Oriunda del barrio porteño de Boedo, la banda creció por su afán irrefrenable de dar conciertos y, también, gracias al paraguas de Laptra, sello comunitario que engloba bandas tan representativas como El Mató A Un Policía Motorizado, 107 Faunos o Las Ligas Menores. Suenan a punk con letras sobre el amor y la amistad. O a pop con mucho rock infiltrado en sus riffs. A la espera de que publiquen su cuarto larga duración, el sello español Sonido Muchacho reedita su primer álbum “Bestia Bebé”, originalmente editado en 2013. Charlamos con ellos sobre el momento actual del grupo.
Sois la banda indie argentina que más conciertos da en su país, ¿es la idiosincrasia de la banda?
(Tom) Sí, nos gusta mucho tocar en vivo. Es lo que más nos divierte de tener una banda. Para nosotros, la única forma de mostrarnos es tocar mucho en concierto porque somos una banda que no tiene prensa ni un sello detrás. Es nuestra forma de llevar la banda, pero porque nos gusta y nos hace felices. Si fuera algo aburrido o nos sacara energía para la banda, no lo haríamos. Tocar en vivo es lo más importante, y lo otro viene después.
"Sí, nos gusta mucho tocar en vivo. Es lo que más nos divierte de tener una banda".
¿Entonces no hay un equilibro entre estudio y conciertos?
(Tom) ¡Casi que un noventa por ciento lo dedicamos a los conciertos! En el estudio solo estamos cuando vamos a grabar el disco, pero nosotros tocamos en directo y grabamos al mismo tiempo.
(Chicho) De hecho, ahora estamos grabando disco nuevo y en medio tenemos fechas de conciertos. Pero lo hacemos porque nos gusta y ya funcionamos así.
¿Qué tal fue la gira por México?
(Tom) ¡Muy divertida! Fue muy loco porque era la primera vez que tocamos allí y no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar. Hicimos ocho fechas en ocho ciudades diferentes. Tocamos en Costa Rica, y muy bueno también. Te sorprendes con algunas cosas o encuentras similitudes con Argentina.
¿Qué similitudes encontrasteis con el público argentino?
(Tom) El público de México se parece más al de Argentina que al de España en cómo se organizan las fechas y el público. Son muy cariñosos, más que en Argentina. Los argentinos son más fríos con el músico a la hora de hablarle: la gente se te acerca a pedirte una foto y se va.
(Chicho) En México el público es más parecido a España, pero la organización es más parecida a la Argentina. También se hacen muchos más pogos en Argentina y México. En España, la gente que se nos acerca nos habla de música, nos preguntan por nuestras influencias, y te hablan de esas cosas, son más efusivos. Quizás porque en España somos la novedad.
¿Pero os sentís a gusto cuando tocáis en Argentina?
(Tom) Argentina es mi lugar favorito para tocar. Tocamos muchísimo y recorremos todo el país: es donde más gente nos viene a ver. Y a la hora del concierto, el público es muy agradecido. En eso, también es parecido México. Pero lo más diferente es lo de antes y después del concierto, el contacto con el público.
(Chicho) Y con la puntualidad también hay una similitud entre Argentina y México. Nosotros igualmente somos muy puntuales, pero en España es impresionante. Aquí incluso es peor que en México. Nos gustan los horarios flexibles.
¿Cómo fue tocar con Apartamentos Acapulco en España?
(Tom) ¡Fue divertidísimo! Yo ya había ido a España en 2013 con Él Mató A Un Policía Motorizado y tocando con Go-Neko, otra banda que tenía, así que muchas salas ya eran los lugares donde había tocado con ellos. Pero igualmente era toda una sorpresa lo que nos podíamos encontrar.
¿Os estresa el éxito creciente de la banda?
(Tom) Todo tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, pero es divertido. Cada vez que vamos de gira a algún otro lado, perfeccionamos lo que se hizo antes. Intentamos tener menos errores en lo que hacemos siempre. Todo genial no es, y más siendo una banda independiente, que lo tienes que hacer todo tú.
"Todos nos preguntan eso porque creen que soy muy fanático de Daniel Johnston, y no. Solo me gustan un par de discos".
¿Os sentís cómodos siendo independientes, sin estar ligados a ningún contrato?
(Tom) Sí, es la forma que elegimos para llevar la banda. Es trabajo y requiere energía, pero sí, es la forma que preferimos. La otra forma no sé cómo es porque nunca tuvimos un contrato con nadie.
En este sentido, ¿Bestia Bebé existiría tal y como ahora es sin Laptra?
(Tom) Hubiese sido más difícil. Laptra es un sello hecho por las mismas bandas, es un colectivo de bandas. Lo que tiene de bueno es que cuando empezamos –y cuando muchos otros también empezaron– es que sabíamos que, al tener el sello de Laptra, la banda tenía ciertas características, cierta idea de la música, cómo iba a tocar o cómo iba a ser. Y te metía en esa escena que era Laptra. También fue gracias a Él Mató, porque cuando la gente veía su sello se fiaba de los otros grupos que estaban dentro. No es que estuviéramos solos, sino que teníamos bandas amigas y nos ayudábamos entre nosotros.
(Chicho) Agruparse para salir adelante ayudó mucho. Con los discos, por ejemplo, lo compartían todas las bandas. Esos grupos, como Las Ligas Menores, llevan discos nuestros en sus conciertos para venderlos, y nosotros también lo hacemos.
“El amor ya va a llegar”, una de las canciones principales de vuestro último disco, “Las pruebas destructivas” (Laptra Discos, 17), es una versión de “True Love Will Find You In The End”, de Daniel Johnston. ¿Cómo os cayó la noticia de su muerte?
(Tom) Todos nos preguntan eso porque creen que soy muy fanático de Daniel Johnston, y no. Solo me gustan un par de discos. La idea fue hacer ese cover porque una vez hicieron un tributo argentino a Daniel Johnston y mandé esa versión. Después la empezamos a tocar con la banda y decidimos grabarla, pero no era fanático.
En vuestro último disco, el sonido ya proviene del disco anterior, “Jungla de Metal 2” (Laptra Discos, 15), pero las letras las habías creado hacía muchos años, Tom.
(Tom) El último disco, en realidad, no es un disco nuevo. Son las canciones que quedaron afuera de los otros discos. Así que la mayoría eran canciones mucho más antiguas que las del anterior disco. En el momento en que salió “Las pruebas destructivas” no hubiera hecho esas letras porque ya no sentía esas cosas. No es que me arrepienta de ellas, sino que las hice en otra época. Pero las hicimos con un sonido más actual, con los arreglos y la producción de ese momento.
Y después de tanto tiempo, ¿cómo conseguisteis unir estas dos cosas tan distintas?
(Tom) Fue raro, por algo habían quedado fuera esas canciones al principio. Pero ese año fue diferente, porque habíamos hecho un EP llamado “Jungla de Metal 3”, que eran versiones de “Jungla de Metal 2”. Así que quisimos sacar dos discos de cosas medio locas. Como las canciones nos sonaban viejas, quisimos renovarlo y producirlo bien.
“Las pruebas destructivas” también lo produjisteis vosotros. ¿Nunca habéis ido a buscar un productor fuera?
(Tom) Este lo produjimos con mi hermano Pipe. Siempre que hago una canción se la muestro antes. Este disco nuevo que estamos grabando también está él como productor. Más que nada, también, porque no conozco a alguien que sea el indicado para eso. Si un día aparece, se podrá hacer. Me gusta mucho confiar en opiniones de fuera, pero tendría que ser alguien que tiene criterio.
¿Qué tal el nuevo proyecto?
(Tom) ¡Muy bien! Hemos alquilado un montón de cosas porque en nuestro estudio nos faltan algunas cosas buenas. Vamos a tratar de encerrarnos durante una semana y hacerlo tema por tema, y lo que queda, queda. Es un experimento medio loco y por ahí no sale, pero la idea es esa. Van a ser tipo diez u once canciones y van a ser canciones largas, con más duración, y es un poco más triste, más emotivo y más rebuscado.
De hecho, tenéis un amplio abanico de temáticas en las letras.
(Tom) Ay, gracias, porque siempre nos dicen que solo tenemos una sola: el fútbol. Hay una sola canción que habla del fútbol.
Además, la portada de vuestro primer disco homónimo podría haber sido cualquier otra cosa...
(Tom) Si la portada no hubiese sido un equipo de fútbol, hubiese sido cualquier otra foto. Pero eso hizo que se enganchara mucha otra gente, porque el indie en Argentina siempre renegó del fútbol y de lo barrial, y siempre estaba mal visto porque eso era del rock clásico. La portada y las letras hablaban de nuestra realidad, de nuestro barrio, de que nos gusta el fútbol.
(Chicho) Que te guste el fútbol y la música indie es totalmente compatible.
(Tom) Por eso, la tapa del segundo disco es algo que nada tiene que ver, a propósito, para contrarrestar eso. Me gusta molestar un poco a la gente.
Así como tenéis un montón de influencias estilísticas hacia lo punk, ¿por qué no tenéis letras más reivindicativas en lo político y lo social?
(Tom) Porque no me salen. Si alguna vez intenté escribir así, siempre me pareció muy trucho. Pero me gustan los contrastes: si haces una canción rockera y una letra rockera es demasiado obvio. En cambio, si haces una canción rockera con una letra blanda es más loco. Si te fijas, en los discos hay una canción rockera con letras más tranquis. No vamos a lo obvio.
Con respecto a las etiquetas, también os llaman “banda barrial”. ¿Os sentís más identificados con esta denominación?
(Tom) No, es una boludez. Lo importante es que las canciones sean buenas. Es obvio que, si vivo en Boedo, mi barrio de Buenos Aires, voy a hablar de eso. Y en alguna letra, no en todas. Le puse el nombre de “Fiesta de barrio” a una canción y me la tengo que bancar.
(Chicho) Es nuestro paisaje, nos nutrimos de eso. Y a parte, eso te emparenta con bandas con las que no tienes nada que ver.
(Tom) A veces, hay que explicarle cómo es tu banda a alguien y tienes que usar etiquetas. Nadie habla de fútbol o del barrio, de Boedo, en el indie acá. Somos de acá, hablamos de Boedo.
¿Qué ha cambiado desde los inicios de la banda a ahora?
(Tom) Estamos más viejos, más gordos.
(Chicho) Pero tocamos mucho mejor.
(Tom) No tocamos tan borrachos, hacemos mejores conciertos, tenemos mejores instrumentos. Musicalmente me gusta cambiar también. Me gusta que la banda tenga una identidad. Pero continuamos haciendo el setlist justo antes de tocar.
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