"Hacemos lo que nos sale, lo que nos pide el cuerpo, sin barreras ni límites. Poco más"
EntrevistasBasurita

"Hacemos lo que nos sale, lo que nos pide el cuerpo, sin barreras ni límites. Poco más"

Álvaro Fierro — 13-03-2019
Fotografía — Archivo

No conviene acercarse a Basurita – antes Paralíticos del Ritmo- como el proyecto del guitarrista del Inquilino. Los prejuicios, en un primer estadio, saltan como un resorte y hay un breve espacio de tiempo en el que, lo reconozco, el ceño se frunce y le cuesta al lóbulo frontal encontrar el contexto. Como si el oído te preguntara, ¿dónde estamos? Pero es, como digo, un escaso lapso temporal. La oreja se afina y se empiezan a encontrar matices en el subtexto, que ganan a la segunda escucha y triunfan a la quinta.

Me explico. Los temas no son sencillos, aunque parezcan. Abren con una ranchera customizada (la famosa “El Rey”) y la mayoría de las canciones escalan hacia medios tiempos trufados de arreglos, coros, teclas sugerentes… y una armonía vocal que se puede utilizar como un instrumento más. Santi Real de Asua, con Íñigo Romera (Cujo, Arana), Javi Goti (The Growl, The Meows), Chus (Berlín) y Gurru (Cujo, Zodiacs) ha planteado su proyecto personal mirando con mucha perspectiva a los años 90, el indie y recopilando el material intangible en forma de educación musical de los últimos años.

"Primer Juramento" (Subterfuge, 2019), su elepé debut no entiende de reciclajes y acumula en el quinto contenedor once residuos de pop atemporal en castellano. Residuos de delicatesen generados por una súper banda a los que Santi pone voz en esta entrevista.

Vuestro primer tema -y single- de este elepé descoloca un poco. ¿Cuál ha sido el motivo de hacerla?
Tenía esa música, notas, cambios y tenía una idea de letra. Un día leyendo sobre ‘El Rey’ salté a leer letras suyas y según leí ‘En el último trago’ (jamás había escuchado el tema y es muy popular) me volvió de nuevo aquella música que tenía grabada en plan maqueta y encajaba fácil y sencilla, y la grabé en casa con arreglos orquestales cutres y cachondos (que yo llamo estilo ‘Rocío Jurado’, por ese punto orquestal). Me resulto divertida y sobre todo diferente a otras que teníamos.
Fuimos al estudio Tío Pete con idea de grabar 16 temas en un par de días, grabar baterías, bajos, guitarras,…y rematarlas en otra sesión, y este tema estaba muy muy verde, y te puedes imaginar, tantas canciones, tan poco tiempo. Había tocado en el local ese tema con Javi Letamina (buen amigo y batería Inquilino), y le dije que si quedara tiempo el primer día de grabación yo le llamaba sobre la marcha y si podía, se acercara a tocarla. Vino, se sentó, la tocó, y la siguiente se grabó junto con una guitarra rítmica. Por cierto, Javi en esa sesión grabó además la batería de ‘Denise’, también a primera toma, como casi todas las baterías, bajos y guitarras de aquella primera sesión. Gurru (batería) es otra máquina del ritmo.
Sigo…conocí a Fernando Vacas (es amigo de Gurru y suele venir por Getxo) le comenté que íbamos a hacer un disco, escuchó las canciones, le gustaron, vino al local de ensayo, nos dio sus opiniones. Después de grabar un par de días en Tío Pete me baje a Córdoba a la casa/estudio de Fernando (estudios Eureka), pasamos unos buenos días, currando a saco, eran muchos temas para meterles más guitarras, percusiones y voces. ‘En el último trago’ le gustaba el rollo.
Al final rematé la canción con músicos amigos de Getxo a los que creía que les pegaba el tipo de canción: Juan Uribe (Fakeband y otras bandas más) al bajo, Rodrigo (Arana) hizo los sintes orquestales, yo mismo hice algún órgano (hago un arreglo con un órgano ‘flauta’ que me recordaba a los Pixies…cosas de la cabeza), y Pablo Jaén (Gringo, Trampas) le pedí para grabar un steel guitar en el tema ‘Basurita’ y sin avisar le grabé una improvisación para este tema, que ha quedado guay.
Cuando ya tenía todo y estaba mezclándola con Jonan Ordorika en su estudio en Azkarate, Jonan que habla casi a diario con Paco Loco le mandamos el tema a Paco, le dije que aunque tenía muchas cosas le faltaba una guitarra que hiciese de la canción un súper hit, además de reírse de mí por la idea y la canción (¿de verdad eras el del inquilino?, dijo) hizo un arreglo muy fino y bonito.
Este es el rollo de la canción. El motivo de verdad, te puedes saltar desde el final del primer párrafo, es que nos encantaría ir a México de gira a tocar donde sea y con quien sea, y esta es nuestra ficha por el momento…aunque igual nos crucifican por sacar al ‘Rey’ de su ranchera. También nos gusta retarnos con cosas diferentes.

Las canciones parecen sencillas, pero no lo son. ¿Ese es el gran reto del músico, hacer fácil lo difícil? Los teclados, los arreglos, los fraseos…
En nuestro caso no creo que sea el reto. Nosotros somos bastante elementales. Te diré que como bien dices las canciones parecen sencillas, y ¡lo son! Yo no diría que somos unos músicos virtuosos, posiblemente Gurru sea el más máquina. Hacemos lo que nos sale, lo que nos pide el cuerpo, sin barreras, ni límites. Poco más.

¿Hay mucho trabajo de estudio, más que de ensayo?
Como te decía, fuimos con idea de grabar 16 canciones, unas muy terminadas y listas y otras más verdes. La esencia está grabada en directo en el estudio, y los arreglos que hemos metido después, el enredo dependen de los temas. Las bases de los 16 temas se grabaron del tirón, en directo.
A mí me encanta colaborar con gente, darles la canción, tratar de explicar alguna idea imaginada de la canción y que aporten lo que les apetezca. Me encanta aprender en los estudios, y me encanta hacer música, se me va la cabeza muy lejos.
Nos encanta tocar en el local, en directo somos mucho más crudos y cañeros. Muy guay, sin filtros. En este disco he dado varias vueltas por diferentes sitios y con algunos colaboradores ajenos a la banda grabando arreglillos, pero la base es grabación en directo. En todo caso lo que grabamos en estudio casi todo va a primeras tomas, por lo que a mí respecta no tengo nada de paciencia.

Al hilo de lo anterior, son todo medios tiempos. Y es curioso en una banda formada por músicos acostumbrados más a la celeridad que a la tranquilidad. Cierto que Romera está con Arana, pero tiene un pasado más guitarrero.

Sí, es lo que ha salido. Hemos bajado los BPM`s. Los temas originales iban algo más rápido, fue Fernando Vacas quien nos bajó un poco el ritmo. Por el momento vamos más cómodos a estos tiempos cantando en castellano, vocalizas, te haces entender… todo es aprender y evolucionar.

Tu hermano ha montado Trampas y tú Basurita. ¿Trabajar juntos no tenía sentido?
No, supongo que tocaba probar otras cosas. En mi caso tenía muchas ganas de enfrentarme al reto de hacer canciones diferentes al pasado, en castellano, en otras claves musicales. Por pura casualidad me encontré y conocí a Iñigo Romera y Gurru, y son oro molido, y después a Javi Goti, Rodrigo y en los últimos tiempos a Chus, y es un lujo lo que tenemos, de verdad que es un diamante en bruto, para mimarlo y cuidarlo mucho, mucho. Creo que tenemos un recorrido musical acojonante. Con Álvaro ya metemos ruido alguna vez como inquilinos y él está encantado con sus ‘tramposos’, gran banda.

Os edita Subterfuge y os cambiáis de nombre. ¿Hay alguna estrategia detrás de todo en la banda?

No es estrategia, no. Mucha gente nos ponía cara con el nombre ‘Los paralíticos del ritmo’. Aunque ciertamente lo somos, es un coñazo estar dando explicaciones y justificaciones. Mucho prejuicio y mucha chorrada, pero un coñazo. A Subterfuge le presentamos el EP anterior y con estos nuevos temas nos dijo que tenía ganas de trabajar juntos. Con el nombre le pasó como a tantos. Teníamos el tema ‘basurita’ que nos pone de verdad en nuestro sitio, es lo que somos, así que ahí ha quedado. Hicimos unas camisetas y todos las querían.

<<Así soy, aquí estoy/ yo soy ese trocito de mierda>> cantas en la canción que da nombre a vuestro grupo. El carácter del perdedor, la mujer fatal, la escapatoria y la ironía impregna todo el temario.
Tal vez esa frase quedó algo radical, pero me temo que en el fondo lo que nos gusta es radical. En todo caso creo que es una pose, postureo, una posición, un ángulo de visión. Desde la escoria es difícil ser vulnerable, no sé, una coraza, una fachada desde la que ironizar y poder rebelarse o enfrentarse a… casi todo, no sé. Basurita es una buena escapatoria, y mujeres fatales lo que quisiéramos poder ser.

En el documental 160 metros tu hermano dice que cantar en inglés os sale (salía) casi sin pensar. ¿Cantarías en ese idioma si montaras el Inquilino ahora?
De salida te diría que cantar en castellano la música del Inquilino se me hace muy complicado, aunque supongo que todo es ponerse, en todo caso, con mi hermano Álvaro al frente del Inquilino no hay otra opción que hacerlo en inglés (risas) el castellano en este tipo de música le chirría. Creo que cantar en inglés es mucho más sencillo que hacerlo en castellano, y desde luego más natural si sabes inglés y siempre has oído música en inglés. Y encima puedes decir nada.

¿Crees que el debate cantar castellano/ inglés está superado?
Nunca me lo he planteado como un debate. No tengo inconveniente con el asunto, cada cual que haga lo que quiera, y que lo disfrute. Hay magnificas bandas, discos y canciones en ambos idiomas.

Al hilo también de lo anterior, ¿te cansa que os sigan preguntando por el Inquilino?
No, ningún problema. Un poco anticuado, poca novedad en los últimos… pero las pocas veces que hemos tocado lo hemos pasado muy bien. Seguimos siendo una banda en ‘activo’.

“Me voy al Sur” o el inicio de “Primer Juramento” tiene ese ramalazo comunista, pero en general os distanciáis de ese pasado.
A Iñigo (bajo) y Gurru les divierte mucho los guiños a ese ramalazo, y a mí el ruido y al caña me siguen encantando, pero por ahora apetece hacer cosas diferentes, menos obvias para nuestra propia intuición básica musical. En mi caso, me motiva mucho más cambiar, probar, que insistir y repetir que me aburre y no me motiva. Ya veremos el futuro.

¿Qué planes tenéis ahora? ¿Os intentaréis subir al circuito de festivales españoles?
Nos encantaría poder subirnos a algunos festis, ya sabes, dar un poco de caña, un poco de plata y ese billete a México y resto del continente, pero como dice Gurru lo que tenga que ser que sea: ‘como la brisa, ligero y sin ninguna prisa’. Los basuritas son animales del directo: hambrientos impredecibles.

Siguiendo con lo anterior, ¿crees que si no estás en ese círculo un grupo no va a tener repercusión?
Sin duda los festis son los eventos que aglutinan al ‘gran público’. Tengo la sensación, y es solo eso, una sensación, porque no tengo ni idea (ni me importa), que gente activa hacia la música hay poca, quiero decir gente alerta con novedades, inquieta con novedades, en medios, etc… y los festivales sirven para que un ‘gran público’ conozca (si los festis programan propuestas nuevas) nuevas bandas, que seguramente de otra manera esas bandas se quedan en un circuito mucho más minoritario. Pero insisto, que es una sensación, y seguro que tú tienes más datos de cuánta gente acude a las salas de conciertos a lo largo del año y cuánta va a los festivales, mi sensación es que con los miles que van a los, no sé, 5 más grandes superan por muchísimo al público de salas, bares,…Si cuando hablas de repercusión hablamos de ese ‘gran público’ ese es el foro. Entiendo que puede haber otra repercusión tan satisfactoria fuera de ese ‘gran público’, pero si nos metemos en ese circuito seguro que lo disfrutamos a saco.

¿Rescataréis el homenaje a Feelies? ¿A qué otra banda harías algo similar?
Lo de los Feelies estuvo muy bien, y pudo dar para más bolos, pero ya pasó (fue en el 15!!). De hecho, gracias a aquello que hicimos de los Feelies conocí a Iñigo y Gurru, que antes no conocía. Es muy posible que este otoño hagamos algo del estilo con Trampas, ellos con alguna banda anglófona, y nosotros está por ver. Germán Coppini podría ser una buena opción, porque no creo que nos tiremos a por rancheras.

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