Convenciéndonos de que no solo estamos ante un talentoso rara avis, este londinense tiene a bien descubrirnos desde el respeto y la sensibilidad su pasión por la música de tradición hispana, maridada ahora por su toque de vanguardia y sus infinitas influencias a través de un disco que rezuma agradecimiento y ganas de vivir. Con motivo de su paso por España, tenemos el gusto de charlar con el propio Edwards sobre la confección de su nuevo trabajo, el diagnóstico de su dolor crónico, y su más que sincera admiración por la cultura latina.
Enfrentarse al segundo álbum nunca es fácil, aunque desde una óptica muy personal, debo confesarte que éste me ha gustado mucho más que el primero.
Si te soy sincero, yo también me siento más orgulloso de “Tarifa” que de mi primer álbum y pienso que éste es un trabajo mucho más sólido. Aunque hice lo mejor que pude en ambos, es cierto que me faltó mucha experiencia durante el primero y cambié mi proceso creativo de forma drástica en éste. Diría que el mayor cambio fue la forma en que la abordé trabajar sobre las demos. Con “On The Other Side” trabajé con un ingeniero increíble, Dani Bennett-Spragg, pero los equipos empleados eran muy limitados y no fui capaz de capturar la magia del directo en las demos. Siempre hay un momento como muy mágico en la revelación de una canción y quería asegurarme de que esos instantes quedaban sellados en este nuevo disco, así que invertí en nuevos equipos que me permitieron llegar hasta ahí y que me hicieran sentirme más capaz en tareas de ingeniería y producción. De hecho, casi todo “Tarifa” está grabado con mi equipo casero. Sin duda, todas las lecciones que aprendí durante la confección de aquel primer disco han marcado la diferencia en la realización de “Tarifa”.
"Todo el álbum en sí tiene ese lado atmosférico que es más cósmico y escapista que la mayor parte de mi música anterior"
Sabemos que los primeros pasos de este disco estuvieron marcados por el diagnóstico de un dolor crónico que te ha mantenido ausente por un tiempo. Por supuesto, queremos enviarte nuestro deseo para una pronta recuperación y saber más sobre cómo esta condición ha influido en el planteamiento del disco.
Muchas gracias por esos buenos deseos. Por suerte, mi salud ha mejorado enormemente en el último año y mis niveles de dolor se han reducido mucho. Es algo con lo que todavía vivo, pero he recuperado mi vida y me siento feliz y sano de nuevo. El problema se agravó especialmente entre 2020 y 2022. No podía tocar mis instrumentos, por lo que fue un momento de lo más aterrador y complicado. No estaba claro si podría volver a hacer una gira, así que ese pensamiento que me llevaba a creer que mi carrera había terminado se convirtió en algo que necesitaba apartar de mi mente cuanto antes. Aprendí muchas lecciones durante aquel tiempo que me cambiaron profundamente como persona y una de ellas fue la de intentar ser más indulgente conmigo mismo. Seguir queriendo superar mis límites, pero hacerlo desde el autocuidado. Eso me ha llevado a reducir la presión a la que me estaba exponiendo a mí mismo y, a su vez, tratar de disfrutar del viaje tanto como fuera posible. Siempre es bueno dar lo mejor de ti, pero honestamente, hacer música nunca debería dejar de ser algo divertido.
Teniendo en cuenta que tu viaje a Tarifa marcó un antes y un después en tu recuperación, ¿es el título del disco una forma personal de rendir tributo a esta zona de España?
Cuando viajé a Tarifa en noviembre del año pasado para trabajar en el álbum fue realmente la primera vez en mucho tiempo que me sentía lo suficientemente sano y capaz como para estar lejos de casa durante un período prolongado. Es un rincón del mundo increíblemente hermoso y la luz en invierno es realmente extraordinaria e inspiradora. Me sentí muy feliz de estar allí, fuerte de nuevo y con ganas de perderme por completo en el proceso creativo de un nuevo disco. Fue uno de los momentos más felices de mi vida, no te exagero. Así que sí, en respuesta a tu pregunta, hay un sentimiento de gratitud a España implícito en este disco.
De hecho, la letra de “Tarifa” habla sobre curación, aunque la música tiende a llevarnos a una esencia más escapista y evasiva.
Todo el álbum en sí tiene ese lado atmosférico que es más cósmico y escapista que la mayor parte de mi música anterior. Es algo que está especialmente presente en los sintetizadores, combinados con un uso extensivo de reverberaciones, con los que he querido lograr expresamente que los tonos del disco parezcan de otro mundo y de ensueño. Apoyarme en esa identidad más sobrenatural fue algo que disfruté particularmente, pues debo confesar que me fascina la ciencia ficción y recientemente he leído algunos libros como “The Precipice” de Toby Ord sobre el “largoplacismo” que han tenido un gran impacto en mí. Escribir música también supone para mí dar espacio a muchas de esas ideas.
En el disco, sin embargo, hay otras personas implicadas. Entre ellos, Pilo Adami de Nubiyan Twist.
Pilo y yo nos conocimos grabando juntos en las sesiones en vivo de Malena Zavala, en Abbey Road, para su álbum “La Yarará”. Pilo tocaba la percusión en su banda y yo colaboraba con ella al charango en un par de temas. Me impresionó mucho lo que hacía y unos meses más tarde vino a grabar un par de canciones para “On The Other Side”. Mantuvimos el contacto y reservamos un día para escribir algo juntos. En nuestra primera sesión juntos trabajamos en lo que posteriormente se convertiría en “Silver Beaches”, y lo recuerdo como un día de lo más divertido. Pilo es del sur de Brasil y nuestros diferentes orígenes parecían complementarse entre sí de una manera realmente única. Recuerdo tener muy claro que quería que este disco tuviera un fuerte enfoque en el ritmo y el groove, así que definitivamente Pilo fue fundamental para ayudarme a lograrlo. Mantuvimos el tono orgánico de mis trabajos previos, pero a su vez agregamos baterías tradicionales y ampliamos la paleta de sonidos con su enorme colección de instrumentos de percusión. Nos hicimos grandes amigos durante el proceso y hemos seguido colaborando en un montón de cosas desde entonces.
"Es importante intentar acercarse al arte culturalmente ajeno de la manera más sensible y respetuosa posible"
Tal y como lo hiciste en tu debut, en "Una Noche Más" pasas de ser un mero espectador de la cultura latina a abrazarla, atreviéndote a cantar en español. ¿Cómo has vivido este particular salto?
Desde mi perspectiva, en realidad no me resulta nada inusual o extraño cantar en un idioma extranjero, así que trato de no hacerlo demasiado intimidante para mí. Es habitual escuchar a hablantes no nativos cantar en inglés y personalmente, me resulta algo muy empoderador, así que siempre he pensado que podía hacer lo mismo yo. Los idiomas son otra de mi otra gran obsesión, junto con la música, y escribir canciones siempre me ha fascinado más que cualquier otra forma de arte debido a la intersección de esos dos métodos de expresión. Aprender español fue lo que realmente me hizo enamorarme del idioma y el país, pero a su vez también me ayudó a descubrir mi amor por el inglés, dándome un punto de referencia que antes no tenía. Aunque puede resultar intimidante cantar en un idioma extranjero, también es algo que me llena de orgullo y trato de hacerlo de la manera más respetuosa posible. Y por supuesto, mis amistades de habla hispana han contribuido mucho a la hora de ayudarme a navegar a través de este cometido.
Entre ellas, Mavica, que me consta que ha tenido mucha relevancia en tu proyecto.
Mavica ha dejado una gran huella en este disco, sin duda. Es una artista brillante y la emoción y el tono de su voz son rasgos muy especiales. Junto a Charlotte Schnurr, ambas han agregado mucha profundidad y peso a las canciones y constantemente fueron las piezas que faltaban en éstas para darlas por completas. Mavica y yo somos amigos desde hace muchos años, y empezamos a colaborar de forma más regular desde que ella regresó a Londres el pasado año. Es un placer grabar con ella y definitivamente me ayudó a sentirme más seguro con las partes del álbum cantadas en español.
Evidentemente, nadie puede ignorar lo “inusual” que resulta ver a un artista británico sintiéndose tan integrado en géneros que están tan alejados de su tradición. ¿Crees que es lícito que un artista deba limitarse únicamente a explotar la música que pertenece a su entorno más cercano?
Personalmente, pienso que es importante intentar acercarse al arte culturalmente ajeno de la manera más sensible y respetuosa posible, pero también siento que la idea de limitarse únicamente a explorar aquellas influencias que tan solo están próximas a tu tradición o procedencia es un tanto absurdo. De hecho, si ejerciéramos exclusivamente ese tipo de procesos creativos, muy probablemente terminaríamos sentenciados al estancamiento artístico e incapaces de generar arte nuevo. La música es tal vez el lenguaje universal más importante que tenemos y su historia se ha construido a través de conversación, intercambio y movimiento. El ritmo, la armonía y los diferentes estilos han evolucionado y mutado a lo largo del tiempo precisamente gracias a esos intercambios. Cuando trabajo haciendo música, especialmente con otros artistas tan distintos a mí, siento como un aire de solidaridad humana que es muy difícil de obtener en cualquier otro contexto de la vida cotidiana. Y creo que eso se debe a que la música es una de las herramientas más poderosas que tenemos para expresar nuestra humanidad. En un momento en el que el mundo está más conectado que nunca, pienso que el intercambio musical y cultural es algo que deberíamos fomentar más en lugar de penalizar.
¿Recuerdas cuál fue tu primer acercamiento a la música tradicional hispana y cómo reaccionaste ante ese choque cultural?
Conocí la tradición de la guitarra española por primera vez a una edad muy temprana, como con unos 8 años o así, cuando mi madre me llevó a ver al guitarrista clásico John Williams actuar en el Hay Festival de Gales. Fue a partir de ahí que di con la extraordinaria belleza de la guitarra española como instrumento, así como con piezas como “Recuerdos de la Alhambra” de Francisco Tárregas y “Asturias” de Issac Albéniz. Fue inolvidable. Todavía recuerdo aquel concierto a día de hoy y cómo éste me inspiró a querer empezar a tocar la guitarra con cuerdas de nailon.
Pues hablando de conciertos, ¿cómo animamos a la gente a que venga a verte el próximo mes de noviembre a Barcelona y Madrid?
La verdad es que me siento de lo más afortunado por poder tocar y girar junto a un grupo de músicos tan excelentes como el que me acompaña y ellos ya deberían de ser suficiente motivo para que la gente venga a vernos. Somos seis en el escenario pero tratamos de hacer que los arreglos en vivo sean lo más amplios y dinámicos posibles, dejando espacio para que cada músico también se exprese de forma individual. Cada vez hay más ritmo en nuestros conciertos, así que quiero que la gente venga y se sienta libre para poder bailar y moverse. A medida que nuestros conciertos avanzan, vamos creando sobre los asistentes espacios sobrecogedores y ensoñadores a partir de reverberaciones y composiciones etéreas. Un poco como sensación que alguien tendría al entrar en una iglesia o en un templo. Con ello, mi esperanza es que el público se sienta transportado por nuestra música.
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