Pertenecen a la “generación 2005”, año del último alumbramiento masivo de bandas indies –aprovechables- provenientes de las islas británicas. Fue entonces cuando también vimos nacer discográficamente a grupos como Bloc Party, Hard-Fi, Editors, The Go! Team o Mäximo Park. Las malas noticias son que Kaiser Chiefs, al igual que buena parte de los nombrados -quizás la única excepción sean los simpáticos tronados de The Go! Team-, van haciendo descender su calidad media de forma directamente proporcional al crecimiento del volumen de su discografía.
"Elegimos a Mark Ronson sobre todo porque fue él quien nos llamó" |
Bien, sin exagerar; seamos justos. Tal como en “Yours Truly, Angry Mob”, en “Off With Their Heads” hay destellos de genio que hacen que mantengamos el nombre de la banda entre el grupo de recuperables y todavía potencialmente interesantes, pese a que cada nuevo lanzamiento les acomoda en una peligrosa medianía.
"El público español es más frío y parece observarnos siempre con una actitud expectante" |
Esta vez la intención de los de Leeds no era en realidad grabar un tercer álbum, sino que todo surgió “de forma espontánea. Estábamos grabando el que ha acabado convirtiéndose en el nuevo single, ‘Never Missed A Beat’, y empezaron a aparecer ideas. Y con ellas nuevas canciones que al final dieron para un nuevo disco. Llegó sin presión, no teníamos ninguna intención de hacerlo. La palabra ‘frescura’ fue la más repetida a lo largo de las sesiones”. El trabajo se inicia con uno de los temas más destacables de la discografía del quinteto. “Spanish Metal” es un experimento exitoso de mezclar el hooliganismo hímnico de los ingleses con un cierto aire progresivo setentero. “Toda la prensa española tiende a destacar esa canción. Supongo que será por el título. Surgió tras componer un riff que nos sonaba a flamenco, de ahí lo de ‘spanish’; le quisimos dar un tratamiento de heavy metal. Nos encantó el resultado y por eso lo hemos situado iniciando el álbum, como una bienvenida para todo lo que viene a continuación”. En esa línea, los cortes que más se alejan de la fórmula son los que mejores resultados obtienen. Entre ellos, la popera y brillante –pese al grotesco título- “Tomato In The Rain” y la balada a la vieja usanza “Remember You’re A Girl”, para la que trataron de “realizar una aproximación diferente, acallando la voz, y dejando que el buen ambiente que había reinado en el estudio fluyera con la música. De ahí el acabar el disco con ella. Trata de ser el final feliz de lo que creemos fueron unas sesiones inspiradas”.
El single de adelanto, “Never Missed A Beat”, es una perfecta muestra del contenido que nos espera en el tercer trabajo de los ingleses, un copiar/pegar de sus recursos más habituales, tejidos en esta ocasión bajo la batuta de uno de los nombres del momento, Mark Ronson (el hombre tras Amy Winehouse, Lily Allen y el nuevo disco de The Rumble Strips) y lejos de Stephen Street, productor de sus dos primeras obras. “Elegimos a Mark sobre todo porque fue él quien nos llamó ofreciéndose para hacerlo. Se adaptó muy bien al ambiente de las sesiones y consiguió un sonido excelente. Es fácil descubrir que ‘Off With Their Heads’ suena muy diferente a ‘Employment’ o a ‘Yours Truly, Angry Mob’. Él mismo está hablando muy bien del disco en entrevistas que le hemos leído, algo que nos satisface enormemente”. Pese a Mark y sus halagos, entre el resto de temas cuesta encontrar asideros a los que aferrarse. Excesivo relleno que hace plantearse si no hubiera sido más deseable mantener la idea inicial de dejarlo en un EP… “Joder, tampoco pretendemos convertirnos en una máquina de hacer singles. Aunque yo sí creo que el disco está lleno de temas radiables. ‘Good Days, Bad Days’, sin ir más lejos. Pero si algo diferencia a “Off With Their Heads” es su actitud, la manera que hemos tenido de acercarnos a él. Más natural, de principio a fin. Suena a diversión, casi a improvisación. Y así debe disfrutarse”. La afirmación parece excusa de un camino conscientemente elegido para alejarse del espíritu que dio origen al segundo álbum de los ingleses, “Yours Truly, Angry Mob”. Editado hace poco más de un año, el trabajo decepcionó de forma mayoritaria y fue ampliamente criticado por la prensa británica, que lo acusó de “predecible” y de no contener más que un puñado de “éxitos para el jukebox”. “No nos arrepentimos para nada de él. Simplemente tratamos en cada disco de variar, de sonar diferentes. Personalmente, me encanta. En términos generales, me parece mejor disco que ‘Employment’. Es cierto que no estaba tan orientado a la pista, y en este tercer disco queríamos de alguna manera recuperar ese espíritu más bailable, pero no más que eso”.
Para finalizar la entrevista, no podemos dejar escapar a Nick sin preguntarle por dos de los cotilleos del mundillo musical en los que han sido co-protagonistas los últimos meses. El primero, el último aguijonazo lanzado por Noel Gallagher, que con su habitual ironía comparaba Kaiser Chiefs con The Monkees (por lo que tuvieron de banda prefabricada en los sesenta) y afirmaba que sigue siendo incapaz de disfrutar con ellos a pesar de haber estado consumiendo drogas durante los últimos dieciocho años. “Nada que decir. Bueno, sí. Que soy un gran fan de The Monkees”. La segunda, el reciente encontronazo entre Kele Okereke de Bloc Party y John Lydon de Sex Pistols en el backstage del Summercase, edición barcelonesa, que tuvo como testigo presencial a miembros de los Chiefs. “En realidad quien estuvo presente fue Ricky (Wilson, cantante). Y lo vio claramente. Kele se acercó a pedirle a Lydon que reformara P.I.L, banda de la que él es gran fan. Y se encontró con un ser despreciable que le empezó a lanzar insultos racistas y a provocarle, empujándole, con la ayuda de sus secuaces. Me indignó leer su versión de los hechos, donde aseguraba que se encontraba tranquilamente firmando autógrafos. Es totalmente falso. Había estado bebiendo sin parar todo el rato. Espero no volver a tropezarme con ese tipo en mi vida”. ¿Alguien dijo espíritu punk? De momento, no parece que los de Leeds tengan planeado visitarnos en breve. En realidad, tampoco parecen tener especial simpatía por el público español. “Nos encanta ir a Holanda, o Alemania. Tenemos un éxito increíble allí. En cambio, el público español es más frío y parece observarnos siempre con una actitud expectante“. ¿No será porque siempre nos visitan en festivales, con un público más disperso? “Sí, quizás sí. Probablemente esa sea la razón. ¡Pero es que los festivales pagan mucho mejor!”.
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