4 julio (Festival Summer In The City, Siroco, Madrid)
5 julio (Cicle Músiques del Món, Hospital de Sant Pau, Barcelona)
Siempre empezamos preguntando que es lo mejor y lo peor de salir de gira por el mundo. ¿Qué podrías contestarnos al respecto?
Lo mejor es probablemente evadirse del pavor existencial con el viaje constante para tocar tu música cada noche. Lo peor es tener que levantante pronto después de irte a dormir tarde para poder llegar a tiempo al vuelo que tienes que coger. Si tienes suficiente tiempo para descansar, esto es un sueño hecho realidad.
¿Qué tres objetos llevas siempre cuando sales de gira?
Mi guitarra, un vestido cómodo y un libro.
¿Cuántos músicos te acompañan en el escenario?
De momento toco sola, pero espero que pronto seamos dos personas.
¿Qué tipo de atmósfera te gusta recrear en el escenario? ¿Cuáles dirías que son las canciones que mejor te funcionan en los conciertos?
Hago una interpretación muy desnuda de las canciones, casi como las escribí originalmente. Me gusta sentirme espontánea y aprecio cuando la gente me dice cosas. Siempre acierto al elegir “One Of These Days”. Y parece que el público se excita bastante cuando toco “Solitary Daughter”, mi canción más tranquila, lo cual agradezco.
¿Sueles incluir alguna versión en tu repertorio?
Hacer versiones es algo nuevo para mí, pero entiendo por qué motivos algunos artistas las hacen. Consiguen que el repertorio sea más excitante para el músico y espero que también para el público. Es refrescante darle un espacio en el set a algo que viene de otra cabeza que no es la tuya.
¿Cuál es tu lugar favorito para tocar? Me refiero tanto a ciudad como sala o tipo de escenario. Dejo en tus manos la elección...
Estoy visitando un montón de países que son nuevos para mí, así que todo me parece muy excitante. Lo que sí puedo decirte es que el concierto de París fue fantástico. Los teatros pequeños son ideales para mí porque es una forma de poder tocar frente a un público relajado y cómodo. Al mismo tiempo, eso me permite ser más espontánea e interactuar mejor con la gente que tengo frente a mí.
Ahora vamos con las preguntas complicadas. Nos gustaría saber cuál fue tu primer concierto, cuál ha sido tu mejor concierto hasta la fecha y cuál fue el peor, si es que los recuerdas.
No puedo recordarlo con exactitud, pero probablemente fue en un pequeño bar con un escenario. Cuando tienes que tocar en directo, tienes mucho tiempo para anticipar lo que te espera y para ponerte nerviosa. Cuando tienes que tocar cada noche, el ritmo de trabajo no te permite fijarte en muchas cosas, aunque ahora me siento mucho más cómoda con todo ello. El mejor te diría que ha sido uno reciente en Australia, cuando todo el mundo empezó a cantar conmigo las frases finales de “Dusty Eyes”. Me encantó. En cuanto a los peores, suelen ser aquellos en los que escuchas a al gente hablando al final de la sala, pero tampoco en esos momentos pienso que la gente que tengo en las primeras filas me está escuchando atentamente.
Tengo entendido que te encanta interactuar con el público y superar esa barrera invisible que suele separar al artista de la audiencia...
Me encanta mucho interactuar con el público y creo que eso es lo que hace que cada concierto sera un poco distinto. Me gusta saber qué es lo que les gusta de mi música y por qué deciden venir a verme.
¿A qué artista te gustaría parecerte cuando estás en el escenario o quién te ha servido de inspiración?
Fui una gran fan de The Strokes y de la forma que tenían de vestir, pero no encaja demasiado con mis propias actuaciones. Por lo menos ya no.
¿Has estado alguna vez en España?¿Qué recuerdos tienes?
Hace poco pasé por Madrid. Aprendí mucho sobre Sorolla al ir a una exposición sobre su obra y pasando frente a la casa en la que había trabajado. Me encanta saber un poco sobre la vida de la gente, sobre todo cotillear en el interior de sus casas. Su familia es tremendamente generosa por abrir las puertas de su casa al público.
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