“Es un espacio desde el que generar nuevas sensaciones”
EntrevistasBlack Crystals

“Es un espacio desde el que generar nuevas sensaciones”

Fernando Fuentes — 07-10-2022
Fotografía — Javi Peñalber

Jon Aguirrezabalaga publica “Black Crystals“ (Mushroom Pillow, 2022), álbum que sirve de presentación para su proyecto homónimo, en formato largo. En sus diez temas, el músico y productor vizcaíno se mueve en una electrónica cinemática, instrumental y futurista que va del syhtn-pop, al dreampop, pasando por un electro-ambient envolvente y escapista con ramalazos orientalistas.

-Hola Jon ¿este nuevo álbum -‘Black Crystals’- que ahora presentas, ¿ha sido producido en tu estudio El Tigre de Bilbao? ¿De principio a fin?
Sí, hice todo allí, desde los primeros bocetos hasta el mastering, del cual se encargó Xabier Eguía.

-¿Sigues en tu labor profesional de producción y remixeo para otros artistas? ¿Para cuáles has trabajado en los últimos años? ¿Qué les exiges para poder formar parte de tu particular universo sonoro? ¿Y tú qué les aportas?
Sigo con mi labor de producción sí, últimamente a un ritmo difícilmente sostenible la verdad… lo único que necesito para trabajar con un proyecto es queme mueva las tripas, me emocione y tener buen feeling con las personas involucradas. Este último año he trabajado con artistas como Verde Prato, Sara Zozaya, Kokoshca, Laura Sam y Juan Escribano, Airu…

-¿Por qué creas un nuevo proyecto al margen de Zabala? ¿Era justo y hasta necesario?
Empezar un nuevo proyecto te da un nuevo sitio mental del que partir, y eso siempre facilita el aspecto creativo, al menos en mi caso. Aunque sea de forma inconsciente con Zabala tengo una serie de coordenadas por las que me he movido (aunque estas hayan ido variando a lo largo de estos años) y Black Crystals ha sido abrir una nueva puerta, un espacio desde el que generar nuevas sensaciones tanto en mi como en la gente a la que pueda llegar.

-A este respecto, ¿en qué se parecen y diferencian ambos akas tras lo que está un tal Jon Agirrezabalaga?
A la hora de componer y producir parto de diferentes estadios mentales. Está claro que tanto Zabala como Black Crystals soy básicamente yo, pero diría que este nuevo proyecto tiene un carácter más nocturno, menos cinemático en algunos aspectos y un acercamiento más cercano al club, con un punto más directo.

-¿Son compatibles al 100%? ¿No crees que Black Crystals terminará por “comerse” a Zabala?
Son cosas que realmente ni me he llegado a plantear pero diría que son compatibles, y para mi útiles en cuanto a lo que te comentaba de utilizar diferentes tipos de impulsos y motivaciones, ampliar el abanico sonoro. Les veo coexistiendo en perfecta armonía como buenos hermanastros 🙂

-Antes de meternos más en harina, ¿echas de menos a WAS? ¿Qué queda de aquella guitarra en, por ejemplo, este Black Crystals?
Ahora que empiezo a tener un poco de perspectiva soy más capaz de valorar lo que hicimos con WAS, los sitios a los que llegamos y como lo hicimos. Fue una etapa preciosa y finalizada en el momento adecuado, aunque claro que echas en falta cosas, fueron años mágicos. En cuanto a lo que comentas de la guitarra, siempre quedan cosas, pero en WAS tenía un punto de urgencia que ahora no veo en estos proyectos. Aquí cuando la utilizo está siempre más enfocada a las texturas y a algo más turbio.

-¿Sin WAS hubieran sido posibles tanto Zabala, como este Black Crystals?
No, no tengo ni idea de donde podría haber acabado musicalmente hablando pero WAS fue para mi la puerta de entrada a muchísimas cosas y una especie de iniciación sin la cual no habría llegado nunca aquí.

-¿Volverías a producir pop o rock tras haber “caído” en las redes -léase, mieles- de la electrónica?
Realmente sigo produciendo muchos proyectos de pop, algunos con componentes electrónicos como Sara Zozaya o Airu pero también otros puramente guitarreros como Dadabe o Kokoshca. Y lo disfruto mucho, esa variedad en los proyectos me da vida y me obliga a tener cintura mental.

“Este nuevo proyecto tiene un carácter más nocturno, menos cinemático en algunos aspectos y un acercamiento más cercano al club, con un punto más directo”

-¿De qué manera ha cambiado tu proceso compositivo, de los tiempos de WAS a la actualidad?
La principal diferencia es que, aunque fuera de forma inconsciente, en WAS siempre tenías presente que eran temas que tenían que tener un sentido en directo, cierta potencia y un groove que se sostuviera en cualquier formato. Ahora mismo no me planteo nada de eso a la hora de componer y lo que busco generar es algo más introspectivo, más abstracto.

-Tras varios lanzamientos previos como Black Crystals, al fin te has lanzado a producir un álbum completo, ¿por qué precisamente ahora?
Estos años han sido rarísimos en cuanto a la presentación y desarrollo de proyectos, y realmente estaba planteado que el disco saliera antes, pero se fue retrasando y tanto Mushroom Pillow como yo hemos creído que este era el momento justo.

-Lo lanzas a través de una discográfica que cuida mucho sus releases y artistas como es Mushroom Pillow, ¿es, quizá, la mejor disquera para este álbum?
Sí, porque ha sido mi casa durante muchos años y buena parte de la responsabilidad de que salga este álbum a la luz es de ellos, empujaron y aportaron la motivación para sacar este proyecto adelante. Era un disco que disfruté mucho componiendo pero la verdad es que lo hice por puro goce, sin plantearme que algún día podría ser publicado. Marcos de Mushroom lo escuchó, le gustó mucho y creyó que era algo que merecía la pena sacar a la luz.

-En este ‘Black Crystals’ homónimo que sirve de presentación para tu nuevo proyecto, en formato largo, hay 10 temas en los que te mueves en una electrónica cinemática, instrumental y futurista que va del syhtn-pop, al dreampop, pasando por un electro-ambient envolvente y escapista con ramalazos orientalistas… ¿qué más podríamos añadir?
Creo que con eso es más que suficiente jaja! Me cuesta muchísimo catalogar lo que hago, y me pasa mucho que le enseño un tema nuevo a gente cercana y lo enmarcan en estilos de los que no he oído hablar… no soy muy freak en cuanto a los diferentes compartimentos de la música electrónica.

-Escuchando el disco, si acudimos a grandes referentes, creo que es ineludible hablar de Jean Michael Jarre, Krfatwerk o Vangelis… ¿nos ayudas con más?
Estos tres son básicos, son cosas que crecí escuchando en casa y son influencias que se incrustan y que creo que realmente no han aparecido en mi música hasta ahora, al menos no de una forma tan clara. Siempre he entendido esos proyectos como música pop desarrollada a través de la electrónica, y veo a Aphex Twin (no todo lo que saca pero sí buena parte), Four Tet o Jon Hopkins como continuistas de ese camino, y claramente influencias en mi música.

-¿Cuáles son tus temas favoritos y por qué?
Buff, en este caso me cuesta mucho elegir temas en concreto, en mi cerebro ahora mismo el disco es una única pieza que no puedo descomponer. Te diría “Acid house revenge” o “Angels in Maiden Lane” pero porque las estuve escuchando ayer por la noche y me dieron un buen viaje jaja.

-Sigues utilizando sintes analógicos, ¿verdad? ¿Ahora ya más Korg Ms20 que Polysix?
Utilizo todo lo que tengo en el estudio, el Ms20 y el Moog prodigy fueron los más explotados en este álbum, junto con la caja de ritmos MFB Tanzbar. Pero sí, sigo utilizando casi exclusivamente cacharrería analógica, no por purismo sino porque se me hace más fácil e inspirador. Escucho trabajos de otra gente realizados únicamente con un portátil y plugins y me parecen auténticamente brillantes.

-Sabemos que la pandemia tuvo un importante impacto para ti, tanto en lo personal, como en lo artístico, ¿cómo se ve ahora con algo más de distancia? ¿Tú, personalmente, has salido mejor de la misma?
Digamos que salimos de ahí como podemos, sin más. Está bien lo de pensar en que se puede aprovechar algo así para mejorar las cosas tanto a nivel personal como de sociedad pero me parece muy naif. En general veo a mucha gente hecha polvo mentalmente y los resquicios parece que durarán mucho tiempo.

-Miremos al futuro inminente, ¿cómo, cuándo y dónde vas a presentar los temas de este nuevo álbum? ¿Te sigues negando al directo?
No, con Zabala he hecho cosas puntuales y las he disfrutado mucho. Todo depende de conseguir una propuesta con el suficiente interés, y que no se limite a ver un tipo a oscuras con un teclado y un ordenador que no sabes si está leyendo El País o mirando recetas de cocina. Musicalmente tiene que ser algo vivo, y visualmente atractivo, algo que ofrezca una experiencia con entidad para el público.

-Para terminar Jon, mójate, es este ‘Black Crystals’ lo mejor que ha hecho Jon Agirrezabalaga hasta el momento?
Siempre creo que lo último que he hecho es lo mejor hasta el momento y esto no es una excepción, pero falta la perspectiva del tiempo para valorarlo en su justa medida. Estoy muy orgulloso del álbum, he disfrutado muchísimo haciéndolo y no cambiaría nada, con eso me quedo.

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