“Storm Damage” es un trabajo intimista en el que ha trabajado con lo que él mismo ha llamado un “trío retro-futurista”, que no es otra cosa que él mismo al piano, una batería y su querido contrabajo acompañados de sutiles toques de sintetizadores y samples. Watt se abre sobre su nueva obra y habla de cómo compuso una de sus canciones mientras veía a Radiohead tocar en el Primavera o de las pocas probabilidades de reiniciar la aventura de Everything But The Girl junto a su mujer Tracy Thorn.
Este nuevo disco tiene un sonido excelente. Tiene la intimidad de un trío de jazz pero con pequeños toques de electrónica, pero la principal diferencia con tus anteriores dos discos es la ausencia de la guitarra de Bernard Butler. ¿Por qué decidiste dejarle fuera esta vez?
Quería hacer un disco que sonara diferente. Los últimos dos discos estaban muy dominados por las guitarras. Hice muchas de las canciones utilizando afinaciones abiertas y afinaciones especiales, que era algo que no había utilizado mucho antes, en tiempos pasados y Bernard traía este sonido como de guitarras gemelas. Así que necesitaba hacer algo diferente. Cuando comencé a escribir las canciones vi que me costaba escribirlas otra vez en la guitarra y comencé a utilizar mucho más el piano. Y ahí fue cuando la idea del trio de jazz con toques de electrónica, sintetizadores y samples comenzó a asentarse en mi mente. Pensé que sería un buen modo de construir estas canciones y de unirlas, en cierta manera.
"Nunca miro hacia adelante, nunca hago planes ni me imagino cómo será el futuro, solo espero a que llegue".
Has dicho que la muerte de varios familiares afectó bastante a este disco, pero no es solo un disco oscuro, también hay esperanza en él. ¿Cómo has conseguido esa balanza entre tristeza y esperanza?
Es algo habitual en mis canciones a lo largo de los años. La vida puede ser muy difícil en algunos momentos, todo el mundo lo sabe. Todos tenemos problemas que tenemos que superar, pero al final del día también hay esperanza y tienes que esforzarte en encontrarla, por eso el día y la luz siguen a la noche. Y creo que es necesario meter eso en las canciones también, dar una imagen completa de todo. El amor y la esperanza son cosas que hacen que la vida merezca la pena. Incluso cuando la oscuridad parece sobrecogedora, siempre hay algo por lo que seguir adelante.
“Irene” es una gran canción sobre una cantante que ya ha pasado su etapa dorada y tiene una letra en la que dices cosas como “The crowd has grown older too, But some of them, they still want a piece of you, They yearn for some golden age”. ¿Es algo parecido a tu experiencia personal? ¿Crees que hay mucha gente que va a verte esperando escuchar “Missing” o “Apron Springs”, pero sin que le importen demasiado las nuevas canciones?
Entiendo lo que dices y, por supuesto, esas ideas están en la canción. Es una canción que trata sobre la nostalgia, sobre como la audiencia es muy nostálgica con respecto a lo que le gustaba de joven, un club en particular al que iban o una cantante a la que adoraban, y a veces es muy difícil para ellos dejar en paz a esos recuerdos. Los cantantes deberían tener el derecho a tomar sus propias decisiones sin pensar en su audiencia, el derecho a cambiar de estilo o a desaparecer. Así que sí, esos son algunos de los temas principales de la canción.
¿Y cómo surgió la colaboración de Alan Sparhawk de Low en esa canción?
Conocí a Alan hace quince años, cuando Low estaban tocando en Londres. En esa época yo estaba trabajando de DJ y hacía remixes y les sugerí hacer un remix de una de sus canciones y Alan se mostró muy abierto a la idea, así que hice el remix de una antigua canción de Low llamada "Tonight" en 2004 y la saqué en mi sello de electrónica, Buzzin' Fly. Luego, dos o tres años después volví a encontrarme con Alan. Estaba dando un concierto en Minneápolis y él vive allí, así que le invité a venir al concierto y a él le pareció genial, así que volvimos a quedar y le dije si le gustaría tocar en el siguiente disco y me contestó que por supuesto, así que cuando estaba trabajando en este disco me acordé y le llamé y así fue como terminó tocando en el disco.
Has colaborado con gente como David Gilmour, Richard Thompson, Bernard Butler o el propio Alan Sparhawk. ¿Tienes alguna colaboración soñada? ¿Alguien con el que te encantase poder trabajar?
Nunca miro hacia adelante, nunca hago planes ni me imagino cómo será el futuro, solo espero a que llegue. Y cuando llegue ese momento elegiré a mis colaboradores, pero no antes
El comienzo de “Summer Ghosts” trae a la mente tu trabajo con Everything But The Girl, esta mezcla entre folk y electrónica, dos mundos muy diferentes que no parecen tan distantes en tu trabajo. ¿Por qué te gusta tanto mezclarlos?
Creo que los sonidos acústicos son muy buenos para la pasión, son muy buenos también para que la gente se vea forzada a utilizar ingredientes más simples, madera, acero, aire, sabes lo que te digo, ¿no? Tienes que poner todo tu cuerpo cuando tocas esos instrumentos, y si se hace bien suena genial, y cuando pones a tres personas tocando a la vez en un trío, o a dos personas en un dúo, creo que es algo muy emocional. Pero, al mismo tiempo, también estoy interesado en el lado más oscuro y psicológico de las canciones, y encuentro más sencillo lograr eso a través de la electrónica, con samples, con texturas, con sintetizadores. Y creo que es la combinación entre estos dos mundos lo que siempre me ha interesado. Creo que les da a las grabaciones profundidad.
“Figures In The Landscape” tiene un gran estribillo y un ligero toque synth pop. ¿Buscaste a propósito ese sonido ochentero para la canción?
No lo tenía en mente cuando hice esa canción. Cuando fuimos al estudio teníamos una paleta de colores que queríamos usar, el trío de jazz, los sintetizadores y los samplers, y quería limitarme a esa paleta para darle algo de cohesión y hasta cuando hacíamos una canción con más groove como “Figures In The Landscape” utilizábamos el mismo enfoque. Así es como hemos buscado un sonido más cohesionado, pero sí que tienes parte de razón, sí que suena a cosas de ese período. Es una época que me gusta realmente porque es de las primeras veces que las bandas comenzaron a usar sintetizadores. Todavía suenan a banda pero tienen una línea de sintetizador que se te queda marcada. Siempre me gustó ese sonido.
“Knife On The Drawer” es otra de las canciones destacadas del disco. Me suena como a una canción de Cole Porter producida en la época del trip hop. ¿Estás de acuerdo?
Claro, claro, ¿por qué no? (risas). Me gusta la gente con sus propias interpretaciones de las canciones. Yo estaba buscando un sonido nocturno que casa bastante bien con lo que has dicho. Hay también un loop en esa canción. Se escucha justo al principio y al final. Es una canción circular y le da cierta atmósfera.
Para crear esa atmósfera, ese sonido nocturno al que te refieres, creo que es muy importante el increíble trabajo que ha hecho Rex Horan al contrabajo, un instrumento al que tienes mucho aprecio. ¿Por qué te gusta tanto contar con un contrabajo?
He usado el contrabajo a lo largo de toda mi carrera, desde el primer disco de Everything But The Girl. Para mí el bajo es el instrumento que más se mete en tu alma, ya sea escuchándolo desde un club o en un equipo de alta fidelidad es el bajo lo que se mete dentro de tu cuerpo. Y para mí el contrabajo le añade el factor humano, porque necesitas tanta fuerza física para tocarlo bien, tienes que tirar fuerte de las cuerdas para que suene bien. Para mí es un instrumento muy pasional y por eso siempre lo uso.
“Storm Damage” finaliza con “Festival Song”, una canción de pop de cámara con cuerdas bastante alejada de lo que te esperas encontrar en un festival rodeado de miles de personas. ¿Estabas buscando ese contraste entre música y letra?
Obviamente la canción es reflexiva. Trata sobre cómo es la experiencia de un festival. La canción me vino cuando estaba en el Primavera en 2016, fui con mi banda y tocamos un set en el escenario Ray-Ban y por la noche nos fuimos a la playa a ver a Radiohead. Solo recuerdo estar allí en medio de la playa, todo el mundo junto, la sensación comunal de los festivales, la gente compartiendo bebidas y cigarrillos, la sensación de huida de todo aquello, te hace reflexionar de las cosas de las que intentas escapar, los problemas en tu vida, en tu relación, así que así fue como salí con la idea para la letra de la canción, nuevamente sentándome en el piano.
¿Hay alguna posibilidad de que te veamos en España presentando este disco?
Me encantaría. Tengo programados muchos conciertos para este 2020, pero todavía necesito encontrar unas fechas y un promotor para buscar unas fechas en España. Si es posible me encantaría ir.
Para alguien que ha escrito canciones como “Little Hitler”. ¿Qué opinas del Brexit y de la clara victoria de Boris Johnson en las pasadas elecciones británicas?
Personalmente estoy muy decepcionado sobre el momento político en general. Creo que la idea de democracia está siendo explotada y creo que el poder del voto personal, que siempre fue lo principal en las democracias occidentales, está siendo debilitado y convirtiéndose en una broma y no me gusta. La victoria conservadora ha sido tan aplastante que sabes que van a aprovechar para hacer lo que les dé la gana y nos van a contar un montón de mentiras en el camino, porque ya hemos escuchado unas cuantas. Es aterrador. Es una nueva forma de populismo que no solo está ocurriendo en el Reino Unido sino a nivel global. Es una nueva forma de hacer política a la que nos tenemos que acostumbrar, para poder hacerle frente, porque si no lo hacemos nos vamos a dar cuenta de que se está dirigiendo en una dirección muy peligrosa.
(Me avisan de que es la última pregunta) Finalmente, no puedo terminar esta entrevista sin preguntarte si es posible un regreso de Everything But The Girl...
Por el momento yo diría que es muy poco probable. Estamos muy felices con nuestros proyectos en solitario, así que en un futuro próximo lo veo bastante improbable.
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