“El disco refleja muy bien el momento vital en el que estamos”

Las excitantes peculiaridades que definen a Atom Rhumba parece que también incluyen la capacidad para mantener intacta la expectación respecto a cada una de sus novedades -la más reciente bajo el nombre “Cosmic Lexicon”-, por mucho que estas aparezcan espaciadas, tanto como los siete años que han transcurrido desde su anterior trabajo ”Gargantuan Melee”.

Sin duda en ese buen acogimiento influye que su “regreso” esté hecho bajo unos sólidos mimbres y con su espectacular heterodoxa visión del rock and roll, y derivados, siempre rebuscando en sus zonas más viscerales y oscuras. En esta ocasión, sin perder ese espíritu trasgresor, las canciones parecen dedicarse a resaltar texturas y ambientaciones más que en su manifestación más directa y agresiva. Conformados para este capítulo, dentro de esa tradición cambiante del grupo, con Félix Buff, Jaime Nieto y Joseba Irazoki junto al único miembro original que persiste, Rober!, es precisamente él quien nos ilustra sobre el momento de la banda y acerca de un trabajo tan fiel a su idiosincrasia como receptor de ciertas novedades…

"Si te fijas siempre ha habido cambios de miembros, y es verdad que yo sigo, pero hay algo ahí que siempre es Atom Rhumba, y no es porque yo lo imponga al resto".

Han pasado siete años desde vuestro anterior disco, ¿ha existido algún hecho puntual que os impulsara a poneros manos a la obra de nuevo ?
Sobre el papel parece que siete años son muchos, pero si los has vivido como nosotros resulta que el tiempo se nos ha ido de las manos. No ha habido una decisión de parar y volver, sino que los ensayos, la actividad de la banda, se espaciaban cada vez más y tampoco estábamos muy visibles, hemos seguido pero a baja intensidad. Un hecho clave es cuando entra Félix en la banda como batería, empezamos a ensayar con más asiduidad y a trabajar de seguido en el disco , de hecho a los siete u ocho meses de su entrada estábamos grabando. Al final han sido las circunstancias personales de cada uno, cada vez son más complicadas y hacen que todo sea más difícil y espaciado.

¿En algún momento uno se plantea ese miedo a ser olvidado al estar tanto tiempo sin dar noticias en un mundo que va tan rápido?
Es que tampoco nos hemos movido nunca en esas coordenadas. No somos un grupo famoso, no hay fans llorando en la puerta de mi casa para que volvamos (risas), sí que hay un apoyo de la prensa pero no lo pienso en esos términos, la suposición siempre ha sido que nadie nos iba a esperar, desde el primer día.

Y las canciones que forman este trabajo, ¿son el resultado de lo compuesto a lo largo de esos siete años o han sido creadas durante un periodo más específico?
Excepto un par que tienen muchos años las demás creo que son de relativamente hace poco, incluso tres o así de uno o dos meses antes de grabar. Durante estos siete años sí es verdad que hemos hecho canciones que se han quedado por el camino, e incluso tuvimos un intento de grabar un disco...cuando fuimos a Bonberenea, pero vimos que no funcionaba.

¿Dirías que en el resultado global, el hecho de que esas canciones pertenezcan a un mismo momento más o menos determinado, influye en darle un sentido más compacto al conjunto?
Yo sí lo veo así, pero uno está siempre contaminado por el proceso de creación, así que es difícil analizarlo en esos términos. Sí creo que reflejan muy bien la formación que somos ahora e incluso el momento vital en el que estamos, pero supongo que como todos los discos en cierto modo. Es verdad que en éste, quizás por el hecho de hacerte mayor, hay una unidad que no existía en anteriores, aunque siga habiendo lo de siempre, una variedad de estilos.

Una diversidad siempre presente en vosotros, quizás más llamativa en este trabajo incluso, en el que hay espacio para la hipnótica psicodelia (“Tumba gris”), medios tiempos negroides (“Red Turning Blue”), garaje desquiciado (“Voy cableado”) o la más delicada “Tejedor de misterios”. ¿Al final es una de vuestra premisas, huir de la homogeneidad?
Siempre ha habido variedad, no creo que en éste más, igual hay alguna novedad respecto a los anteriores que te pueda dar esa percepción, como el uso del castellano, que es un cambio que te lleva a otros sitios, pero hay trabajos como el “Amateur Universe” que son más variados incluso. Siempre me han gustado los grupos que tienen discos, como el “London Calling” de The Clash, en los que cada canción parece de un palo. Como oyente lo agradezco. Pero no es algo buscado, no nos proponemos hacer una canción que no sea como la anterior, salen y no renegamos de ellas. Si la hemos hecho nosotros es nuestra, no entiendo por qué tiene que haber un estilo claro. Además somos muy variados en gustos, y al final todo eso sale...

Musicalmente me resulta un disco que apuesta en general más por las ambientaciones antes que por una contundencia directa, en definitiva por insinuar más que que por la inmediatez, ¿ es vuestra sensación también?
Igual sí, quizás haya menos temas “punkoides” que en el anterior disco, que era todo lo contrario, canciones cortas y directas. No ha sido premeditado pero ha salido así, lo que sí hemos buscado mucho a la hora de grabar era el sonido de ambiente. El proceso era grabar una estrofa, oírla, repetirla y repetirla hasta que veíamos que micrófonos, volúmenes y todo estaba en su punto para coger el aire de la sala. Sí ha habido una búsqueda de la atmósfera particular de cada una de las canciones.

¿Se trata de un proceso diferente al de pasadas ocasiones?
Seguimos grabando en directo, pero hemos reflexionado más en la previa a la toma en sí. Antes buscábamos un sonido y el disco era bastante uniforme, ahora, antes de darle al botón del “rec” reflexionamos sobre el de cada canción. En este sentido Félix fue fundamental, es un batería que trabaja mucho eso.

Otra novedad en el álbum es la comentada utilización del castellano, ¿qué aspectos te llamaban la atención de ello para decidirte a hacerlo?
Eso siempre ha estado ahí, es cierto que nuestras influencias son anglosajonas y es mucho más fácil cantar en inglés, por la fonética y prosodia. En castellano siempre he hecho cosas, pero me llevaban a sitios que los veía lejanos a Atom Rhumba. Joseba me impulsó mucho a probarlo, así que me lancé. En alguna canción me sentí cómodo y en otras me costó bastante, pero estoy satisfecho del resultado. Cantar en castellano te lleva a otros lugares y es bonito probar nuevos retos, supongo que una vez que hemos empezado ya no pararemos...

"El disco creo que sí tiene mimbres para abrirnos a gente a la que igual no llegábamos antes, sobre todo canciones escogidas, porque también es muy variado, y quizás una te gusta y otra lo contrario".

Recurres a Nacho Vegas para la letra de “Tejedor de misterios” , no sé hasta qué punto a los seguidores de la banda les encaja la aparición de su nombre, pero, ¿qué cualidades ves en él para considerar que él podía dar salida a una canción vuestra?
El tema es muy prosaico.. esa canción tenia una letra en inglés que a mí no me gustaba ni estaba nada cómodo con ella, me parecía muy típica. Decidimos probar en castellano, pero me pilló el toro, la dejé para el final y ya estaba bastante seco... Yo creía que ya no la grabábamos, lo único que podíamos hacer era buscar un colaborador, igual que pasó con “Miss Riot”, que la hace Dan Wilson de The Cubical. El nombre de Nacho enseguida surgió porque Joseba toca con él. Fue una encerrona, nos la dio tres días antes de que se grabara la voz. Fue muy amable, le dije solo la primera palabra y el resto fue rodado. Y seguramente sorprenderá su presencia a los seguidores de la banda, pero.. por qué no…

¿Os conocía ya de antes?
Sí...él no se acuerda, pero le conocí de cuando no bebía ni decía tacos, tocaba en Eliminator Jr., hace siglos… y con Joseba lleva ya tiempo tocando. Se lo propusimos y nos dijo que nunca había hecho algo así. Además es algo muy complicado escribir una letra para alguien que no seas tú; tienes que pensar en el otro, cómo le encaja...

Eres el único miembro original del grupo que queda. En uno de los mandamientos que aparecen en la nota de prensa se dice que la banda lo es todo, el individuo no. ¿Hay ya impuesto en Atom Rhumba un estilo propio por encima de los cambios en la formación?
Esa nota de prensa es un barrabasada de Íñigo Cabezafuego, pero tiene razón. Si te fijas siempre ha habido cambios de miembros, y es verdad que yo sigo, pero hay algo ahí que siempre es Atom Rhumba, y no es porque yo lo imponga al resto. Las canciones suelen ser mías, pero hay mucho trabajo de la banda en el local para llegar al sonido de ellas, que al final acaba llevándonos a algo que es Atom Rhumba. De hecho cada vez que cambiamos de sección rítmica aprovechamos para dirigirnos hacia sitios nuevos, pero existe una fuerza superior que nos lleva a lugares parecidos, allí donde está la base del sonido de la banda. Somos como un grupo “darwiniano”, quita y pone miembros para su supervivencia pero la banda está por encima de la suma de las partes.

Y el hecho de contar con unos músicos que son unos talentos en su campo, como es el caso de la formación actual, ¿facilita el hecho de que se acoplen a ese estilo o acaban aportando parte de su personalidad al resultado final?
Ambas cosas. Lo primero es fundamental, ya que por distancia geográfica y por problemas de agenda nos cuesta muchísimo quedar juntos, pero al ser músicos bregados las pocas veces que lo hacemos se aprovecha mucho el tiempo y el proceso creativo es más fácil y ágil, salen mil cosas. Antes me acuerdo que eramos un desastre en ese sentido, pero es lógico también, la experiencia te da eso. Y además es gente que aparte de ser muy buenos en los suyo son muy musicales, también componen, y eso facilita mucho todo.

A pesar de todos esos cambios en la formación la producción se mantiene en manos de Kaki Arkarazo, ¿su papel es tan decisivo como para ser la parte intocable?
Es una buena pregunta... Esa sí ha sido una decisión meditada. Pensé que ya había muchos elementos nuevos, que todos funcionaban bien en el local y en los directos, pero a la hora de grabar existía el riesgo de ver su respuesta. Para eliminar el riesgo de irnos a un estudio que pudiera ser nuevo y desconocido fuimos donde Kaki, que sabemos lo que hay, mucha confianza y un entorno controlado donde íbamos a estar más cómodos, como así ha sido de hecho.

Has comentado alguna vez que el hecho de no dedicarte profesionalmente del todo a la música te dota de una mayor libertad para no depender de ciertas esclavitudes del negocio, ¿crees que si te dedicaras a tiempo completo al grupo el resultado sería diferente?
Lo he dicho alguna vez, sí, pero ni yo mismo sé si tengo razón. Podría dedicarme a esto igual que hacen otros, tocando con más grupos y hacer justo lo que quiero con Atom Rhumba. Recuerdo que esto lo hablé con Josetxo Anitua, me dijo, ten siempre un curro aparte, la de la música es un mundo de hijos de puta y cuanto menos tengas que aguantar ciertas cosas mejor. En ese sentido me da libertad, pero siempre me pregunto lo que me has dicho, qué haríamos si solo me dedicara a esto, ahora por ejemplo ensayamos solo un día al mes. Quién sabe, igual sería peor el resultado, porque ahora aunque no esté metiendo horas siempre estoy pensando en música.

Y hasta que punto es fácil, o lo contrario, cambiar el chip de llevar una vida cotidiana a la de estar inmerso en un grupo como el vuestro, que desprende tanta energía y visceralidad.
Lo que pasa que llevo veinte años y ya es parte de mí.. Lo tengo ahí metido, pero casi es un cosa física lo que más me cuesta cambiar, pasar de un trabajo a otro, es duro en ese sentido.. y mental también a veces.

El concepto de Atom Rhumba se asocia con el de un grupo marcado por la improvisación, ¿es verdaderamente así o hay más normas y orden del que puede uno suponer a priori?
Hay más orden, sí. Es cierto que hay momentos de improvisar, pero hay unas bases bastante firmes, igual nuestras canciones no tienen un esquemas clásico y por eso la gente cree que nos estamos inventando sobre la marcha cosas que siempre hacemos igual. No hay tanta improvisación como tienden a decirme, y en el disco por supuesto que no.

“Cosmic Lexicon” ha salido publicado con El Segell del Primavera, supongo que supuso un alivio, además de un cierto orgullo, tener detrás a un sello con una infraestructura importante que además os libere de ciertas tareas burocráticas y os proporcione facilidades para poder tocar.
Sin duda, es un alivio. Nosotros íbamos a sacar el disco autoeditado, lo teníamos grabado, estaba de hecho en fábrica cuando nos llamaron y lo tuvimos que parar, se lo enviamos y la respuesta fue magnifica. No puedo decir hasta ahora más que buenas cosas, nunca he tenido un contrato ni un trato tan bueno. Aunque nuestras experiencias discográficas tampoco han sido tan malas, pero a estas alturas no vamos a engañar a nadie, sabemos hasta dónde podemos llegar y lo que somos, y que un sello con un maquinaria detrás así se interese por ti es una satisfacción.

Sois un grupo que siempre ha tenido repercusión fuera de Euskadi, ¿veis en este disco, y también con la entrada de El Segell, posibilidades para seguir ampliando esos espacios?
Ojalá, siempre hemos tocado fuera de Euskadi, eso es verdad, pero en la última etapa nos ha ido mejor aquí que en ningún otro sitio, donde más tocamos de hecho es en Guipuzkoa. El disco creo que sí tiene mimbres para abrirnos a gente a la que igual no llegábamos antes, sobre todo canciones escogidas, porque también es muy variado, y quizás una te gusta y otra lo contrario. Nosotros como siempre tocaremos todo lo que podamos y más. Creemos en el disco y como decíamos antes la formación es excepcional, el peor soy yo con diferencia, (risas), y en nada que empecemos a rodar tiene muchas posibilidades para llegar más lejos que ninguna otra que hayamos tenido.