“Comenzamos a hacer música cuando teníamos catorce años y nuestros mayores intereses se centraban en el rap”, explican Nick Millhiser y Alex Frankel cuando se les pregunta por los orígenes de su sonido. “Nos encantaba Mos Def, The Roots, Jay Z, DJ Shadow, Mo’ Wax, Portishead… Pero, bueno, también nos gustaba mucho gente como Sunny Day Real Estate y Tori Amos… Y con todas esas influencias empezamos nuestra primera banda, Automato, con un sonido esencialmente hip-hop”. Y no lo debían de hacer nada mal cuando DFA se acabó interesando por ellos del mismo modo que lo hace siete años más tarde, publicándoles el debut de este nuevo proyecto que es Holy Ghost!, y cuyo giro estilístico se debe, en parte, a la influencia de los capos de DFA.
“Ha pasado mucho tiempo y nos apetecía hacer cosas diferentes. En ningún momento dijimos ‘eh, vamos a hacer nu-disco’, simplemente continuamos haciendo música y esto es lo que nos ha salido. Sin más. No obstante, James (Murphy) y Tim (Goldsworthy) también tienen algo de culpa”. Y ciertamente la huella del sonido del sello está presente en todo el disco, que consigue sonar retro y rabiosamente actual al mismo tiempo. No es de extrañar, por tanto, que el equipo que la banda usa conste de: “un montón de cacharros vintage: sintetizadores, guitarras, baterías, micros y compresores, todos fueron fabricados antes de 1980”.
Pese a contener siete temas nuevos y tres temas que ya habíamos podido oír en sus maxis (“Static On The Wire”, “Hold On” y “Say My Name”), el debut en largo de estos chicos suena totalmente redondo. “Bueno, es que si las incluimos fue porque creíamos que realmente este era el lugar en el que debían estar, que encajaban a la perfección”. Igual que parecen hechas a medida las fantásticas colaboraciones de MacLean, el malogrado Jerry Fuchs, Luke Jenner de The Rapture, Chris Glover y Michael McDonald. El proceso de composición, se trate de una colaboración o no, suele ser cada vez diferente. “A veces la cosa empieza con un ritmo, otras veces con una melodía. Va cambiando. Lo que siempre se repite es que la forma en que empieza difícilmente se parece en algo al resultado final”. Ese resultado son los diez temas que componen este debut y cuyo denominador común es la pista de baile.
“Lo esencial para hacer un buen tema bailable es que la gente no se pueda resistir a bailarlo”. El mismo requisito ha de tener, según el dúo, un buen remix y Holy Ghost! predican con el ejemplo en remezclas ultrabailables como la de “I Love To Move In Here” de Moby, “Hearts On Fire” de Cut Copy, “Lisztomania” de Phoenix o “Drunk Girls” de su colega James Murphy. Todos, como ven, nombres de relumbrón en la escena electrónica colindante con el pop. Porque esa inclinación, esa fijación por la melodía, es uno de los rasgos más destacables de este “Holy Ghost!”. Puede que tenga algo que ver que la infancia de ambos estuviera marcada por el pop. “Crecimos con la música que escuchaban nuestros padres: Michael Jackson, Stevie Wonder, Talking Heads… Más adelante, con once años, empezamos a comprarnos nuestros discos, aunque seguíamos admirando el criterio nuestros padres” (yo también lo haría: ¿han visto el estilazo que gastan ambos haciendo de Nick y Alex en el vídeo de “Wait & See”?).
Los intereses de los dos viraron entonces hacia las guitarras sucias, en plena eclosión por aquel entonces. “Nirvana, Pearl Jam y lo que sonaba en Z100 Radio y en Hot 97 Radio, aunque también estábamos entusiasmados con otras cosas como Beastie Boys y New Order. Luego ya empezamos a buscar samples en tiendas de vinilos y eso ya nos llevó a comprar un montón de música oscura y olvidada”. De oscuro, no obstante, nada tiene este debut, que supura lásers, luz y brillantina por todos sus poros. Que tiemblen nuestras caderas si su directo en el Primavera Sound es la mitad de potente que el disco.
“Holy Ghost!” está publicado por DFA/Music As Usual.
Holy Ghost! estarán actuando en el San Miguel Primavera Sound.
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