Aprovechamos la ocasión para contactar vía telefónica con el batería Lander Zalakain, con quien mantuvimos una generosa y amable charla de treinta minutos que a continuación reproducimos de manera íntegra.
¿Cómo surgió la idea de publicar una versión Deluxe de vuestro último trabajo,‘Plastic Drama’(BMG, 20), incluyendo un segundo disco con remezclas de otros artistas?
Fue como un recurso bonito que nos hacía ilusión para alargar un poco la vida de ‘Plastic Drama’, que no deja de ser nuestro disco pandémico y el que no pudimos presentar como nos hubiera gustado. Ya te imaginas: un montón de conciertos cancelados o con la gente sentada... Lo que más no jodió, de alguna forma, fue que no pudimos presentarlo de forma internacional porque se cayeron todos esos conciertos. Además, pensamos en hacer algo para alargar la vida del disco, e hicimos una especie de rule del disco por artistas que nos molan y por artistas que son colegas. Ha quedado algo que nos hace ilusión, porque tiene ese equilibrio entre artistas de gran nivel ( The Vaccines, Wolf Alice o Crystal Fighters) y luego también artistas colegas. Ha quedado algo muy equilibrado y que nos hace ilusión, porque al final todo son artistas a los que les ha gustado ‘Plastic Drama’ y, al haber tanto nombre inglés, es un poco una excusa para reactivar ese rollo internacional que estábamos teniendo hasta que entró la pandemia y que perdimos un poco. Ya estamos recuperando fechas internacionales y esto va a ser un poco la guinda con la que poner fin a la pandemia y también a ‘Plastic Drama’, para pasar página de una vez.
“Tener un grupo conlleva una madurez interna de lucha contra tu ego”
Claro, es que originalmente ‘Plastic Drama’ fue publicado en 2020 y ya sabemos lo que pasó ese año. Tuvisteis muy mala suerte y por lo que veo esta reedición es un poco una auto-compensación.
Claro tío, es que el disco lo íbamos a sacar en mayo de 2020 y fue la locura: fábricas cerradas, no podía haber un lanzamiento internacional, no podía salir en países en los que iba a salir como México, Estados Unidos o Inglaterra, en los que tuvimos que esperar hasta agosto. Y aun con todo, se nos quedó una presentación chula. Para como estaban las cosas nos damos con un canto en los dientes, porque hemos conseguido tocar bastante en pandemia y realmente nos ha servido para tocar aquí en Euskal Herria o incluso por España. Pero se nos quedó clavado lo otro. Llevábamos años viajando por muchos países y de repente, ¡pum!, eso se cortó del todo. Así que esta reedición viene con la intención de darle más vida a ‘Plastic Drama’ y por cerrarlo un poquito, que no se haya quedado solo como un disco pandémico. Nos hace ilusión que artistas tan grandes nos hayan hecho un remix y también intentar la rehabilitación de ‘Plastic Drama’, sobre todo a nivel internacional.
¿Qué pretendíais conseguir con ese disco de remezclas a cargo de otros músicos? ¿Cómo queríais que mutasen las canciones con respecto a las originales?
Lo primero que le dijimos a todos los artistas fue ‘hacer lo que queráis, lo que de verdad sintáis o lo que os salga’, porque el rollo era ver a dónde podían llevar nuestras canciones unos Vaccines, unos Delaporte o unas Hinds. No fuimos a los grupos, les dimos un tema y les dijimos que hiciesen un remix. Fue más en plan ‘escúchate el disco a ver cuál te mola’ o incluso ‘pilla estos tres o cuatro temas a ver cuál te mola más’. Y que ellos o ellas se lo llevaran a donde se les ocurriera. Al final ha quedado algo muy ecléctico, que también es un poco lo que somos Belako. Canciones de su padre y de su madre, más que buscar un hilo conductor o de coherencia de sonido. Es un doble vinilo, que por un lado está el ‘Plastic Drama’, que tiene cierta coherencia, y por otro lado está el disco de remixes que es como una locura de sonidos (Risas), que va desde lo tropical a la cumbia o al rock, o que de repente presenta una electrónica más machacona. Buscábamos decir a la gente que hiciese lo que le saliese. Eso tiene su parte de riesgo, porque de repente te puede salir alguien con su vena hindú. Pero era un poco el rollo. Ver dónde estaba cada artista y por dónde salía (Risas).
Hay nombres nacionales como Hinds, Guarda o Delaporte que entiendo que la colaboración sería más sencilla, pero también hay nombres internacionales ya mencionados como Crystal Fighters, Joel (de Wolf Alice) o Yoann (de The Vaccines) ¿Cómo fue el proceso de contactar con los artistas que remezclaron las canciones?
Realmente teníamos bastantes nombres en mente, incluso hay gente que no ha podido por fechas y que le hubiera gustado. Hay un poco de todo, como dices, en el caso de Hinds o Delaporte es muy evidente, con Crystal Fighters nos une una gran amistad y fueron los primeros que nos confirmaron que lo harían encantados. Con The Vaccines y Wolf Alice hemos coincidido en algún festival en Inglaterra y tal, pero tampoco nos conocíamos personalmente y ha sido más bien por relación entre discográficas. Nosotros le dijimos a nuestra discográfica: ‘oye, preguntad a quien le mole el disco para ver si harían una remezcla’. Y tanto The Vaccines como Wolf Alice respondieron que les molaba y que estaban dispuestos a hacernos un remix. Y te puedes imaginar, en medio de la creación de este proyecto que te vengan grupos tan importantes diciendo que les ha flipado el álbum, la verdad es que un motivo de alegría. Porque además esto ocurrió en un momento que parecía que estábamos saliendo de la pandemia, pero de repente había nuevas decepciones. Incluso en 2021, parecía que íbamos a ir a México o Inglaterra y de repente todo para abajo otra vez. Entonces, en un momento de tanta incertidumbre, ver que a esta gente le ha molado el disco (incluyendo gente que a priori nosotros no le íbamos a escribir), la verdad que ha sido algo bastante bonito.
¿Qué artistas no pudieron participar en ‘Plastic Drama’ (Deluxe Edition) (BMG, 22)?
Entre otros y con los que tenemos algo pendiente de hacer, están los australianos DMA’s, que son muy colegas. Estuvimos con ellos de gira en Inglaterra hace un par de años, compartiendo doce fechas. Es de los primeros a los que se lo propusimos y nos dijeron que sí, pero nosotros también teníamos unas fechas marcadas y a ellos no les venía bien por esa cuestión de fechas. Y se comentó para hacer algo más adelante, al margen del disco o cualquier historia, porque son muy colegas aparte de que es un grupo muy grande también. Nos hubiera dado mucha alegría, pero no pudo ser. Queda pendiente.
¿Cuál es tu remezcla favorita de todas las incluidas en el disco?
Buf, buf (Risas). Vale... es tan loco todo, escuchar nuestras propias canciones de repente llevadas a lo tropical como han hecho Crystal Fighters; o CUT_ que lo han llevado a una electrónica muy elegante en “Sirène”. O, por ejemplo, los Hello Seahorse!, que son unos mexicanos han hecho un tema de cumbión con “AKLR”, en la que la canción pasa del rock casi garage a la cumbia. Vamos a ver, vamos a ver… (Risas). Personalmente, si tuviera que elegir uno, diría el de “Sirène” de CUT_, que me parece muy elegante y a lo mejor es un poco remix al uso, pero me gusta mucho y es de los primeros que nos llegaron y nos hizo mucha ilusión.
Y dos años después de su publicación ¿Cómo percibís ahora ‘Plastic Drama’? ¿Cambiaríais algo de él?
Nos ha pasado con todos los discos. Ya hay cositas que en directo tocamos de otra manera, y que hemos cambiado porque igual metido en el estudio no te das cuenta. O incluso simplemente por cansancio. Es que como tú dices ¡ya son dos años! De normal Belako ya estaríamos preparando algo nuevo y a cambio estamos adaptándonos a esta mierda y dando algo más de cancha a este disco. Lo que si te puedo decir es que después de esto –sacar el disco de remixes y hacer una gira– hay que sentarse a hablar y ponernos a componer, dar forma a bocetos que tenemos y hablar ya de otro próximo trabajo discográfico. Que no se cuándo vendrá, pero sí que hay que empezar ya a pensar en ello. Porque no es que sintamos que los temas sean ya viejos, pero sí que va haciendo falta algo nuevo. Nosotros ya lo necesitamos.
“Mantenemos el control absoluto de nuestro grupo y nuestras canciones”
Creo que el miércoles hay una fiesta en Madrid para presentar esta nueva referencia.
Efectivamente, vamos a hacer varias cosas. Será a las 21.00h en un hotel de Gran Vía y vendrá gente que ha colaborado en los remixes (los que pueden venir) y habrá unas cuantas pinchadas. Estarán The Vaccines pinchado, y estará Delaporte también pinchando. El rollo es unirnos y celebrar un poco esto, que la verdad es que nos hace mucha ilusión y hemos liado a la gente. Hay gente que va a poder venir y otra que no, pero es un poco una excusa para presentarlo y que los medios vean qué gente ha estado involucrada. Pillarnos un pedillo sano y disfrutarlo.
Comentabas antes que, meses después de la pandemia, hicisteis varios conciertos (primero en auto-caravanas por autocines y luego en teatros con público sentado y con distancia de seguridad) ¿Qué tal vivisteis esos conciertos? Lo digo porque Belako es un grupo muy vertical en directo, muy de conexiones fuertes con el público y yo estuve en el concierto de Salamanca y claro… faltaba algo. No sé si os quedó la misma sensación en esa gira.
Claro, claro. Totalmente y sin ninguna duda. De hecho, en octubre de 2021 creo que dimos el primer concierto en Madrid de pie y te puedes imaginar… fue como si hubiéramos estado dos años sin tocar, tío. Porque al final hemos tenido diferentes fases: primero la depresiva y la del ‘qué vamos a hacer’ y tal; luego fue la de intentar sacar esto adelante y tal y como sea, que realmente vivimos de esto y no podemos permitirnos parar no sé cuántos meses y hay que seguir. Luego llegó la fase de tocar en auto-cines para gente sentada y luego ya la fase de teatros. Y al principio era como ‘¿qué hacemos Belako tocando en un teatro?’ (Risas). Pero luego fue como ‘esto es lo que hay, vamos a dejar de llorar y vamos a adaptar los conciertos’. Lo hemos visto un poco como un reto a nivel personal y musical: cambiar temas viejos, y si son más cañeros pues lo cambiamos y metemos una parte más melódica. Nos ha permitido un poco jugar con los temas y que los conciertos fuesen montañas rusas con muchas dinámicas, porque realmente nos poníamos en el lugar del público, y si ves un concierto cañero que está todo el rato arriba y tú tienes que estar sentado, pues vas a querer levantarte y al final te van a echar los de seguridad (Risas). Le dimos unas vueltas a los conciertos y mostramos todas nuestras caras musicales. La gente también intentaba disfrutar con la que estaba cayendo y con los pocos bolos que había… Pero tienes toda la razón: al final no es lo mismo, era un poco intentar salvarla y tirar para adelante. Pero realmente con la gente de pie es otra cosa. Son la locura, y cuando nos quiten la mascarilla lo será más. Y te das cuenta de lo que echaba de menos la gente un concierto de pie. La gente se quedaba un poco con la misma sensación que tú. Para nosotros también era raro porque, aunque tocamos en muchos festivales, somos muy de salas y de tener a alguien sudando delante. Pero teníamos que comer y había que hacerlo y confiar en que todo esto de la pandemia acabase rápido para luego volver a las salas.
Es que, efectivamente, Belako es un grupo muy de directo. De hecho, siempre habéis podido presumir de conciertos arrolladores ¿Cómo crees que ha cambiado el grupo, desde vuestros comienzos hasta ahora mismo, sobre el escenario?
Te diría que desde luego ha habido una mejora muy grande técnicamente hablando. Y seguimos en ello. Somos capaces de ver esa evolución, pero a la vez te diría que tampoco han cambiado tantas cosas: todavía tenemos esos nervios del comienzo, esas ganas. Donde más podemos disfrutar, pero a la vez es cuando más nerviosos nos podemos, es cuando tocamos en casa delante de amigos, amigas, familia... y, por ejemplo, en Inglaterra hemos tocado en el Brixton, en el O2, en los festivales de Reading y Leeds. Pero al final ese rollo de tocar delante de tu madre, de tu novia, de tu amigo... nos ponemos nerviosísimas hasta dar el primer golpe de batería o tocar el primer acorde. Estás como tenso. Pero ya te digo que hay mejor técnica y la tiene que seguir habiendo, porque este es un camino muy largo y porque vemos, también cuando salimos de España, que hay un nivel enorme y no podemos estancarnos y tenemos que seguir mejorando. Que esto no para. Por lo demás, seguimos siendo la misma gente pero diez años mayores, eso sí (Risas).
Efectivamente sois una de las bandas peninsulares con más proyección internacional ¿Qué tal sienta eso? ¿Cuáles son los objetivos o las metas de Belako a día de hoy? De hecho, acabáis de tocar en Nueva York y en el mítico South by Southwest de Texas.
No sé si lo seremos, pero desde luego cantamos en inglés y nuestro objetivo desde el primer día era tocar en cuantos más sitios mejor. Y aunque cantamos en inglés porque siempre hemos escuchado música anglosajona (desde post-punk hasta música americana y un popurrí de cosas), sí que hemos pensado siempre que teníamos que tocar en Euskal Herria y en España, pero también salir todo lo que pudiéramos. Un poco lo que te comentaba antes: hasta la pandemia habíamos hecho giras por un montón de países, ya no solo Europa o Estados Unidos, también hemos estado en Rusia, Japón, Corea del Sur... conciertos que nos han ayudado a evolucionar, a crecer como músicos. Esto siempre es un orgullo y un premio al trabajo: que alguien de tan lejos se fije en ti y te llame para tocar en su festival. Este viaje a Estados Unidos ha sido brutal. Hemos estado dos semanas, tocado en New York, en Austin, como decías, en el mítico SXSW, y en Dallas también. Después de dos años de no poder salir, el hecho de volver a viajar, sentir ese estrés de aeropuertos, ese andar corriendo de un lado a otro... lo echábamos de menos. Y ahora parece que se nos allana un poco el camino y ya tenemos fechas en Alemania, Inglaterra y México, aunque la verdad es que todavía te queda un poco la duda hasta no estar allí. Nos pasó en Estados Unidos, que hasta que no pisé New York no me lo creía. Sobre todo porque teníamos el trauma de hace dos años, que la pandemia nos pilló en New York y tuvimos que volver corriendo porque Trump cerraba las fronteras. Fue un auténtico drama (Risas). Y esta vez fue como, ‘vale estamos aquí y ahora sí’. Lo de la COVID ya no está tan mal, y parece que pronto quitarán mascarillas en interiores. Así que, precaución pero también un poquito de optimismo, que ya hace falta.
Siempre he tenido la sensación de que los cuatro estáis muy unidos ¿Cómo es la relación entre vosotros dentro de la banda? ¿Cómo crees que debe de funcionar un grupo para que la cosa salga bien?
La verdad es que no te alejas nada. Somos gente que cada una es de su padre y de su madre, pero tenemos muchas cosas en común a nivel musical y a otros niveles. Ya hace diez años se veía como una hermandad muy grande entre nosotras, y ahora te diría que mucho más por todos esos viajes, giras y vivencias. Y también el hecho de haber sobrevivido a una pandemia, que es algo que muchos grupos no pueden contar. Son cosas que te unen todavía más o que acaban de romperte. Hace cinco años teníamos gente alrededor que nos decían ‘a vosotros lo que os puede joder es que sois jóvenes y de repente pueden saltar egos y cosas’. Y, efectivamente, puede pasar. Pero en nuestro caso sabemos diferenciar muy bien lo profesional de lo personal, y cuando hay que mezclarlo se hace con cuidado. Tener un grupo de música conlleva una madurez interna de lucha un poco contra tu ego. Porque al final esto es un trabajo que a priori no es muy común: son viajes, conciertos… y también vivir de la música es difícil. Hay que hacer entrevistas y salir a un escenario y blababla. Y te puedes volver gilipollas (Risas). Eso es una lucha que nosotros seguimos teniendo, la de mantener los pies en la tierra. Y si vemos que a alguien se le va la olla, dos tortas, para adelante y déjate de historias (Risas). Hemos funcionado así desde el primer día, porque los primeros años hemos sido un grupo que dependía mucho de nuestras familias. Y nuestros padres y madres han sido básicos en cuanto a que no se nos subiera. Nosotros también vemos el trabajo que dedicamos en Belako y que a veces el éxito no está ligado al éxito económico. Por eso siempre tenemos los pies en la tierra, pero esto es una lucha constante para no parar, para llevar un sueldito a casa, y ya llevamos unos años viviendo de esto. Al final valoramos por dentro todo el trabajo que conlleva. Hay un punto muy importante y es que tenemos nuestros roles muy claros y sabemos qué fórmula utilizar para vivir de la música. Tenemos una fórmula en la que colaboramos con una discográfica, tenemos un manager y tenemos cierta gente alrededor. Pero Belako (Josu, Lore, Cris y Lander) mantenemos el control absoluto de nuestro grupo y de nuestras canciones. Y luego cada una tiene un rol específico de trabajo más allá de tocar la batería o cantar, o tocar la guitarra o tocar el bajo. Hay quien se encarga de las redes sociales, hay quien se encarga de la logística, hay quien hace las entrevistas... Tenemos también Belako Records, que colabora con otros sellos. Desde fuera puede parecer que Belako está con BMG o Live Nation o tal. Y es cierto que tenemos gente alrededor, pero realmente mantenemos el control absoluto y hay cierta dosis de autogestión, que es un poco por amor al proyecto y también porque si no, no viviríamos de esto. Es decir, si todo el trabajo que hacemos nosotras tuviéramos que delegarlo y contratar un equipo para llevar las redes, o alguien que lleve la logística de las giras (y así con un montón de cosas más, porque al final un grupo de música es un agujero de dinero) ... Al final nosotros tenemos nuestros roles y nuestros trabajos muy claros, más allá de lo que se ve en el escenario y eso nos hace respetarnos y dar valor a lo que hacen los demás. Hay una norma muy importante y es que cada una representa el veinticinco por cierto, y eso es así para cada toma de decisiones. Teniendo eso tan claro, más la amistad que nos une, yo creo que es lo que nos funciona. Pienso que algunas de estas claves también funcionarían para muchos grupos que están empezando. Eso de empezar y pensar que lo mejor es que te coja una discográfica y estar con tal agencia… Oye, cúrrate tú un poco las cosas, que veas de qué está hecho este mundo que también hay partes muy oscuras, ten el control de tu proyecto y pilla algunas responsabilidades, que te va a salir más barato. Y quién mejor que tú para hacer ese trabajo y valorar tu proyecto. Y oye, también al ser las decisiones nuestras, si tomas una decisión errónea la responsabilidad también es tuya. Y se tira para adelante y ya está.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.