Ángeles, Víctor, Gloria & Javier firmaron unos de los grandes discos del año pasado, a base de flamenco puro y vanguardia, un diálogo natural bajo una nube de envolvente psicodelia, una base rítmica que marca el camino y magnética y brumosa electrónica resplandeciente. Hablamos con Ángeles Toledano y Víctor Cabezuelo sobre el proyecto y mucho más.
Comencemos por el principio: si no estoy mal informado, este sobresaliente debut discográfico que vio la luz el pasado noviembre, “Tengo tres estrellas y veinte cruces” (23), nace de un encargo del Festival Internacional de Arte Sacro (FIAS), como homenaje al “Poema del Cante Jondo” de Lorca. Contadme, por favor, ese inicio del proyecto por encargo y cómo os conocéis y decidís juntaros los cuatro componentes en esta aventura.
Víctor: Todo esto comenzó gracias a Pepe Mompean, director del FIAS. Él es una persona que siempre intenta estar atenta a la cultura alternativa y un día me llamó para montar un espectáculo sobre el Poema del Cante Jondo. Al principio le dije que no porque me parecía que no sería capaz de estar a la altura, pero afortunadamente insistió y me terminó convenciendo. A Ángeles, Gloria y Javi los conocí en el camino a lo largo de los años y siempre los he admirado mucho. Son músicos increíbles dentro de sus estilos y también muy diferentes entre sí, así que pensé que sería bonito juntar a cuatro personas que no tuvieran nada que ver musicalmente, a ver qué pasaba. Les conté un poco por encima la historia y me dijeron que sí a la primera.
“Se puede apreciar perfectamente la esencia de cada uno. No hemos intentado fusionarnos para crear algo nuevo ni nada por el estilo, somos los cuatro tocando juntos”
Partir del “Poema del Cante Jondo” de Lorca, escrito casi en paralelo a la preparación del Concurso de Cante Jondo de 1922, es sumergirse profundamente en el flamenco. Víctor, ¿cómo había sido tu relación con el género jondo antes de encarar este proyecto? ¿Habías sentido la llamada del flamenco anteriormente? Y en tu caso, Ángeles, por tu formación flamenca, habrás sido el faro en muchos momentos del proyecto, ¿no?
Ángeles: El faro del proyecto hemos sido los cuatro. Teníamos muy claro desde el principio que lo interesante sería respetar al máximo el género musical del que veníamos cada uno y así fue. No nos hizo falta ni hablarlo, naturalmente se dio así y todos entendimos que sería lo mejor. Víctor o Javi proponían una línea sobre la que crear y ya íbamos levantando la chocita, poquito a poco y con mucho cariño.
Víctor: Yo siempre he visto el flamenco como una de las montañas más altas del mundo y me gusta verlo así, jamás se me ocurriría escalarla. Esa podría ser mi relación. Lo escuché mucho de pequeño porque mi padre lo ponía en casa, siempre flamenco puro. Supongo que eso hizo que las fusiones y experimentos con él no me llegaran a convencer nunca, pero creo que ya ha habido muchísimos referentes de cómo hacerlo con gusto, respeto y calidad. Lo más cerca que he estado del flamenco musicalmente a nivel personal quizás ha sido con “El Largo Mañana” (21), en el que escuché muchísimo a Triana e incluso me compré el mismo teclado que usaba De La Rosa para hacer los Strings. Si escuchas por ejemplo “Lafayette”, sabiendo esto, lo vas a ver clarísimo.
¿Qué discos/referentes diríais que habéis tenido consciente o inconscientemente en mente durante el proceso creativo de “Tengo tres estrellas y veinte cruces”?
Víctor: Conscientemente, te podría hablar de Lole y Manuel, Camarón, La Argentina, Las Grecas, Yuseff Dayes, Bjork, James Blake, Rosalía, Apparat, Thom Yorke, Aphex Twin… y por supuesto discos como “La Leyenda del tiempo” y “Omega” han estado en un altar todo el rato mientras componíamos. Seguro que inconscientemente saldrían muchísimos más.
Ángeles: En mi caso, cogí estilos y cantes de Isabelita de Jerez, en la petenera, por ejemplo. Las Bulerías de la Perla. Obviamente, también me acordé mucho de Morente. Mi papel fue rescatar más repertorio clásico, que es lo que realmente podía ofrecer.
Siguiendo con tu raíz flamenca, Ángeles, llevas desde muy pequeña unida a lo jondo: a los 7 años comenzó tu abuelo a enseñarte cantes y desde muy pronto has frecuentado las peñas flamencas jiennense y las tertulias, donde has respirado los aromas más auténticos, adquiriendo conocimientos sin parar; además, has ganado numerosos concursos y, con tan sólo 28 años, ya has estado de gira por América, muchas capitales europeas y China, entre otros lugares. ¿Qué significa para ti el flamenco y cuándo te das cuenta de que quieres ser cantaora?
Ángeles: El flamenco realmente llegó a mis manos por pura casualidad, como a los 7 años, por la equivocación de un disco… me dejé en casa de mi abuela uno y, al recogerlo, me equivoqué y me llevé un disco de flamenco clásico, con artistas como La Niña de los peines, Juanito Valderrama o La Paquera de Jerez. Empecé a indagar un poquito en ese disco, de manera muy tranquila, pero cada vez tenía más inquietud y cada vez sentía que me ponía más nerviosa cuando no sabía algo. He sido muy buena estudiante y también me preocupaba mucho porque mis inquietudes musicales quedarán cubiertas, el sentir que aprendía algo, me daba y me da muchísima satisfacción, hasta el día de hoy que sigo con un millón de cosas que aprender, lo cual me hace inmensamente feliz. Fue un proceso muy natural y durante infancia, pre y adolescencia no me planteé que quería dedicarme a la música, simplemente se dio así. Sí que es verdad que a los 20 tuve una gran crisis existencial, en la que ya tomé la decisión del todo y decidí que lo que quería era estar donde estoy.
Volviendo a “Tengo tres estrellas y veinte cruces”, habladme del proceso creativo. Siendo cada uno de los cuatro músicos especialistas en diferentes estilos, ¿cómo ha sido en sí ese diálogo entre géneros a la hora de crear estas diez piezas?
Víctor: Los textos de Lorca siempre han estado muy ligados al flamenco, así que teníamos claro que queríamos que el mensaje fuera a través de la voz de Ángeles y además sin artificios, de una forma muy pura y directa, y que el resto nos dedicáramos a hacer nuestras cosas alrededor. Para mí, lo más bonito es que creo que se puede apreciar perfectamente la esencia de cada uno. No hemos intentado fusionarnos para crear algo nuevo ni nada por el estilo, somos los cuatro tocando juntos y, si nos conoces algo, está clarísimo que somos nosotros. Las canciones llegaron, algunas de manera muy directa, como “La guitarra”, y otras que pasaron por mil sitios hasta convertirse en lo que se puede escuchar, como por ejemplo “Y después”. Las ideas han ido en todas las direcciones. En algunos casos Ángeles se ponía a cantar y el resto íbamos añadiéndole las armonías y sonidos, otras partían de algún piano mío, otras de alguna base de Javi, etc…
Otra cosa que queda clara con este debut como Ángeles, Víctor, Gloria & Javier es que, Ángeles, dominas y respetas la tradición, pero además, eres valiente y entiendes el flamenco como un arte libre que necesita volar sin restricciones, ¿no? ¿Raíces y alas? Cuéntame, por favor, cómo ha sido para ti formar parte de este baile entre pureza y vanguardia que rezuma de “Tengo tres estrellas y veinte cruces”.
Ángeles: Para mí estar dentro de este proyecto ha sido un aprendizaje grandísimo, admiro mucho a cada uno de ellos, me quedo completamente embobada con lo que proponen, mirar hacia los lados en el directo y verlos es un regalo precioso que la música me ha dado. Siempre velaré por el respeto de la tradición, pero lo que más me gusta de las propuestas artísticas es que sean verdad y que la persona que las esté representando, esté conectada con el discurso. No lo llamaría valentía ni alas, simplemente es que soy así y me gusta mucho vivir en mi tiempo.
Por otro lado, Ángeles, te tengo que preguntar también por ese otro esperado disco que estás preparando, tu debut en solitario, que creo que verá la luz en mayo… ¿Será un disco de corte flamenco más clásico? ¿Qué nos puedes avanzar?
Estoy trabajando en el estudio, preparando cosas... está siendo un proceso muy enriquecedor para mí, porque por fin puedo trabajar en mis propias canciones, con mis letras... será flamenco. El flamenco estará siempre, es lo que más nervioso pone a mi corazoncito. Estoy muy feliz por lo que viene. Ahora mismo están ocupadas cada una de las aristas de mi mente.
Cada uno de los cuatro, dejáis vuestro sello en “Tengo tres estrellas y veinte cruces” y, como no podía ser de otra manera, esa lisergia intergaláctica de Rufus T Firefly está muy presente a lo largo de los surcos. Por ejemplo (por nombrar un tema en concreto), en “Paisaje”, respiramos vivamente el aroma futurista de “Magnolia” y “Loto”. ¿Cómo crees, Víctor, que, desde tu esencia, te ha marcado este acercamiento al flamenco? ¿Te has quedado con ganas de más? ¿Crees que podría resonar ese espíritu lorquiano jondo en futuros proyectos tuyos o incluso en trabajos de Rufus T Firefly?
Víctor: Como te comentaba antes, la verdad es que no hemos intentado ser otras personas en ningún momento y eso me incluye. Es normal que a veces suene a Rufus porque soy yo haciendo mis teclados. Es lo que sé hacer. Por supuesto, aprendes mucho y la comunicación con otra gente te lleva a otros sitios en los que te sientes más desprotegido, pero nunca he dejado de ser yo cuando hacía mis partes. Cuando escucho el disco o tocamos en directo, sigo pensando que no estoy haciendo nada cercano al flamenco. Sólo hago lo que sé hacer y me quedo embobado viendo a Ángeles y Gloria llevándolo todo. Miro la montaña. No sé dónde me llevará la vida en el futuro y no me planteo acercarme más compositivamente al flamenco, pero lo que sí es cierto es que disfruto muchísimo tocando y haciendo música con Gloria, Ángeles y Javi, y ojalá lo pueda hacer muchísimas más veces. Es un regalo juntarse con gente así. Me dedico a esto sólo por intentar tener momentos como esos.
Ángeles: Eso es. Nos hemos respetado mucho entre los cuatro. La creación de los temas fue un proceso feliz y bastante fluido, luego Javi, Víctor y Gloria se pegaban un currazo, pero salían ideas todo el rato. Javi o Víctor proponían una línea sobre la que construir y, a partir de ahí, yo aportaba lo que me sugería en cuanto a estilo e íbamos mirando poemas con respecto a la música. Otras veces veía una letra y proponía hacerla por un cante en concreto y a partir de ahí se construía, y otras veces Gloria. Ha sido un proceso creativo en el que los cuatro hemos formado parte a cada momento.
Por último, tuve la suerte de veros en directo este pasado noviembre, en la puesta de largo del disco, en el Alhambra Monkey Week, ¡me encantó el concierto! ¿Cómo lo vivisteis? ¿Qué recordáis de ese primer bolo en Sevilla con el disco aún humeante? ¿Y cómo se presenta este 2024 para Ángeles, Víctor, Gloria & Javier?
Víctor: Muchas gracias, me alegro mucho de que te gustara. Yo también me lo pasé genial y creo que fue un momento muy especial para todos los que estuvimos allí. Teníamos los nervios típicos de la primera vez, y más siendo en Sevilla, pero todo el mundo fue muy majo y creo que salió muy bien. Por supuesto, luego piensas en mil cosas que pulir, en cómo hacer para que todo fluya mejor, etc… pero la sensación fue muy bonita para los cuatro. Creo que es un disco que en directo cobra todo el sentido, sobre todo gracias a Gloria y Ángeles. Javi y yo somos productores y vemos la música de una manera más clínica. Nuestra preocupación siempre es que todo esté en su sitio, que suene como tiene que sonar, etc… pero ellas son mucho más temperamentales, en el buen sentido, y saben expresar muy bien toda la emoción de las canciones en directo. Creo que ese equilibrio es lo que hace que funcione tan bien. En 2024 parece que vamos a tener la suerte de tocarlo más veces. Ya está confirmado el Primavera Sound y hay bastantes más cosas que aún no puedo comentar. Es complicado porque somos cuatro personas con vidas muy diferentes y ocupadas, pero todo lo que podamos hacer lo haremos y seremos las personas más felices del mundo.
Ángeles: Lo de Sevilla fue maravilloso, desde que nos encontramos todos a la hora comer. Mi sensación con ellos en el directo es de flotar siempre. Miro hacia los lados, los veo y directamente me derrito de emoción. El público también nos arropó de una manera muy bonita. Fue un día que recordaré siempre. Y sí, se presenta muy bonito este 2024, hay muchas ganas de seguir girando los cuatro.
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