Bacanal electro pop

Más profetas fuera que en su propia tierra, Oblique se revindican a sí mismos con un EP, “The Cathedral”, en el que revisan cinco temas de su último largo en clave intimista y que puede descargarse gratuitamente desde su web.

Pocos meses más tarde de aquel degustable “Without Making Noise” con el que Sonja y González nos hicieron bailar de lo lindo, Oblique vuelven a las andadas con un nuevo EP, “The Cathedral”, en el que revisan cinco temas de su último largo en clave intimista y que puede descargarse gratuitamente desde su web. Pero ante todo, cabría destacar la adopción de un nuevo miembro a la familia catalano-tinerfeña, el bajista Linn. “Nuestro sonido ha ganado en efectividad y contundencia gracias a él. El directo suena más a banda que cuando sólo empleábamos sintetizadores. Por ello, para nuestro próximo álbum incorporaremos un bajo eléctrico y sonidos de guitarra que darán otra dimensión a nuestro sonido, lo cual no quiere decir que nuestras próximas canciones dejen de ser bailables”. En “The Catedral” predomina una austeridad instrumental cargada de órganos y reverbs por doquier, aunque desde aquel primerizo “Acapulco” que les puso en la palestra electro pop patria las cosas han cambiado. “Empezamos con una caja de ritmos y fuimos adquiriendo tanto equipo como experiencia. Actualmente, le damos más importancia al directo que cuando empezamos, ya sea por la limitación técnica como humana de entonces”. Después de explorar por vez primera la lengua de Josep Pla en "Contagi" (“porque nos apeteció experimentar con su sonoridad”), curiosamente, la banda ha gozado de una recepción cuanto menos admirable fuera de nuestras fronteras. ¿Acaso en España estamos especializados en infravalorar el electro pop? “Totalmente. Sólo hace falta ver los carteles de los principales festivales para darse cuenta que los grupos electrónicos que prevalecen son los de fuera. El petardeo y el fácil acceso a un PC no ha favorecido mucho a crear una escena sólida en nuestro país. En el resto de Europa se respetan más a sí mismos”. ¿Qué hubiera ocurrido entonces si fuerais anglosajones de pura cepa? “Seguramente, hubiéramos sido portada del Mondo Sonoro”.