Lleváis ya unos años profundizando en el postpunk con cadencia coldwave, y ahora con nueva formación pulís un sonido cada vez más reconocible como grupo... ¿Cómo fue esa evolución?
Empecé Auto Sacramental como un proyecto en solitario de synth-pop después de tocar en varias bandas de la escena underground de Madrid. En esa primera etapa, justo antes de la pandemia, Auto Sacramental era un proyecto más irónico, con letras que hacían sátira de la historia y la política de España, ritmos bailables y un sonido más indie (fruto de trabajar con el gran Guille Mostaza). Ahora, en esta nueva etapa en Galicia, estoy enfocado en hacer algo más personal, mirando hacia adentro en lugar de afuera al escribir las canciones. Contar con una banda también hace que las dinámicas sean muy distintas. Pedro es muy creativo con la guitarra, añadiendo textura y armonía, y Beta, al bajo y coros, es el pegamento que mantiene todo unido en directo. El post-punk siempre ha estado ahí como mi estilo de música preferido (sobre todo la primera ola de 1980), pero el sonido actual es más fruto de esta nueva introspección y de intentar replicar el sonido en directo de la banda en el estudio que de emular conscientemente un referente concreto.
Dentro de la escena encontramos gran cantidad de grupos que están conectando postpunk-coldwave y, a veces, electrónica o synth punk... Somos la Herencia, VVV Trippin' You, Margarita Quebrada... ¿Qué referentes o influencias crees que marcan más vuestro sonido?
Sí, la música oscura está muy viva en España, aunque hay varias vertientes. Por un lado, VVV y lo nuevo de Margarita, o Xenia, que beben mucho del bakalao tanto en lo musical como la estética, con elementos raveros, e incluso de nu metal dosmilero o hyper pop oscuro. Y, por otro lado, hay otra vertiente que tiene más reminiscencias del postpunk 80s: Nueve Desconocidos, Luz Futuro, La Plata, Mausoleo… Auto Sacramental encaja más ahí, en ese segundo grupo más cercano al “rock”, aunque nos gustan todas estas bandas y también otras como Dame Área, Somos La Herencia o SDH.
¿Qué nos encontramos en vuestro nuevo EP? ¿Cuál es su concepto?
En este EP Auto Sacramental se aleja de los neones del synth-pop e incorpora guitarras eléctricas estilo shoegaze, ritmos más contundentes y angulosos (menos bailables que antes) y sintetizadores fríos con muchos delays y reverb. Tengo que agradecerle a Adolfo (de Estudios Metropol) lo mucho que se ha implicado al conseguir el nuevo sonido, combinando sintes, amplis y efectos analógicos (como el maravilloso Space Echo de Roland) con plugins digitales para lograr un resultado atemporal.
"Es importante no caer en lo superficial de en una estética oscura pero vacía que transmita un estereotipo"
Nos encontramos títulos como “Estigma”, “Autopsia”... hay conexiones con el dolor y cómo superarlo o atenuarlo... ¿Cuáles son los mensajes de las canciones del disco?
Las nuevas canciones hablan sobre la violencia, aunque sea emocional y simbólica, que ejercemos los unos sobre los otros para conseguir lo que queremos y cómo eso, a través del dolor, nos transforma. Al final, la gestión de las emociones y las relaciones interpersonales son otra forma de hacer política, de administrar el poder. Si antes Auto Sacramental buscaba hacer un ritual colectivo para exorcizar los demonios del post-franquismo, ahora es un ritual que hacemos para librarnos de nuestra oscuridad interior.
¿Cómo fue la grabación del EP?
El EP lo he grabado mano a mano en los Estudios Metropol de Madrid con mi amigo y productor Adolfo Párraga en diferentes sesiones durante el último año. Grabar en solitario es intenso y agotador, tienes que estar pendiente de todo: programaciones, caja de ritmos, instrumentos, voces… Pero la nueva formación de la banda todavía no estaba lista para entrar al estudio, así que decidí repetir la jugada del disco, “Cuestión de Fe”, que también grabé en solitario. Aparte del artista, hacer esto es muy intenso para el productor. Se convierte en tu único aliado durante la grabación y tiene que darte feedback constante. En ese sentido, tanto Adolfo ahora como Guille Mostaza antes, se volcaron totalmente durante el proceso, aportando ideas, arreglos, sentido del humor y motivación en general.
El aspecto visual y estético está realmente cuidado siempre en todo lo que hacéis... Videos, diseños, vestimentas... ¿Cómo lo planificáis y que aspectos tenéis en cuenta para ello?
Para mí es importante no caer en lo superficial de en una estética oscura, pero vacía que simplemente transmita un estereotipo. Siempre he creído que lo interesante es usar los elementos estéticos como metáforas para hablar de lo que nos afecta. El cine es algo que me inspira mucho a la hora de componer (sobre todo el de terror, fantasía o thriller) y por eso en cada single me gusta trabajar con realizadores a los que admiro y afrontar cada vídeo como una pequeña película. Creo que, si ves todos los vídeos, se percibe que hay un hilo conductor de rituales esotéricos y violencia oculta, sumergida debajo de la realidad, pero que puede aparecer en cualquier momento.
El disco saldrá en formato físico, apostando por el vinilo... En tiempos cada vez más digitales, ¿qué aporta el formato físico?
El vinilo se ha convertido en el objeto fetiche por excelencia para los amantes de la música. En una época en la que vivimos cada vez más a través del streaming y la nube, en la que todo parece ser virtual, tener algo que te gusta entre las manos produce una sensación extraña. Una mezcla de asombro y, a partir de cierta edad, nostalgia. Y también de confort, sabiendo que todavía podrás escuchar tus discos favoritos, aunque llegue el apagón digital y se caiga la nube.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.