En su primer gran proyecto discográfico. “Me he descubierto como artista, escritor y productor al cien por cien. Creo que una de las cosas que más ha cambiado ha sido que ahora estoy mucho más interesado en la experimentación que antes. Me he llevado tantos límites en este disco. Inconscientemente, creo que ha sido una búsqueda de todo lo que me interesa. Yo nunca había hecho techno, también como productor es que no sabía hacerlo. Este proyecto me ha llevado a descubrir muchos géneros como el hardcore en ‘nomeacuerdodenada’. También he llevado mi voz una parte al grito, me ha interesado mucho esto de yo gritando con coros, o como en estribillos, con autotune”.
Uno de los pilares ha sido la espiritualidad del artista y la incorporación de cantos gregorianos y voces blancas. “Dios ha ocupado un espacio muy importante en mi vida. Solo que yo de mayor he ido como creando un poco a mi propio Dios. Hay una canción en el álbum que se llama ‘Encuentra a tu dios’ que, para mí, es un mensaje muy importante. Dios está en todos los lugares y existe sin que lo podamos decidir”.
"Ser artista es vivir de destellos"
Aunque todo ello no ha sido suficiente para mantener la templanza y lo han llevado a estar “Desquiciado”. “El álbum se iba a llamar durante todo el proyecto de otra forma, se iba a llamar ‘La noche que nunca acaba’. Pero hace un mes y algo hice la intro que se llama ‘Desquiciado’ y definió muy bien el proceso de este proyecto. El sonido definió muy bien mi proceso personal. Yo he estado bastante desquiciado estos últimos años, y creo que también ha sido una forma de empoderarse. Soy una persona muy intensa y con muchas sensaciones y creo que al final es una forma de hacerlo mío también”.
La producción es uno de sus sellos de identidad y le ha permitido una gran libertad con su disco, también a la hora de componer. “Este álbum está noventa y cinco por ciento producido por mí. Sin saber producir no creo que pudiese haber hecho esto nunca. Este proyecto nace de estar mil horas probando y cambiando hasta que he encontrado lo que estaba buscando. También escribir ha sido uno de los mejores descubrimientos. Es una cosa que tenía un poco de bloqueo antes. Creo que antes buscaba más texturas, no tanto conectar conmigo. Para mí ha sido como quitarme los muros, ser súper honesto conmigo y dejarme llevar por el proceso”.
Su artista favorita, a pesar de estar en las antípodas de su sonido, es Taylor Swift. “Por lo que conecto tan bien con ella es quizás por lo desquiciada que está y por lo intensa que es. Luego también hay algo pop que me gusta mucho de ella. Tengo una parte mía pop también muy importante, que tengo ganas de explorar en el futuro. Pero sí, soy una persona muy de contrastes y creo que Taylor Swift es mi contraste”. Como cantante queer, está sujeto a opiniones impuestas de su cuerpo y la doble vara de medir de la industria. “Vivimos en un mundo en el que todos nos sexualizamos de alguna manera. Cuando me hacen esta crítica creo que no han visto más allá, porque si piensas que mi proyecto se basa en mi cuerpo es que no conoces nada. Porque estoy todo el día trabajando. Somos los primeros que nos boicoteamos todo el rato. Ser artista es vivir de destellos. Luego no existen artistas queer en las listas o en la música urbana. Nos hacemos un flaco favor con este tema pero es muy complejo, creo que hay mucha movida detrás”.
Cuando el desquicie llega a su fin, Bajocero X parece encontrar la calma entre el interludio protagonizado por su abuela y la acústica “Puerta al campo”. “Creo que ser minimalista es una de las cosas más difíciles que existen porque al menos yo en mi caso tiendo mucho a añadir, añadir y añadir. Y este proyecto tan barroco y tan lleno de estímulos me ha enseñado mucho a elegir bien las cosas concretas que tienen que estar y dónde tienen que estar. Para mí no había otro final posible que un final minimalista porque hablaba otra vez de contraste y de la necesidad de hacer un poco de pausa. De hacer un final más desnudo”.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.