura. El funk siempre está presente y no se va a ninguna parte”. ¿Estás de acuerdo?
¡Exacto! Como yo siempre digo: ¡El funk nunca muere, solo se multiplica! (risas).
Grabaste la mayor parte de este disco en los Bootzilla Re Hab Studios de Cincinnati...
Sí, allí se trabajó alrededor de un setenta por ciento de este disco y después salí en busca de otra gente para hacer cosas juntos. Eso me permitió de alguna manera la posibilidad de seguir conectado, como solía hacer años atrás. Antes estaba siempre conectado, ya sabes, como músico necesitas sentir esa sensación de que todavía te sientes libre y conectado con la gente.
“World Wide Funk” también es una llamada a descubrir el funk y compartirlo con otros, ¿no es así?
¡Exacto! Es más, me quito el sombrero por Bruno Mars, quien ha despertado a una nueva generación de funk. Es decir, que vuelve a inocular en la gente todo aquello que se hacía tiempo atrás en la época funk más gloriosa. Por eso es importante la conexión con la gente, porque si llegas a los chavales jóvenes, entonces estás logrando llegar a los que realmente lo cambian todo. Las escenas se hacen en la calle, con la generosidad de compartir y de contagiar la ilusión por algo.
¿Entonces piensas que esta nueva etapa va a ser mejor para el estilo y para ti mismo?
Sin duda. ¡Este va a ser el año de los funkers! Definitivamente. Me siento bien por ello, noto una energía positiva muy fuerte cuando escucho este disco y la aportación de todos esos chavales a las canciones. En general también me siento muy conectado a la energía del hip hop de vieja escuela, ya sabes, el auténtico hip hop. El trabajo de Daddy Kane y Doug E es brillante y fresco, quiero decir, haber contado con estos músicos para el disco ha sido una decisión muy acertada.
“World Wide Funk” también parece realzar el sentimiento de la amistad: hacer nuevos amigos, reencontrarse con los viejos y ver que en el fondo todos sois como una gran familia...
Es tal y como dices, exactamente. A veces la gente necesita escuchar opiniones que vienen de alguien que está a tu lado y cuando estas opiniones se formulan de forma honesta y amigable, ¡hay que escucharlas!
En la canción “World Wide Funk”, que da título al disco y lo inicia, cuentas con Doug E. Fresh, Buckethead y Alissia Benveniste, es una buena forma de empezar a lanzar ese mensaje que hemos comentado...
Fue cosa de Iggy Pop, ¿sabes? (risas). Le pregunté si quería hacer algo por mí, porque él estaba haciendo un disco y regrabando el tema “Purple Haze” y me pidió que le metiera el bajo. Me di cuenta de que estaba trabajando en mi propio disco y le dije si quería grabar algo, a lo que me contestó: “Dame un par de días y te mandaré algo”. A los pocos días me trajo la entrada del disco. En realidad no sabía dónde lo iba a utilizar, pero cuando lo escuché dije: “¡Whoah, mi disco tiene que empezar así!”.
La segunda canción, “Bass-Rigged-System“ es una fiesta de sonido de bajo bastante animal...
En esta canción conté con bajistas increíbles como Victor Wooten, Stanley Clarke, Manou Gallo, Alissia Benveniste & Word-Wide-Funkdrive. Para mí fue como la oportunidad de volver a ver a buenos amigos y hacer un par de ellos nuevos. Manou Gallo es del oeste africano, es una bajista con la que estoy colaborando de cara a su nuevo disco. No se podía tener mejor companía. Fue un enorme placer tener a toda esta gente alrededor mio.
Después de reunir a tantas estrellas y amigos, ¿hay alguna canción de este disco que te guste más que el resto?
No sé si tengo alguna predilecta, pero seguramente la que pegue más entre los funkeros es “Bass-Rigged-System”, aunque también me gusta mucho “Pusherman”. Es muy dificil escoger una parte de este disco porque lo amo por completo.
Eres el pionero del funk enfocado desde la perspectiva de un bajista. ¿Cómo definirías tu posición en la escena musical actual?
Estoy encantado de seguir en la industria y de ver como va evolucionando y si además la gente piensa que todavía sigo siendo relevante lo veo como un logro que me vuela la cabeza de forma positiva. Es como pensar en lo que has conseguido como ser humano y la capacidad con la que has conseguido comunicar. Quiero decir que es difícil para la gente comunicarse a día de hoy, pero yo siempre lo he conseguido, ya fuera alguien joven, viejo, blanco, negro, verde... y sin importar su religión o sexo. Es todo un honor haber conseguido lo que ha ido sucediendo en mi carrera. Es como si todo fuera más grande de la percepción que uno tiene. La música me ha brindado muchas cosas a la vez y quizá por eso ya no me cuesta tanto seguir sabiéndome relevante o seguir apareciendo en la foto del negocio.
Otro asunto importante es tu Bootsy Collins Foundation. ¿Podrías contarnos cuáles son tus objetivos?
Este es un tema que lleva mi mujer, pero déjame que te diga cuál es nuestra filosofía: “Dilo alto. ¡Un instrumento para cada niño!”. Es una idea que viene de cuando iba a la escuela y pienso en lo mucho que me ayudó tener un programa de música. Teniéndolo pude optar a tener instrumentos con los que practicar. De alguna manera pensaba que es algo que nunca va a acabarse, pero actualmente apenas hay programas de música en los colegios y los chavales apenas tienen acceso a instrumentos en determinados estratos sociales. Por eso decidí meterme en la piel de todos esos chiquillos que querían expresarse y no podían, y eso es lo que estamos tratando de evitar desde la fundación.
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