Diamante en bruto

Dice Benjamin Diamond que intentó no escuchar mucha música durante la grabación de “Cruise Control” (Diamondtraxx), aunque confiesa que miró mucho porno, para que nada le influenciara en el sonido de las canciones.

Pero lo cierto es que uno siempre lleva consigo un bagaje y escuchando
el álbum queda claro que el de Benjamin está cargado de sonidos negros,
de funk, de soul e incluso algo de psicodelia. “No es que me haya
cansado de la electrónica, simplemente tenía ganas de hacer algo un
poco distinto, con una banda de verdad y probar otros registros”. Y sí, la verdad es que suena distinto y algunas canciones van en
direcciones que nunca hubiéramos esperado del que fuera la voz de aquel
hitazo que fue “Music Sounds Better With You”, pero lo cierto es que
Benjamin se defiende bastante bien sin sintetizadores que le modifiquen
la voz y en temas como la balada “The Letter” –que recuerda un poco a
The Delfonics- suena realmente bien. “Es
una de mis favoritas del disco, y no me resultó fácil cantarla, ya que
trata de alguien cercano que murió hace un par de años”. Hay alguna
otra balada en el álbum e intentos de acercarse al pop, pero sin duda
donde Diamond se luce más es en la pista de baile. “La principal
diferencia entre este y mis otros trabajos anteriores es que por
primera vez he grabado con una banda real y con un productor (Paul
Kendall). No fue fácil al principio, porque él me pedía de sacar cosas
y yo no estaba de acuerdo, pero al final vi que las canciones sonaban
bien y acabamos entendiéndonos”. El resultado de este entendimiento
es un disco ecléctico donde se alternan los momentos de introspección y
relajo con la fiesta y el subidón discotequero, que al parecer es hacia
donde va a tirar el capo de Diamondtraxx en su próximo trabajo. “He empezado ya a trabajar en él y será mucho más disco y funky, estoy volviendo a mis raíces”.