"Puedo hacer el disco que me dé la gana cuando me dé la gana"
EntrevistasBody Count

"Puedo hacer el disco que me dé la gana cuando me dé la gana"

Oriol Rodríguez — 05-03-2020
Fotografía — Archivo

Adalides del rap metal, Body Count vuelven a la carga con “Carnivore” (Cantury Media, 20), su tercer largo en la segunda etapa en su carrera emprendida por los californianos en 2009. El icónico rimador Ice-T nos descubre los detalles de esta salvajada perpetrada a golpe de riff lacerante y versos amenazantes.

Puede que este sea vuestro disco más brutal...
Mmmm... No lo sé. No estaría forzosamente de acuerdo con esta afirmación. Hay temas muy cañeros en el disco, sí, pero como en todos los discos que he hecho con Body Count. También es verdad que cada vez que nos metemos en el estudio intentamos sonar más y más fuerte. Así que puede que sí, que puede que este sea un poco más brutal que el resto.

Sí que es el disco más decididamente político.
Con Body Count tengo una fórmula que hago servir en cada disco, y que hasta ahora me ha servido. Y es que a la hora de escribir las letras siempre recurro a algunos de los temas que más me preocupan y me ponen de mala leche. Si os han gustado nuestros discos anteriores, en este vais a encontrar temas que hablan de las mismas cosas pero con un envoltorio sonoro diferente y espero que mejor.

En tiempos como estos una banda como Body Count es más necesaria que nunca para escupirle a los tiranos y poderosos.
Eso espero. Y espero que mis canciones sean suficientemente universales como para que puedan interesar tanto a un tipo de California como a un seguidor español. Al fin y al cabo, estoy seguro de que nos afectan las mismas cosas.

"Mi modelo ahora mismo es Miles Davis, un tipo que hizo cosas que molaban hasta el día de su muerte".

Por los que explicas sigues unas rutinas a la hora de crear las letras para los temas de Body Count. ¿A la hora de encerraros a grabar, también seguís procesos similares disco tras disco? ¿Ha sido muy diferente esta ocasión de las anteriores?
No, la verdad es que no ha sido demasiado diferente. La banda se juntó en el estudio, en New Jersey, y estuvo trabajando con el productor Will Putney. Durante un tiempo estuvieron creando un puñado de música nueva. Ideas de las que acabaron surgiendo las canciones del disco. Una vez todas las bases musicales estuvieron grabadas y acabadas, aparecí yo para escribir las letras y grabar las voces.

¿Fuiste la última pieza del engranaje?
Cuando llegué al estudio ya estaba toda la faena hecha. E hicieron un gran trabajo. El disco suena de muerte. Cuando llegué y escuché lo que habían hecho, flipé. Grabamos quince o dieciséis canciones y en el disco han acabado diez. Sí que en algunas de las canciones aporté ideas, sugerí cambiar puentes y estribillos.

Es un disco directo a la yugular: diez temas a caraperro y a casa.
No me gustan los discos que duran más de cuarenta minutos. La gente va en coche y difícilmente conducen más de media hora o cuarenta minutos, y esa es la medida ideal para el minutaje de un disco. Si haces un disco de setenta minutos acabará siendo un coñazo. La gente difícilmente llegará a escuchar las últimas canciones. Prefiero hacer un disco corto y que la gente lo pueda escuchar de principio a fin que no uno extremadamente largo con el que nunca lleguen al final.

Y encima cerráis con "The Hate Is Real", un tema que es como un puñetazo en los morros.
The love is fake but the hate is real”. Tío, con esto ya está dicho todo. ¿Te gusta? ¡Genial!

También habéis incluido una versión del “Ace Of Spades” de Motörhead.
Conocí a Lemmy cuando trabajamos juntos en el tema “Born To Rise Hell” para la banda sonora de la película “Cabezas huecas”. Desde “Manslaughter” (Sumerian Records, 14) en Body Count tenemos la tradición de grabar una versión de alguno de nuestros grupos de cabecera. En “Manslaughter” hicimos “Institutionalized” de Suicidal Tendencies. En “Bloodlust” (Century Media, 17), “Reign In Blood” de Slayer. Y esta vez hemos hecho “Ace Of Spades” de Motörhead. Si escuchas atentamente a Body Count percibirás que tras nuestra música está la influencia de bandas como Black Sabbath, Slayer... “Cop Killer” es puro Motörhead. Teníamos que rendirles homenaje. El problema era saber si yo sería capaz de cantarlo (ríe).

Pudiste.
Afortunadamente, Lemmy era muy grande pero en aspectos vocales no era Dio ni Mariah Carey. Pude alcanzar sus notas (ríe).

¿Cómo fue trabajar con Lemmy?
Era un tipo de puta madre. Alguien que sabía perfectamente que no tenía que demostrar nada porque ya lo había logrado todo. Una persona totalmente original y sin prejuicios. Yo era un rapero y él un icono del rock, pero congeniamos a la perfección. Fue genial poder trabajar con él. Dios le bendiga. Fue una gran pérdida. Insisto, era un tipo totalmente genuino y a mí me gusta la gente genuina.

Para este nuevo disco también has grabado de nuevo tu clásico “Colors”.
Teníamos un montón de material escrito para el disco pero de repente surgió la idea de hacer un versión en clave metalera de “Colors”. Y funcionó. En los conciertos de Body Count la gente siempre me pide temas de mi carrera en solitario como rapero. Ahora podremos ofrecerles como mínimo uno. Una versión que grabamos en poco más de cuarenta minutos a las seis de la mañana, pero, joder, quedó brutal. Para mí es una de las mejores del disco.

Este tema lo escribiste originalmente el año 1988 como pieza central para la banda sonora de la película del mismo título. Las cosas han cambiado una barbaridad desde entonces a todos los niveles.
¡Totalmente! En aquella época los discos se vendían a millones. La gente se sentaba en el sofá a ver la MTV, canal musical que tenía un poder increíble. Todo, ha cambiado todo. En Body Count intentamos ser una banda de metal clásico pero al mismo tiempo lidiar con temas actuales. Eso es lo que hace que seamos vigentes: nuestras letras hablan de la mierda sucedida la semana pasada.

En “Bloodlust” colaboraron músicos como Max Cavalera (Calavera Conspiracy, Sepultura, Soulfly), Randy Blythe (Lamb Of God) y Dave Mustaine (Megadeth). En “Carnivore” habéis vuelto a invitar a un montón de amigos como Amy Lee (Evanescence), Jamey Jasta (Hatebreed), Riley Gale (Power Trip) o Dave Lombardo.
Grabamos el disco sin que hubiera ninguna colaboración. Entonces la discográfica anunció que estábamos trabajando en material nuevo y un montón de gente contactó con nosotros para ofrecerse a colaborar. Y nosotros súper agradecidos. Nos gusta trabajar con la gente que quiere trabajar con nosotros. Jamey Jasta, Amy Lee... todos ellos han hecho cosas increíbles con las canciones en las que han participado. Lo de Amy, por ejemplo, es asombroso. Sin ella la canción era un cincuenta. Tras su colaboración, “When I'm Gone” es un cien. De eso se trata colaborar, no incluir nombres en los créditos del disco por el mero hecho de ser conocidos, sino de que dejen su huella en la canción y te ayuden a mejorar el trabajo hecho.

Has hecho un montón de cosas con un montón de gente, pero... ¿hay algún nombre con el que te haría especial ilusión trabajar y todavía no lo hayas podido hacer?
¡Buah! Tío, esta pregunta es una locura. Ahí fuera hay mucha gente con mucho talento. Me hubiera gustado trabajar con Prince. En el otro extremo, hacer la versión de “Reign In Blood” de Slayer fue un puntazo, porque no es una banda que permita a mucha gente meter mano en sus temas. Nos conocimos cuando hicimos “Disorder”, nuestro tema conjunto para la banda sonora de la película “Judgment Night” y de ahí surgió un respeto y una admiración mutuos. Que nos permitieran versionar “Reign In Blood” fue un orgullo.

No hay ninguna banda nueva que te haya llamado la atención.
Últimamente estoy muy pillado con Power Trip. Por eso Riley Gale, su cantante, está en el disco. De acuerdo que no son unos novatos, pero cuando los descubrí me volaron la cabeza. Giramos con una banda llamada Upon A Burning Body que también son la bomba. Y luego están mis hermanos de Ho99o9. De las primeras veces que se subieron a un escenario fue abriendo para nosotros. Son alucinantes. Me gusta la gente que ofrece cosas únicas. Hay muchas bandas buenas pero que no me dicen nada porque no aportan nada nuevo. Para que alguien me llame la atención necesito que me muestre algo diferente a todo lo demás.

Todas las que me has citado son bandas de metal o hardcore, ¿qué hay de la actual escena hip hop?
No me llama la atención el mumble rap. Me gusta la gente que utiliza la palabra y ahí hay cosas interesantes, claro, como Kendrick Lamar, que es un genio. Fui un gran fan de Bobby Shmurda. Y raperos como Benny The Butcher lo están haciendo bien. Tipos como él están devolviendo al hip hop la importancia de las letras.

¿Y para cuándo un nuevo disco de Ice-T rimando?
He hecho un par de temas nuevos y acabo de hacer una tercera. Juntas conforman una video-trilogía. Estoy a punto de cumplir sesenta y dos años y puedo rimar mejor que muchos de los chavales que hay ahí fuera (ríe). Mi modelo ahora mismo es Miles Davis, un tipo que hizo cosas que molaban hasta el día de su muerte. ¿Un disco entero de rap? Quién sabe. Es cuestión de encontrar el momento adecuado con el productor adecuado. Soy lo suficientemente afortunado como para no tener que hacer nada por pasta. Puedo hacer el disco que me dé la gana cuando me dé la gana.

¿Qué hay de tu carrera en el mundo de la interpretación?
Ahí sigo en “Ley y orden”. Ahora mismo estamos rodando la temporada veintiuno. Justamente hoy es mi día de fiesta de rodaje y aquí me tienes currando (ríe). Actuar me gusta, pero yo me considero artista y cualquier muestra de arte me interesa.

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