Cuarto álbum ya para Bala ¿Cuáles diríais que son las principales diferencias entre “Besta” ([PIAS], 24) y vuestros tres trabajos anteriores?
En mi caso puedo decir que es un disco especialmente personal, porque en las letras decidí abrirme más que de costumbre. Me salió así… Hasta ahora siempre había escrito desde un punto de vista menos explícito. Además, es el disco más extenso que hemos sacado (doce canciones) y estilísticamente creo que es el más trabajado de los cuatro.
Hay mucha frustración, energía y reivindicación en primera persona en este álbum ¿De dónde ha venido la inspiración y cómo la habéis canalizado para dar a luz a las canciones? ¿Cómo ha sido vuestra forma de trabajar?
Una vez que la parte instrumental estaba hecha pusimos en común un montón de temáticas que nos apetecía tratar. Cosas que llevamos dentro y que de alguna manera queríamos sacar y compartir. Es una suerte poder tener esta herramienta para poder soltar lo que ocupa tu cabeza en un determinado momento de tu vida.
¿Cómo, dónde y con quién ha sido grabado “Besta”?
El origen del disco está en un lugar maravilloso que se llama Castelo Studio (Culleredo, A Coruña) donde dimos forma por primera vez a las canciones. Tras ello seguimos trabajando una temporada hasta que los temas estaban listos del todo. Y fue entonces cuando nos fuimos a grabar con nuestro querido Santi García (responsable también de Lume y de Maleza). Primero grabamos las baterías en Cal Pau Recordings (Barcelona) y el resto en Ultramarinos Costa Brava (Sant Feliu de Guíxols). Todo fluye increíblemente bien con él. Concentramos todo el trabajo en una semana inolvidable.
“El disco es un reflejo de cosas que nos preocupan, a nosotras y a gran parte de la población”
Es un disco de tendencia asfixiante que apenas ofrece concesiones al oyente ¿Pretendíais que el disco tuviera ese aspecto? ¿Cómo queríais que luciera “Besta”?
Nunca pretendemos nada en este sentido, la verdad. Simplemente dejamos que todo fluya mientras vamos soltando lo que nos sale. Ningún tema se quedó fuera, todo lo que compusimos está ahí porque sentimos que tenía que ser así.
En este disco ¿Dirías que hay más rabia o desasosiego? ¿Hay una desesperanza inherente a vuestra generación?
La desesperanza es hoy en día un sentimiento generalizado, sin duda, casi independiente de la generación. A mí me gusta mezclar luz con oscuridad, gritar cosas bonitas entre riffs pesados que quizás provocan una imagen errónea de lo que intento transmitir. Me gustan esos contrastes, y “Maleza” (Matapadre, 17) era un fiel reflejo de todo eso. Pero “Besta” es, efectivamente, un disco más rabioso. También hay temas más “frescos” que tocan contenidos como la amistad o el vínculo que podemos llegar a crear con los animales, así que... bueno, no todo es catártico.
¿Dirías que vuestras canciones llaman a la movilización? ¿Es “Besta” un manifiesto?
No lo consideraría un manifiesto, simplemente un reflejo de cosas que nos preocupan, a nosotras y a una gran parte de la población. Pero bienvenida sea la movilización siempre. “Inmutable”, la segunda canción del disco, habla precisamente de eso: de la importancia de levantarnos del sofá y “liarla” cuando hay que luchar por lo que consideramos justo.
Tenemos que hablar de las colaboraciones que hay en el disco, comenzando por la de una de las mujeres más míticas en la historia del punk de este país como es Ana Curra ¿Cómo surgió la posibilidad de trabajar con ella y cómo ha sido, en la práctica, estar codo con codo en el estudio con un tótem como ella?
La última parte te la voy a desmontar: lamentablemente, por cuestiones logísticas y de tiempos, no pudimos juntarnos en el estudio. Ella grabó su parte a posteriori. A Ana la admiramos muchísimo y la seguimos desde hace mucho tiempo. Yo, además, tuve la oportunidad de trabajar con ella en una producción hace unos años y allí charlamos un rato. Me dijo que le encantaba BALA y me hizo una ilusión tremenda. No dudamos en proponerle esta colaboración y aceptó encantada. Puso absolutamente todo de su parte con ganas y energía al cien por cien. Somos muy afortunadas.
Ana Curra aparece en “Equivocarme”, el tema que abre el disco y en el que también colaboran Dani Miller (Surfbort) y Laurispunkis (GRIMA) ¿Qué han aportado al tema?
La verdad es que en esa canción ha quedado un combo muy poderoso: Ana aporta unos sintetizadores que acompañan a la guitarra dándole una textura diferente y única; Laura unas líneas de bajo con las que crea una base grave que nos encanta; y Dani su voz tan reconocible, que sumada a la mía hace que el tema suene completamente distinto a todos los demás.
De hecho, Ana Curra aparece también en “3 veces” ¿Estaba previsto que la madrileña hiciera doblete o la cosa funcionó tan bien que tuvo continuidad en una segunda canción?
En realidad, la colaboración estaba pensada para “3 veces”, pero le mandamos también “Equivocarme” por si le salía hacer algo en ese tema también, y así fue. Pero en “3 veces” veíamos clarísima su participación, también por la temática del tema: feminismo y brujería.
También habéis trabajado con Tanxugueiras en “Ouveo”. Habladme de esta canción de corte más folclórico y de cómo fue la colaboración con el trío.
“Ouveo” es un homenaje muy especial a un compañero de cuatro patas, el mejor amigo que V tuvo jamás. Lamentablemente falleció hace algo más de un año. Poco tiempo después de que ocurriese, nos sentamos a escribir letras y sabíamos que un tema tenía que ser para él, y en general sobre el duelo que atravesamos cuando esos compañeros de otras especies con los que compartimos nuestra vida se van. Teniendo en cuenta esta temática, pensamos que las voces de Tanxugueiras encajaban a la perfección para convertir esta canción en una especie de ritual. Ellas también aceptaron encantadas e ilusionadas, y creemos que el tema ganó muchísimo con su participación.
Lo que es evidente es que este disco potencia (¡y cómo!) las ganas de veros en directo ¿Cómo son actualmente y cómo han evolucionado con el paso de los años los directos de Bala? ¿Hay ya gira prevista para presentar las nuevas canciones?
Seguimos siendo las mismas personas que pillan cada concierto con muchísima ilusión, pero a lo largo de estos años supongo que hemos ganado en soltura y confianza. No hay nervios, solo gozo, desahogo y diversión. El escenario se ha convertido en nuestro lugar favorito del mundo. Nuestro espacio más seguro, nuestra zona de confort. Tenemos ya unos cuantos conciertos anunciados y pronto serán muchos más. El de Madrid del 26 de abril (sala Copérnico) nos hace especial ilusión porque ese mismo día sale el disco.
¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de ser un power-dúo y no una banda “al uso” con más miembros?
Como solemos decir, el único inconveniente es que nadie puede desempatar cuando no estamos de acuerdo en algo… Por lo demás, todo ventajas.
Formáis parte de la actual escena de formaciones femeninas que manejan sobrada consistencia en diferentes formas. Las Odio, Shego, Melenas, Ginebras, Tiburona, Cariño, Aiko el Grupo... El listado es cada vez más largo ¿Ha terminado al fin el yugo masculino en cuanto al punk-rock en la escena patria o aún queda mucho por hacer?
Queda mucho por hacer. Hay, en general, más conciencia que antes sobre estas cuestiones en la industria musical, pero las desigualdades en un montón de aspectos siguen siendo evidentes. Las mujeres siempre han estado ahí, pero silenciadas o invisibilizadas. El noventa por ciento de nuestros referentes han sido masculinos.
Grande Amore, Boyanka Kostova, The Rapants, Ortiga, Mondra, Fillas de Cassandra, las propias Tanxugueiras, Mundo Prestigio.... Otra escena obviamente candente es la gallega.
Galicia es un lugar mágico en el que ocurren cosas maravillosas. Somos muy afortunadas de poder compartir escena y nutrirnos de todos esos proyectos que mencionas, así como de muchos otros.
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