“Muchas veces nos hemos sentido más acogidas en el extranjero”

Por más que la música mainstream de ritmos efímeros se empeñe en dictar lo que hacer y lo que no, Balkan Paradise Orchestra se ciñen a su propia normativa. Precisamente, la normativa de un enjambre imaginario habitado por diez abejas reina que han empleado los últimos tres años en producir un elepé multigénero e instrumental titulado “Néctar” (Calaverita, 24).

Se dice que el trabajo y la constancia son la clave del éxito; si pensamos en la naturaleza, ¿a qué seres se les aplica mejor este lema? Las respuestas podrían ser varias, pero, sin duda, la más clara serían las abejas. Sintiéndose identificadas con el esfuerzo que les comporta a estos pequeños insectos la elaboración de la miel, Alba, Berta, Eli, Eva, Laura, Maria Cofan, Núria, Maria Puertas, Mila y Olivia extrapolaron el proceso de creación del néctar a su música de vientos y percusiones en el primer proyecto que publican con composiciones propias. “Al principio nuestro modus operandi consistía en coger temas que ya existían y los tocábamos tal cual, normalmente en la calle. Balkan Paradise Orchestra es una banda que ha mamado mucho de la calle y que poco a poco se ha ido haciendo un hueco en los escenarios. Con ‘K’ataka’ (18), nuestro primer disco, nos dedicamos a mezclar temas balkan con otros de raíces catalanas, valencianas, pop, disco, latinas… Cuando vino ‘Odisea’ (20) ya la cosa cambió. De tocar música de Goran Bregović o Taraf de Haïdouks y hacer mezclas tan frikis como ‘Bolero del Lladre’ junto a ‘Bolero’ de Maurice Ravel, evolucionamos hasta el punto que nos permitimos componer obras personales reciclando arreglos de artistas externos combinados con música que nos gustaba. Simplemente hemos llevado la música que admiramos a nuestro terreno para tomarla como punto de partida en el objetivo de crear algo nuevo”.

“‘Néctar’ ha sido tan democrático y horizontal que el requisito básico consistía en alcanzar un equilibrio equitativo en las negociaciones"

A pesar de que muchas no habían compuesto nunca, dicen haber disfrutado de esta nueva experiencia en la que lo interesante ha sido experimentar. Evidentemente, no partir de una idea preexistente complicó las cosas. Sin embargo, desde el minuto uno se animaron unas a otras a traer sus propios arreglos. “Creemos que ha sido algo muy natural. Trabajamos a través de comisiones en las que cada una puede escoger donde cree que estará más cómoda y donde podrá aportar más. De nuevo, en el caso de las composiciones, estas surgen a raíz de ideas musicales individuales que se importan al grupo y se trabajan recibiendo un feedback colectivo. Luego se siguen desarrollando de muchas maneras distintas. No solo tenemos un método. Por ejemplo, unas veces formamos pequeños grupos en sinergia con el productor [Arnau Altimir] y otras ensayamos juntas en espacios de debate más amplios. Podríamos ser asamblearias y centrarnos en un único estilo musical, pero de ese modo se perdería la diversidad multigénero que erige el pilar base de la banda”. Cualquier artista que tenga un proyecto común entre manos debería saber lo difícil que es llegar a acuerdos, cuidando al mismo tiempo a los miembros del equipo. “‘Néctar’ ha sido tan democrático y horizontal que el requisito básico consistía en alcanzar un equilibrio equitativo en las negociaciones. Después de todo, lo que más nos preguntan es acerca del origen del disco y su significado; bebe de lo que somos y cómo entendemos la música”. La gracia de Balkan Paradise Orchestra es su propuesta sonora fuera de lo comercial, mayoritariamente instrumental y de integrantes femeninas. “Así somos y así nos mostramos”.

Además de las raíces balcánicas, este nuevo álbum transita por el reggaeton, la rumba, el ska, la música disco o la electrónica. Seis registros muy distintos que complementan la libre expresión fuera de los códigos sociales, el desamor y la autoestima o el sentimiento de comunidad, algunos de los temas que se abordan en él. Es más, indagando a fondo en su contenido, es interesante verlas homenajear iconos culturales tan importantes como la Virgen de Montserrat o la Marković Orkestar. “Al final hablar de tantos temas sin que haya lírica de por medio es algo muy subjetivo. Ser tantas y tan distintas nos da el privilegio de poder contar con un sinnúmero de bagajes culturales que enriquecen la afinidad por los ritmos balcánicos que teníamos algunas de nosotras. No obstante, aunque nos llamemos Balkan Paradise Orchestra, la música balcánica no es lo que nos identifica ahora mismo. Hemos evolucionado. Nos gusta mantener la reminiscencia. Al fin y al cabo el origen reside en nuestros mundos personales y como músicos intentamos transmitirlos en las producciones que, luego, pasan a ser propiedad del oyente. Esa es un poco la magia de la música instrumental; dejar espacio a quién nos está escuchando para que pueda imaginarse lo que quiera a partir de su personalidad, contexto y entorno”.

“Somos un grupo hecho para el directo"

En este sentido, las plataformas digitales han ayudado a expandir el trabajo de la banda entre fanáticos de todas las nacionalidades. Pese a ello, nada le hará justicia al explosivo directo que ofrecen. Coreografiando al milímetro cada movimiento que acontece encima del escenario, le dan mucha importancia a aquello que se está transmitiendo. Da igual si es bachata o disco, ayudar al espectador a viajar a lugares alternativos es primordial. “Somos un grupo hecho para el directo. Lo que se transmite a nivel energético supera las capacidades que tiene el digital. A la gente a la que les hacen especial ilusión nuestros discos acaban cambiando de opinión cuando asisten a los conciertos. En 2023 preparamos un espectáculo especial titulado ‘Catarsis’. El de este año será parecido; mantendremos cuatro temas antiguos y lo demás será presentación de disco. Pensamos mucho en la creación del directo porque ha sido el campo de batalla en el que hemos podido aprender a lo largo de los años lo que funcionaba y lo que no. A partir de lo que hemos ido viendo, se ha reformulado para traer algo nuevo y más potente".

Por consiguiente, la gira que tienen agendada los próximos meses las mantendrá un tanto ocupadas, puesto que, por el momento, irán desde Francia y Luxemburgo hasta Suiza. Incluyendo tres fechas de presentación oficial en España (14 de marzo en Madrid, 21 de marzo en Valencia y 22 de marzo en Barcelona). Está claro que tendrán la oportunidad de volver a sentir lo que se siente al interactuar con el público que las apoya. “Ver a conocidos y desconocidos dándolo todo nos impacta. Es música supercomplicada de tocar, pero también de bailar; hay un punto de espectacularidad que deja en shock a la gente. Aun así, lo bailan y lo disfrutan con una sonrisa de oreja a oreja. Parecerá mentira, pero muchas veces nos hemos sentido más acogidas en el extranjero. Es verdad que ha habido algo que nos hacía sentir más valoradas”.

Paralelamente, “Nèctar” estará disponible en formato CD y vinilo coloreado, ilustrado con una portada a cargo de Luis Toledo (Laprisamata). Solo quedará, me cuentan, que todas cojan un momento en el que poder sentarse juntas a definir exactamente hacia dónde quieren ir. Crecer rápido y crecer cómodas ha opacado un poco esa cuestión. En lo que sí están de acuerdo es en que quieren expandirse por todo el globo terráqueo. “Balkan Paradise Orchestra llega a todos los rincones se hable el idioma que se hable. En Estados Unidos ya hemos puesto el pie; seguramente volveremos este año. Nos molaría mucho ir a Sudamérica o Australia, pero para eso tendremos que tenerlo todo muy bien preparado para que salga a cuenta”.

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