Bernardo Mayordomo
EntrevistasBernard Butler

Bernardo Mayordomo

Iratxe Nimo — 28-01-2000
Fotografía — Archivo

Está claro que el futuro es algo que difícilmente podemos predecir, pero en el caso de Bernard Butler el problema se acentúa considerablemente.

Nadie pensaría que tras un excelente trabajo como el primer disco de Suede y sus composiciones para el segundo, de repente, renunciase a la banda y comenzase una carrera todavía más impredecible. Estuvo junto a Edwyn Collins, con Marc Almond, y colaborando con Tim Booth y Angelo Badalamenti, y, de repente, zas!, otra sorpresa, el guitarrista, considerado en el Reino Unido como (¡glups!) el nuevo Neil Young, decide emprender carrera en solitario. «People Move On» no fue un buen disco, ni siquiera regular, pero tuvo un par de destellos que nos hacían confiar en el eterno ex-guitarrista de Suede. «Friends And Lovers» es su nuevo trabajo y lo primero que nos encontramos es un claro cambio emocional. «Cuando hice mi primer trabajo me encontraba en un momento diferente. Mi hijo todavía no había nacido y veía todo con otros ojos. No quise que fuese demasiado emocional, sentimental. Fue un disco inseguro pero al mismo tiempo sincero e incluso con raíz. Es experimentando como consigues un disco así. Con «Friends And Lovers» es como volver al mundo actual. Escribí las canciones durante la gira, en Benicàssim... El tocar en directo y hacer tantas entrevistas te da mucha más conciencia sobre tu trabajo y por eso ha salido un álbum mucho mas seguro y real».

Está claro que en este nuevo sonido tiene que ver mucho la desaparición de la sección de cuerda. «Sí, cuando usas cuerda o teclados para emularla la gente tiende a pensar en Disney, Blancanieves y palabras como emoción, melancolía o tristeza. Es como bastante obvio a la hora de hacer baladas la utilización de cuerdas. Simplemente me cansé de usarlas. Lo había estado haciendo con muchos de los discos que había grabado y me cansé. Incluso todas estas técnicas indias creía que eran muy interesantes pero existe muchos músicos que las utilizan y pensé que no iba a hacer ya nada especial. Dejé de utilizarlas y pasarme a los teclados pero con sonido distinto, como el que se consigue con el hammond».

Quizá ese sonido del hammond junto a la utilización de las guitarras es lo que haga sonar al disco tan de los setenta. «Hay mucha gente que me lo dice y me sorprende. Desde luego no buscaba un periodo de tiempo concreto. De todos modos las letras no tienen nada que ver. Esa opinión es quizás mirando un poco más superficialmente el disco. Es un disco que se podía haber hecho en los últimos cuarenta años».

Una de las cosas de las que más se le ha acusado a Bernard es un egocentrismo que le impide llegar a trabajar con más gente. Eso fue lo que supuestamente le llevó a romper con Suede y le ha impedido formar otra banda, pero parece que esto ha cambiado. «Creo que hemos conseguido una buena banda porque ante todo somos amigos. Por el momento no voy a colaborar con más gente pero eso no significa que ahora me haya vuelto más aburrido. Pronto haré algo diferente. Siempre he sido muy ecléctico pero centrándome en dos zonas. La composición y la personalidad. Siempre escribo sobre lo mismo, sobre lo que tengo cerca. Hay gente que piensa que si mañana me corto el pelo es porque voy a hacer algo techno. Me parece divertido que piensen en esas cosas. Quizá me lo deje para ver qué dicen».

Pues veremos si se lo corta o no, pero tiene problemas más grandes en que pensar ya que hace unas semanas se anunció el abandono de Alan McGuee, presidente de la compañía Creation donde publica Butler, y por ahora se ha quedado sin contrato. De nuevo el futuro acosándole. ¿Con qué nos sorprenderá?

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