Después de un par de EP’s tras su formación en 2009, Birds In Row debutaron en 2012 con el LP ‘You, Me & The Violence’ (Deathwish, 12), relevado seis años después por el increíble ‘We Already Lost The World’ (Deathwish, 18). Cuatro más tarde de su última referencia y con cientos de conciertos a sus espaldas alrededor de Europa, Canadá y Estados Unidos, el power trio francés de post-hardcore vuelve al campo de batalla con ‘Gris Klein,’ su tercer disco que saldrá a través de Red Creek, el nuevo sello creado por uno de los integrantes de los suecos Cult Of Luna hace un par de años. Hablamos con su guitarrista y vocalista B. sobre el proceso creativo alrededor de este álbum.
Vuestro tercer disco sale a través de Red Creek, la nueva discográfica de Johannes de Cult Of Luna. ¿Cómo surgió este nuevo proyecto entre vosotros? Supongo que seguiréis manteniendo vuestro catálogo y relación con Deathwish porque parece que hay una buena relación entre ambas compañías.
Red Creek nos contactó mientras estábamos grabando las demos para ‘Gris Klein’. Nos llevó un poco de tiempo considerar la propuesta ya que Deathwish fue nuestra casa durante diez años, pero después de discutirlo con ambas partes decidimos que lo mejor para nosotros era trabajar con Red Creek. Es emocionante formar parte de una nueva aventura, se siente como comenzar de nuevo. Tener la confianza artística de Johannes es un verdadero honor y estamos ansiosos por ver lo que deparará el futuro.
Sé que sois personas a las que les gusta mantener cierto anonimato, pero me gustaría conocer un poco cómo es vuestro día a día cuando estáis grabando y cómo han sido las sesiones de ‘Gris Klein’ entre vosotros y con Amaury Sauvé y Magnus Lindberg.
Grabar ‘Gris Klein’ fue raro. Como se compuso durante el confinamiento, no estábamos preparados al 100% a nivel técnico. Fue como si no nos hubiésemos tomado el tiempo suficiente para pensar en la mezcla y cómo queríamos que sonase, ya que los pocos momentos que pudimos pasar juntos en el local de ensayo los dedicamos solo a componer, así que la preproducción fue un poco caótica. Después llegó la grabación propiamente dicha y dos amplis explotaron, los platos de la batería se rompieron… Fue un desastre (risas). También tuvimos que arreglar una guitarra. La grabación terminó con nosotros tocando y las voces por encima con alguna que otra percusión por aquí y por allá. No hubo segunda guitarra ni nada. La mezcla del disco consumió mucho nuestras energías y resultó bastante dolorosa porque no estábamos preparados ni seguros de lo que queríamos. Después de Amaury lo mezclase, empezamos a tener las ideas más claras pero no nos quedaba tiempo. ‘Gris Klein’ lo masterizo Thibault Chaumont, como nuestro anterior trabajo, pero nos quedó una sensación de proyecto inconcluso a pesar de que ambos habían hecho su trabajo de la mejor forma posible. Fue entonces cuando Red Creek nos propuso que Magnus lo mezclase, así que lo retomamos desde el mismo lugar donde lo dejamos con Amaury y Magnus añadió sus conocimientos adicionales. Estamos muy contentos con el sonido que logramos.
“A veces las personas son como espejos a los que mirarse y ellas son las que te dicen si tu arte vale la pena”
2020, 2021 y también parte de este 2022 han sido años catastróficos. Nadie se libró de las cuarentenas, los alejamientos, la muerte, la soledad, la incertidumbre… Esto parece haber influido mucho en la composición de ‘Gris Klein’, como ya habéis comentado. ¿Cómo ha sido componer en estas condiciones? ¿Pudisteis reuniros para ensayar y compartir ideas o ha sido todo a través de mensajes, videollamadas y así?
Somos un grupo de local y nunca habíamos compuesto a través de un ordenador. Fue difícil no poder quedar para ensayar. Nos ayudó para algunas ideas con la guitarra antes de componer el resto, lo cual era diferente a lo habitual, pero luego ya pudimos quedar para terminar. En cuanto a las letras, los encierros dieron más fuerza a los temas que tratamos: la depresión y ansiedad. Ver a la gente destrozándose los unos a los otros por temas que nadie domina inspiró “Daltonians”, por ejemplo. La ansiedad por el futuro fue una especie de buena musa.
Un poco en relación con la pregunta anterior, ¿creéis que la pandemia ha cambiado algo en nuestra sociedad? Lo que en un primer momento pareció unirnos para luchar derivó en más miseria. Los ricos siguen mandando, los pobres son más pobres, el racismo y las ideologías conservadores, liberales y de extrema derecha siguen en auge, los asesinatos y el maltrato a mujeres y personas LGTBI+ siguen siendo preocupantes, los jóvenes tienen más problemas mentales que nunca… Personalmente creo que nos hemos ido más a la mierda. Sé que es una generalización, pero la falta de solidaridad y humanidad parece haberse vuelto más prevalente reflejando lo peor del ser humano.
Ha sido un evento bastante extremo para todos. El racismo, misoginia, transfobia… todo eso estaba aquí ya antes de la pandemia, y estos discursos opresores crecieron con la normalización de la extrema derecha en la política. La verdad, no creo que esté relacionado con la pandemia. La tensión social ha sido más visible porque la gente pasó más tiempo en Twitter al no poder trabajar, pero la radicalización en los discursos de odio y el ultracapitalismo ya estaban aquí desde hace algún tiempo. Con un evento tan brutal como la pandemia, los pobres no pudieron crecer y los más ricos hicieron lo que mejor saben: aprovecharse de los demás para su propio privilegio. Esto amplificó un poco lo que ya estaba sucediendo económicamente. Creo que uno de los mayores daños que causó la pandemia fue sobre nuestra salud mental (el aislamiento, la depresión, ansiedad…) y en la confianza que tenemos unos sobre otros. La forma en la que la gente se polarizó por los debates que nos impusieron los medios de comunicación ha degradado la red social que habíamos tejido durante décadas.
Cuándo escribís las letras de vuestras canciones, ¿participáis todos o es algo más individual?
No es un esfuerzo colectivo, pero siempre tenemos en cuenta que los tres tenemos que ser capaces de respaldar las letras. Si no crees en lo que tocas, no va a funcionar. Por lo general, elegimos un tema principal juntos y luego la composición lírica se vuelve individual, con la validación de los demás cada vez se completa una canción.
En ‘Gris Klein’ mostráis parte de lo comentado sobre los momentos de soledad durante la pandemia y aspectos más directamente sociales sobre el desconcierto fruto de estos últimos años, pero sorprendentemente parece que sois capaces de canalizar todas estas emociones para llegar a un mensaje final de esperanza y positividad. En vuestras letras parece que queréis buscar una especie de unidad para recorrer el camino de la vida a través de la bondad, la amistad y el amor.
Es algo que hemos tratado de exponer durante al menos diez años. Creemos que si no hay un futuro por delante, no tiene sentido vivir. Si estás vivo es porque crees en un posible desenlace positivo. Estás siendo optimista sin saberlo. Este es el tema principal de ‘Gris Klein’: que no veas el color en la vida y no puedas apreciar los momentos bellos de paz no significa que estos no existan, simplemente significa que no eres capaz de verlos debido a los filtros de la depresión y ansiedad. Y ahí es cuando la comunidad es importante. A veces las personas son como espejos a los que mirarse y ellas son las que te dicen si tu arte vale la pena, que merece la pena compartir tus ideas y disfrutar de tu propio cuerpo. Y tú harás lo mismo con ellas. En nuestro anterior disco teníamos una canción llamada “Love Is Political” que trata sobre esto. La benevolencia, el amor… son las respuestas políticas a un mundo que intenta dividirnos.
Después de escuchar vuestros álbumes bastantes veces, siento que vuestro mensaje sigue siendo claro y fuerte y pienso que no ha cambiado demasiado desde que comenzasteis vuestra carrera. ‘Gris Klein’ parece ser un manifiesto que pretende seguir ese camino, tanto a nivel lírico como musical. ¿Fue idea vuestra seguir este camino o simplemente surgió de manera natural?
Fue algo natural. No escribimos novelas ni ciencia ficción, hablamos sobre nuestras vivencias y sobre lo que creemos. Simplemente nos parece interesante utilizar diferentes puntos de vista.
Sinceramente, creo que sois una de las bandas más importantes de la última década en vuestro estilo. Sois poéticos y emocionales pero también sois capaces de transmitir una rabia y frustración brutal con momentos más agresivos y rápidos. Al menos yo soy capaz de sumergirme en vuestro mundo, que no es otro que el nuestro también, y cuando termino de escuchar vuestras canciones siento como si hubiese compartido mis penas y frustraciones con un amigo de toda la vida.
Wow, eso es un gran cumplido. Gracias. Es interesante que hables de “un amigo de toda la vida” porque eso es algo que hemos tratado de mantener con nuestra audiencia: no separarnos y tener contacto directo. Intentamos ser lo más receptivos posible cuando recibimos mensajes, pero últimamente ha sido difícil no mantener las distancias porque nos encontrábamos en una situación de espera hasta poder girar y existir otra vez. Ha sido bastante deprimente no poder disfrutar todo lo que hay alrededor del grupo, pero ahora que vamos a empezar a girar de nuevo será genial.
“Uno de los mayores daños que causó la pandemia fue sobre nuestra salud mental y en la confianza que tenemos unos sobre otros.”
Hoy en día es bastante normal poner etiquetas a los artistas, y es cierto que en vuestra música se puede notar la influencia del screamo y post-hardcore con algún que otro detalle más experimental. ¿Os sentís cómodos cuando os encasillan en estos géneros? ¿Todavía escucháis música de este estilo que influencie vuestro sonido? ¿A qué bandas le estáis prestando más atención últimamente?
No podemos elegir las etiquetas que nos pone la gente, y está bien porque no tengo ni idea de cómo etiquetarnos correctamente (risas). Nuestras principales influencias venían del screamo, post-hardcore y también del hardcore y punk rock. Hoy en día no escuchamos tantas bandas del estilo, pero no es porque no las haya sino porque al estar tanto tiempo de gira nos hizo apreciar a tantas bandas de esos géneros específicos que ahora nos cuesta más sentir algo nuevo y fresco. Me encantaría poder borrar mis recuerdos y disfrutar de todas las grandes bandas que hoy en día hacen este tipo de música. En cuanto a bandas, he disfrutado mucho el último de Svalbard, aunque en estos momentos solemos escuchar más post-punk, bandas como METZ, Fontaines D.C… Me hago mayor, supongo (risas).
Hace tiempo que no estoy demasiado al tanto de la escena francesa más underground e independiente al margen de Celeste, que creo que son una banda increíble, Alcest u otros grupos más grandes y conocidos como Gojira. En su momento escuché mucho a Daïtro, Sed Non Satiata, Mihai Edrisch, Amanda Woodward o Dead For A Minute, pero creo que estas bandas ya no están activas. ¿Hay algún proyecto que no sea tan conocido al que crees que debamos prestar atención? No importa si es hardcore, pop, electrónica, metal o lo que sea.
Siempre es difícil hacer una lista de bandas, también porque mientras estoy dentro del proceso creativo tiendo a no escuchar demasiadas cosas similares a Birds In Row. Creo que ayuda a no copiar ideas y centrarse en lo propio. Aun así, hay bandas francesas que puedes escuchar: Plebeian Grandstand (su nuevo disco es de lo más brutal que escucharás), Orbel (me faltan palabras para describirlos, pero imagínate a Chelsea Wolfe/Anna Von Hausswolf cantando en euskera con un enfoque más atmosférico), Irnini Mons (¡post-punk en francés!) o W!zard (post-punk en la onda de Daughters/Idles). Hay también una gran escena de hardcore representada por grupos como Sorcerer y Worst Doubt, por ejemplo. Mascara es una banda muy “Deftoniana” que te puede molar. Soja Triani (dúo de electropop de nuestro amigo Amaury). Fall Of Messiah también han lanzado un gran disco de screamo/post-hardcore. Nightwatchers han sacado discos de punk muy buenos. Hay tantas bandas que resulta realmente difícil hacer una lista (risas). Puedes empezar por ahí y escoger lo que más te guste.
Algo que de lo que no se suele hablar demasiado en las entrevistas con bandas es sobre las ilustraciones de los álbumes y del artwork en general. Creo que actualmente con las plataformas digitales se pasa por alto este trabajo a pesar de que muchas veces es esencial para tener un concepto más atractivo y general de un disco. Sé que B. es tatuador, pero no sé si su trabajo también se refleja en vuestros discos o si soléis recurrir a otros artistas. Háblanos un poco del proceso creativo de vuestras portadas y cómo ha sido el de ‘Gris Klein’.
Estamos pensando en los artworks constantemente. Cuando no podíamos hacerlo todo por nuestra cuenta fue porque no teníamos las habilidades suficientes en el campo de la fotografía. Para ‘Personal War’ y ‘We Already Lost The World’ acudimos a amigos para las fotos. La portada de ‘Gris Klein’ la pintó B., y todo el artwork lo acabamos haciendo nosotros solos otra vez (risas).
Por cierto, ¿cuál es el significado de ‘Gris Klein’? ¿Una simple alusión al color o tiene algún tipo de mensaje oculto?
Es una alusión al Klein Blue. La idea es comparar la depresión con el daltonismo: la depresión actúa como un filtro que te priva del disfrute, y el daltonismo hace lo mismo con los colores. Es algo que intentamos abordar visualmente con la pintura de la portada: una persona encerrada en una caja intentando disfrutar de un ramo de flores rosas con una expresión en su rostro que nos hace preguntarnos si esa persona puede ver realmente los colores, la belleza…
¿Qué tal fue la experiencia de tocar en una sesión en directo de Audiotree? Quizá el siguiente paso podría ser algo por Twitch, que sabemos que uno de vosotros suele utilizarlo para hacer directos vez en cuando. Durante el confinamiento he visto algún streaming de B. y podría ser interesante un concierto o ensayo de la banda al completo a través de esta plataforma. ¿Habéis barajado esta idea?
Sí, hemos hablado sobre hacer algo así pero tampoco queremos forzarlo. ¡Llegará a su debido tiempo! Lo de Audiotree fue una experiencia increíble, todos fueron muy amables y profesionales y recibir un feedback tan bueno después de terminar el directo fue alucinante.
Sois bastante conocidos por hacer una cantidad ingente conciertos. ¿Cómo lleváis lo de estar lejos de casa tanto tiempo? ¿Estáis planeando algún tipo de tour mundial masivo como el de 2018?
Primero intentaremos volver a la girar y luego decidiremos cuántas giras queremos hacer. Estar lejos de casa a veces es un privilegio, creo que es algo para para lo que estamos preparados porque podemos hacer lo que amamos rodeados de gente genial y también disfrutar visitando partes del mundo a las que nunca hemos ido. Es una forma de vivir, con sus flujos y privilegios. A veces se hace difícil porque echas de menos los momentos en familia o con tu pareja, pero la mayoría de las veces vale la pena.
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