La única cosa que The Coral y su compañía discográfica dejan más o menos clara es que los de Liverpool se encuentran grabando su segundo álbum. El sucesor de "The Coral" -un debut que llegó a España a principios de 2003, con más de seis meses de retraso- debería ser el encargado de solucionar el enigma que rodea a los británicos. Porque "The Coral" no es un mal disco pero, francamente, hace más de treinta años que se publicaron "Strange Days" y "Trout Mask Replica". El revival rock tiene que acabar algún día y es más que probable que, cuando lo haga, se lleve por delante a grupos como ellos, que ni son los primeros ni los que mejor han sabido elegir la parcela del pasado a rescatar. De hecho, su principal gracia ha sido dar con un combinado que pocos pensaban que podía funcionar.
"En directo es donde las canciones cobran vida" |
Unir a Captain Beefheart y Frank Zappa con Syd Barrett es hasta cierto punto lógico, pero lo que resulta más extraño es echar mano del pop nuevaolero de raíz jamaicana (Madness) o del inefable Jim Morrison y sus Doors. Ian Skelly (batería) apunta, además, que "el sitio en el que vives es relevante; Shack y The Beatles están entre los más grandes de Liverpool, pero tenemos muchas más influencias, como Neil Young, Miles Davis o Bob Marley". No se esconden (de poco les serviría), sino que esgrimen orgullosos sus referentes como lo que son: un puñado de adolescentes contentos de sonar como sus ídolos psicodélicos y de poder vivir en una densa nube de hash porque en su país les ha tocado la lotería del "hype de turno"; un grupo de amigos ("íbamos al mismo instituto, Hillbury High. James (Skelly) y yo formamos la banda y pronto convencimos al resto para que se uniesen") que acabó vistiendo camisas de amebas, cortándose el pelo como en los sesenta y dando forma a unas canciones que, eso sí, andan bastante bien de gancho. Nada menos que cuatro singles les ha editado Sony en el Reino Unido y la selección no es nada mala, que para eso llevan seis años dándole forma. Su debut recoge retales de toda esta época ("muchas de las canciones tienen algún tiempo. ´Dreaming Of You´ fue la última que escribimos, ya en el estudio") y, claro, suena con la fuerza de la juventud y la seguridad de los ensayos, lo que hace muy difícil desecharlos de buenas a primeras. Sus directos prometen arrasar prejuicios ("en directo es donde las canciones cobran vida. Probablemente hagamos unos cuantos conciertos en España en mayo, entonces podrás juzgar tú mismo") y tal vez sea sobre el escenario donde se manifiesten con la contundencia que les falta detrás de un teclado de ordenador. Entretanto, lo mejor que se puede hacer es volver a escuchar su primer disco o, mejor, ponerlo en cuarentena hasta que su segundo álbum demuestre si al NME se ha vuelto a ir la mano, si el deje Doors es permanente o simplemente una enajenación temporal, si The Coral van a depurar sus influencias o si van a seguir igual por dos o tres discos más, si se van a cansar de la psicodelia y van a abrazar el pop adulto, si la edad les va a restar eficacia, si van a saber encajar el descenso de la atención que han venido recibiendo hasta el momento y si superarán la -no muy lejana- caída del revival de marras. Hoy por hoy, la cosa no está nada clara.
argumentos relamidos y mediocres lo siento no me gusta tu critica the coral es mucho mas que una banda como dices peyorativamente"revival"