“Las mejores canciones son las que se escriben solas”
EntrevistasBand Of Horses

“Las mejores canciones son las que se escriben solas”

José Carlos Peña — 27-06-2016
Fotografía — Andrew Stuart

El grupo norteamericano Band Of Horses presentaba en el Mad Cool “Why Are You OK”, regreso a la relevancia dentro del rock alternativo que, por alguna razón, se habían dejado por el camino. Aprovechando la coyuntura, conversamos con su líder, Ben Bridwell.

En mi ránking de gente más encantadora del gremio tiene hueco desde ya el músico de Carolina del Sur, que me atiende en la terraza de un céntrico hotel madrileño, recién aterrizado, con ánimo radiante. La vida familiar parece haber tenido efectos balsámicos sobre una banda que desde hace seis años mantiene idéntica formación. El quinto disco del grupo, con Rick Rubin como productor ejecutivo y participación activa de Jason Lytle (Grandaddy) y Dave Fridmann (The Flaming Lips) en las mezclas combina su lado más pop con las baladas majestuosas. La fotografía de la portada, por cierto, está tomada en alguna playa de Barcelona durante un Primavera Sound. “¡Pensaba que era Brasil porque estamos con unas caipirinhas, pero es Barcelona!”, nos explica Bridwell con ayuda de su batería. El hombre es un torrente de naturalidad y simpatía. Contagia entusiasmo, incluso cuando habla del estado del negocio, clavando sus penetrantes ojos azules.

"En cuanto a tocar con otros soy un poco tímido porque no toco bien la guitarra. No soy el típico tío que puede improvisar o algo así en una jam".

Han pasado cuatro años desde vuestro anterior disco “Mirage Rock”, lo cual parece bastante tiempo. ¿Necesitábais recargar las pilas o madurar más las canciones?
Bueno, la vida se interpuso: bebés naciendo, gente casándose, también algunos proyectos paralelos como el disco que hice con mi amigo de Iron & Wine (Sam Beam)…pero supongo que la principal razón era que quería tiempo para digerir el material, una o dos semanas de sesiones de grabación, o sea, tomarme un mes entero…Es decir, quería asegurarme de que me gustaba la dirección que iba tomando el disco. Simplemente, el beneficio del tiempo. Lo hicimos así deliberadamente.

¿Es cierto que el título del disco lo sacaste de un mensaje de texto de una de tus hijas?
Es así. Lo hizo jugando con el iphone…tengo cuatro crías, así que tienes que estar constantemente prestando atención de por dónde andan y lo que hacen. Esta vez se puso a jugar con el e-mail, con el autocorrector y de alguna manera escribió esta cita aparentemente existencial de la vida moderna (risas). Lo que la convierte en un genio o algo así.

La cuestión es que era difícil que os equivocarais con Jason Lytle, Rick Rubin y Davie Fridmann, ¿no? Son tres nombres fundamentales del rock alternativo norteamericano.
Sí, no me puedo imaginar hacer otro disco con estos tres juntos. Jason era el primero de la lista para el departamento mentor. Necesito, y me gusta, que el productor sea mi colega. Lo necesito para ir superando mi amateurismo, así que Jason parecía una elección obvia, porque no sólo es un amigo y una persona a la que admiro, sino que escribe canciones y letras, es cantante, músico e intérprete. Además es un mago del estudio. Y hace (y ha hecho siempre) las cosas a su manera, incluso si le tiene que enseñar el dedo al sello o a críticos que le juzgan…No sé, es un gran líder, así que necesitaba su ayuda. No tenía la amistad de Rick, pero llegó en el momento adecuado. Está siempre a la caza de nueva música y tiene mucho oído. Si le gusta algo que estás haciendo, hay bastantes probabilidades de que esté bien. Y está muy bien tener esa opinión. En cuanto a Dave, siempre había querido trabajar con él. En el proceso, siempre estaba liado, no podía encontrar un momento en que tuviera la agenda libre, y estaba fastidiado porque no podía encontrar a alguien igual, quería escuchar cómo sonaban las canciones producidas por Jason Lytle, con las mezclas de Dave Fridmann. Afortunadamente, esperamos hasta que pudo sumarse. No le conocía pero conectamos inmediatamente. Lo que hicieron los tres fue crucial para el sonido.

Me da la impresión de que con este enfoque queríais sonar a banda de rock clásico, pero también moderno. ¿Es así?
Sí, la última vez creo que nos metimos mucho en ese sonido clásico con Glyn Jones (The Rolling Stones, Led Zeppelin), porque ésa es su paleta. Y está muy bien, pero fue más un proyecto. No era…lo que quiero decir es que yo no estaba liderándolo. En cambio, con este disco, sí, aunque es verdad que Jason puede ser algo dominante. Todavía no sé muy bien cómo suena el disco, imagino que porque lo tengo todavía muy fresco y próximo, pero me parece que es un poco taciturno a veces, es un poco latoso...(risas), con picos y valles. Como siempre.

¿Fue muy diferente de grabar a los otros discos?
Lo fue, sí. Especialmente con mis compañeros del grupo. Es la misma formación desde hace seis o siete años, por lo que hemos vivido todo este tiempo juntos. Hemos sido todo lo colaborativos que podríamos ser, ya sabes, todos para uno y uno para todos. Todo el mundo ha tenido algo que decir. Pero en este caso tomé un enfoque diferente, en el sentido de que les decía que no fueran al estudio un día en particular, lo cual era duro de hacer, porque siempre habíamos hecho las cosas codo con codo, pero es verdad que de esa manera a veces pierdes cosas o el disco no es tan tuyo. La diferencia esta vez ha sido que yo estuve más implicado con Jason en lugar de que fuera, por así decir, la banda. Estuvo un poco más centralizado y eso lo hace distinto, sí.

A pesar de esta decisión, lleváis años tocando juntos. ¿Dirías que es el mejor momento de la banda?
Sin duda. No sólo en cuanto a grabar, sino que tengo la sensación de que estoy detrás de algo que me hace sentir realmente orgulloso. Nuestro directo ha sido estupendo desde hace ya unos cuantos años, precisamente por ellos. Tener estas dos cosas simultáneamente nos coloca, a buen seguro, en lo más alto de nuestro potencial como banda. ¡Gracias por recordármelo!

El primer single “Casual Party” es puro Grandaddy y una canción muy pop, pero es verdad que el disco se va haciendo más introspectivo al final, con canciones como “Barrel House” o “Even Still”. ¿Buscábais este efecto?
El disco podría haber tomado forma de varias maneras. Dejamos algunas canciones fuera, y un par de ellas no querían cooperar, así que estuvimos trabajando hasta el mismo final. El orden definitivo se hizo muy tarde, y nos encontramos preguntándonos cómo encajar las mejores canciones que teníamos. Colocamos esas canciones al final porque no iban bien en ningún otro sitio. Es duro, porque no quieres que el que escuche se canse, quieres que lo flipe, y creo que este orden no contribuye precisamente a esto, pero es lo que somos, no estamos avergonzados de ninguna de las maneras. Así es como acaba este disco, supongo que por falta de canciones más animadas tan buenas como las que acabaron entrando.

No veo problema…creo que “Whatever, Wherever” es de las mejores canciones que has escrito. Me gustaría que me hablaras de ella.
Gracias, tío. Es una de esas canciones que escribí en el sótano o el garaje. Estaba por allí enredando con la guitarra, creo que había estado escuchando algo, tenía una melodía en la cabeza, y fue una de esas canciones que se escriben solas. Ni siquiera había pensado en hacerla. Hay un par de ellas así en el disco, “Barrel House” y ésta.

¿No crees que las canciones que se escriben solas son las mejores?
Sí, son mis favoritas. Dios, sí. Y son raras…por lo menos, en mi caso. Normalmente, no tengo opiniones cerradas sobre nada. Cuando voy a comprar a la tienda de ultramarinos, me paso una hora dando vueltas. Por eso es increíble cuando el tema o algo hace el trabajo duro por ti y te conviertes en un mero transmisor de la canción…
No había pensado en ello. Fue algo más tarde en el proceso cuando me abrí algo más. Había estado dando vueltas a algunos temas, pero por razones de privacidad quizá no había sido lo abierto o honesto que debería haber sido, como queriendo mantener una distancia. Pero al final, cuando escribí la primera canción del disco, “Dull Times”, y me di permiso para confesarme, tuvo el efecto de una bola de nieve, y llegó todo lo demás. Era como que, bueno, ya veré las repercusiones después, si la gente piensa que “Casual Party” es mi cena social, que le den…Una vez llegué a ese nivel de confesión, ya no tenía tanto miedo de abrirme y llegaron cosas como “Whatever, Wherever”. Cuando consigues romper esas pequeñas barreras de autoprotección y te convences de que puedes hacer las cosas a tu manera. Perdona por darte una respuesta tan larga. Creo que esa canción me hizo ser un transmisor porque me permití abrirme y entregarme en el proceso.
Y cosas raras como la cascada de texturas que hay…cualquier otro habría limpiado eso, porque los arreglos no deberían ir en casdada, o profundizarse o crecer, pero a Jason, afortunadamente, le parecía bien que mantuviéramos esas rarezas, mis típicas mierdas idiosincráticas. Cualquier otro me habría dicho que eso no funciona, que es estúpido. Pero si no se pega con los cambios de acordes, ¿por qué no? Es divertido. Así que muchas de esas pequeñas cosas que sueles eliminar en el proceso, están ahí. Y estoy orgullosísimo de ello.

Hablando de arreglos: ¿Cómo los trabajáis dentro del grupo?
En cuanto a tocar con otros soy un poco tímido porque no toco bien la guitarra. No soy el típico tío que puede improvisar o algo así en una jam. Tiendo a encerrarme en una habitación hasta que pienso que hay algo. Por eso tiendo a contenerme en cuanto a revelar canciones, incluso estando en un grupo. Espero hasta que realmente pienso que merece la pena lo que tengo, por miedo al ridículo o las críticas. Quiero tener algo muy cerrado antes de enseñárselo a los chicos, y luego los verdaderos músicos ponen sofisticación en ello (risas).

Ahora que todos tenéis familia y críos, ¿cómo lleváis esto de girar y la vida del rock and roll?
Oh, Dios, es muy difícil, por supuesto. Mierda, si ya es complicado para los que no hacen esto, para el tío que quiere ir al bar o ver el partido de fútbol con sus colegas…Quiero decir, no somos inmunes a ese elemento de cuando tu mujer te pregunta: “¿Qué coño estás haciendo?”. No es así, porque realmente creen en lo que hacemos, pero tienes que hacer equilibrios constantemente, tratando de averiguar cómo puedes pasar más tiempo con ellos, con un pie aquí y otro allá. Es un reto constante. La suerte es que ninguno de nosotros somos capullos o mala gente. Como todos somos buena gente, nuestras familias piensan que hacemos esto por las razones correctas. Eso ayuda mucho. Pero es un reto continuo. Algunos se han casado recientemente o acaban de tener hijos, por lo que en esta gira va a ser interesante averiguar cómo lo hacemos, porque en realidad todavía no tenemos ni idea. Más nos vale estar presentes en ambos lados…

Mañana tocáis en un gran escenario de un festival. ¿Cómo lleváis lo de tocar en este tipo de eventos?
En ocasiones puede ser el mejor bolo del mundo, porque no sólo tienes a más gente viéndote, sino que puedes atraer la atención de los que van de paso a comprarse un perrito caliente y piensan: “¿Qué es eso?” Eso es muy bueno, porque te permite conectar con más personas. Es un regalo. Al mismo tiempo, a veces puede ser un puto coñazo, cuando la gente está ahí esperando a que salgan Kings of Leon o alguna otra banda.
Pero hay un elemento de peligro o de lo imprevisto que me parece muy atractivo, porque te obliga a estar alerta. No tienes ni idea de cómo puede ir. Cuando estás en un teatro o una sala, sabes que la gente que va a verte ha trabajado duro para comprar la entrada, que probablemente han pagado a una niñera, o sea, hay mucha dedicación ahí, hacen parte del trabajo, pero en un festival te lo tienes que currar todo tú, porque no sabes por dónde va a ir la cosa.

Tenéis nuevo disco en las tiendas y todos sabemos que el negocio está complicado. ¿Qué opináis de cómo han cambiado las cosas en estos últimos 15 años?
Es que las cosas han cambiado hasta en los últimos 4 años, desde que sacamos el disco anterior. Incluso el tema promocional es diferente. Como que todo el mundo necesita una maldita playlist ahora… radios de Internet, podcast o similares. Sólo esa evolución ha sido rapidísima.
Pero en cuanto a las ventas de discos, hay avances esperanzadores en la venta de vinilos, obviamente, y eso está bien. Pero también en el streaming y en la descarga de mp3 en itunes, Amazon o Google. Hay muchos canales para sacar tu música, y para generaciones distintas y gente con gustos diferentes. El chaval del instituto puede tener la canción en su teléfono, legal o ilegalmente, pero la tiene…Sinceramente, no podría ser más fácil, y no hay nada malo en ello. Como alguien que está constantemente devorando música, me gusta el hecho de poder descargar una canción en cualquier momento, ahora que voy a estar un mes fuera de casa, pagando por ella. Quiero tener esa opción.
Podría ser el inicio de una gran era en el negocio de la música. Si piensas en ello, compara lo que cuesta un disco y lo que cuesta ir al cine…Si vas con tu novia o novio, ¿cuánto te gastas? ¿60 dólares con las palomitas, alguna bebida, las entradas? Y es por muy corto periodo de tiempo. Un disco te cuesta 10.99 dólares y lo tienes por el tiempo que exista la tecnología...es muy poco para algo que te dura siempre. En el otro lado están las descargas ilegales, sí. Pero estos van a un concierto: 25 pavos la entrada, quizá otros 25 de la camiseta…no sé, creo que las cosas se sacan de quicio, porque me da la impresión de que estamos prosperando. Con licencias y mierdas así, tienes millones de maneras de hacer dinero. Deja de quejarte, disfruta que hay gente a la que le importa la música.

¿Pero de verdad no os es más difícil ganar dinero ahora?
Ni de coña. Ahora tenemos incluso la suerte de poner música en series de televisión o películas. ¿Quién podía hacer eso antes? Nadie tenía esa opción. Sólo podían vender millones de discos. Ahora te pueden pagar 50.000 dólares por un anuncio o una película, si licencias tu canción por unos años. Creo que vivimos una edad de oro, sinceramente. Hay millones de maneras de ganar dinero.

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