Lo malo de hacer un ejercicio de introspección es que da mucha pereza, pero la ventaja que conlleva es que, en cualquier campo de la vida, ofrece jugosos y valiosos frutos. Y esto es lo que han llevado a cabo Flitter en su sexto disco. "Se ha buscado, es premeditado. En las letras, en la música, sacar de ti lo que realmente quieres hacer en cuanto a música. Siempre nos ha dado miedo la melodía y en este disco la hemos sacado a relucir un poco, quizá en próximas entregas la cosa sea más melódica". Son estos unos Flitter modernizados hasta en el triste hecho de la falta de oportunidades por parte de las discográficas ante la caída del mercado, lo cual no ha hecho sino añadirle más valor a un disco notable en lo musical y mimado por el propio grupo desde la concepción a la promoción.
| "Todo el mundo es muy punk hasta que te tocan lo tuyo y no actúas en ningún sitio y no vendes un disco.” |
"Nos hemos visto obligados porque está el tema muy jodido. Nosotros vimos cómo funcionaba el mundillo cuando estábamos con S.A., que nos lo enseñaron muy bien. Lo que pasa es que tú te pegas un curro de dos años y vas a una discográfica y te hace caso un mes. Sale el disco a la calle, se pasa el disco y no se entera nadie, ¿y los dos años que te has pegado de curro qué?". Es lo justo, la correspondencia con el trabajo previo, y este disco, como ya confirman ellos, no está hecho de la noche a la mañana, algo que se plasma por ejemplo en esa construcción de atmósferas con ayuda de la electrónica, que se convierte en su teclado, DJ, percusionista... "Es una parte, quizá nos estamos rockerizando y a la vez nos apoyamos en la electrónica porque está ahí, hace veinte años no estaba o estaba pero sólo la usaba Kraftwerk y pocos más, pero ahora está ahí y por qué no utilizarla, es un instrumento más". A veces, incluso recuerdan a los vizcaínos PI L.T. ("una referencia, es el mejor grupo que hay de ese rollo aquí") en temas como el que firma Kutxi de sus paisanos Marea, en detrimento de los experimentos de fusión de su anterior entrega, "Rastafari Mamao" (Gor, 00), más disperso, no en vano: "este disco se ha hecho con mucho más tiempo, se ha madurado más las letras, la música, y luego todo el sonido, las mezclas. Se ha trabajado mucho ese aspecto, es normal que suene más evolutivo, más maduro. Te haces mayor". "Mirarhaciadentro" ostenta el mérito de no ser irregular pero a la vez ofrecer picos bastante altos como "A mi ritmo" con esos coros de Cristina ´Bo´ y el final en inglés ("es casi como un punteo de guitarra"), temas que en directo funcionarán sin dificultad como "Mirarhaciadentro" o "Polvo en el aire", o esa adaptación hiphopera en euskera del "Gangsta´s Paradise" cuyo origen parte de "un bertsolari, Arkaitz Estiballes, que nos cedió la letra e hicimos una versión de Coolio que a su vez es de Stevie Wonder, es versión de versión. Tenemos confianza en ´Bidea Argitzen´, a la gente que no hable euskera le puede gustar". Sin duda. Inevitable la mención a la conversión de la música de arte en mercancía, sobre todo ante el hecho de la falta de unidad de criterio de los independientes ante la piratería. "Todo el mundo es muy punk hasta que te tocan lo tuyo y no actúas en ningún sitio y no vendes un disco. Al principio yo opinaba lo mismo, por ese prejuicio, qué más da que se lo pirateen cien mil personas, así ya está hecha la promoción, si lo escuchan y les gusta van a ir a los conciertos pero cuando un ayuntamiento no te llama porque no vendes un disco...". "Mirarhaciadentro", un disco para escuchar, que no es poco hoy en día.
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