“El grupo ha sido el medio de vida que hemos tenido como familia”
EntrevistasAmparanoia

“El grupo ha sido el medio de vida que hemos tenido como familia”

Jesús Casañas — 23-01-2024
Fotografía — Rakelodel

Acorde al espíritu mestizo con el que nació, Amparanoia sigue reinventándose, siempre con la incombustible Amparo Sánchez al frente. Esta nueva encarnación surge de la fusión con Artistas del Gremio, una joven charanga zaragozana con la que llevar sus temas a otro nivel. El resultado es Fan Fan Fanfarria (Mamita Records, 24).

Amparanoia y Artistas del Gremio han conseguido llevar a otro nivel tanto los clásicos de la banda –no faltan “Que te den”, “Buen rollito” o “En la ciudad”– como canciones totalmente nuevas. Diez canciones en total que nos dan una idea muy aproximada de lo que se viene en la gira conjunta que tienen preparada para estos meses con paradas en Vitoria-Gasteiz (23 febrero), Bilbao (24 febrero), Madrid (2 marzo) y Barcelona (22 marzo).

El reggae, la rumba y el swing se mezclarán con música electrónica, secciones de viento-metal y aires charangueros por todo el país. En una coctelería del centro de Madrid, Amparo nos desvela los detalles de esta nueva aventura donde también estará acompañada de sus dos hijos sobre el escenario.

La relación con Artistas del Gremio se remonta a 2022, cuando grabasteis con ellos “Mi genética (charanga versión)”. ¿Cómo os conocisteis?
Les trajo a mi vida el “algorritmo” del teléfono. Apareció un vídeo en el que estaban en un pueblo con sus faldas, su estilismo, su estética y un sonidazo increíble. Estaban haciendo una versión de “Killing In The Name” de Rage Against The Machine, y tenían a gente de todas las edades bailando, saltando. Me encantó el rollo que tenían y la energía que transmitían. Así que les di a seguir, y más tarde pensamos en hacer un videoclip y una versión nueva de “Mi genética”. Yo quería hacerla con ellos, les propuse y me dijeron que sí. Nos encontramos en el estudio y allí nos conocimos realmente. De esos días de convivencia nace mi invitación a que nos acompañen en el último concierto de la gira del veinticinco aniversario en Granada. Vinieron, hicieron la primera parte del concierto, y luego se subieron a tocar los temas. No habíamos ensayado, a la que oían la frase se pegaban rápido: improvisaban, se hacían solos, se iban para el público… Fue un concierto increíble. A los pocos días recibí una llamada de Laita, el líder de la banda, y me propuso que hiciéramos unos cuantos conciertos juntos. Le dije que sí, que claro. Se lo comentamos a nuestro manager y al equipo: “¿Cómo presentamos esto? Hace falta que hagáis, aparte de la “charanga versión”, algún EP o unos temas”. Ahí nació la idea, por un lado, de aceptar esta invitación y agrandarla, pensando que si íbamos a tocar los temas de Amparanoia yo quería darles un nuevo concepto, estético y musical, que ya había sentido en toda la celebración del veinticinco aniversario que me lo estaba pidiendo el cuerpo. A todo esto ya llevaba tiempo trabajando en el estudio con mi segundo hijo, Mayito. Habíamos hecho muchas producciones juntos, yo tenía cositas grabadas con él y dije: “El cambio va a venir por la electrónica y por la fusión de artistas”. Ahí aparece el concepto de “Fan Fan Fanfarria”, el nombre del álbum, la estética de circo y musicalmente el concepto de tirar para los Balcanes, para Orleans, y también para las fiestas del pueblo y la charanga.

"Es un disco que trae mucha alegría, que en cuanto le das al play ya estás moviéndote, y ese era el objetivo"

Habéis grabado en el estudio de tu sello, Mamita Records, y lo has mezclado y masterizado con Carlos Díaz en los estudios Santa María De la Vega en Granada. ¿Cómo os habéis organizado con tantos músicos?
Primero hubo un trabajo de preproducción, una primera maqueta en la que ya plasmamos las bases electrónicas, los arreglos, bien tocados por un instrumento o cantados por mí. Eso se mandó a Zaragoza, vino una representación de la banda, tres personas de vientos, y ahí ya dejamos la maqueta para empezar a trabajar en el álbum. Después hubo una primera parte de llevar todas las bases y todo el material que se había grabado en casa, en el estudio casero de Mamita, al estudio, y una vez que estaba todo colocado, llegaron los diez Artistas del Gremio. Primero grabamos las percusiones, adaptándose a las bases electrónicas, y luego grabamos por secciones: dos trompetas, tres saxos y tres trombones. Y luego los solos aparte. Tuvimos esos días de convivencia en un chalet que alquilamos al lado del estudio, donde grabamos también el vídeo de “Algo está pasando”, aprovechando que estaban allí. Y ya cuando se fueron ellos grabamos algunos coros, algunas voces de ambiente con Yoyo, que además de en la producción está en la parte musical, y mis voces. Y luego ya nos pusimos con las mezclas, tema por tema.

Habéis grabado cuatro temas nuevos. Me imagino que ya los compusisteis en base a este nuevo sonido…
Por un lado estaban esas canciones que ya había trabajado con Mayito, con letras mías, ideas que no sabía muy bien para lo que iban a servir, pero que estaban ahí. Cuando empieza a madurarse la idea y sabemos que vamos a tocar temas de Amparanoia, por un lado hago una selección de los temas que el público quiere cantar y quiere bailar cuando va a un concierto de Amparanoia, esos están en la lista. También me apetecía recuperar temas que hacía tiempo que no incluía en el repertorio, como “Tu ausencia”, “Me lo hago sola” o “En la ciudad”. Y quería también añadir algo nuevo. No más de cuatro temas, porque al final son muchas canciones las de Amparanoia. Dentro del concierto hay también un bloque acústico, donde está esa sonoridad típica de la banda pero con esta fusión de ocho metales, con la tuba como bajo, increíble.

¿Cómo habéis trabajado la instrumentación de los temas regrabados? Imagino que no queríais repetir lo que ya había en la grabación original.
Claro. Cada tema ha tenido su proceso y su desarrollo. Quizá el que sigue más fiel a su origen es “En la ciudad”, porque no nos apetecía cambiar el tono del reggae y el dub. Pero a cada uno hemos intentado buscar algo. “Somos viento” creo que es el que más sorprende, no es la versión de estudio, que la tenemos, sino que elegí que fuera la versión del directo porque de verdad, de los pocos conciertos que hemos hecho en 2023, unos ocho, para rodar el equipo técnico, el entrenamiento, el conocernos, el ver qué pasa aquí, cómo sonamos… Cuando sonaba “Somos viento” pasaba algo muy especial. Luego “Welcome To Tijuana” sigue siendo muy latina, pero tiene un ritmo muy sabroso, muy actualizado. “Que te den” tira más para el electroswing, para Orleans. Esta canción que siempre ha sido más rockera, más mexicana. Y luego estoy muy contenta con “Tu ausencia”, es un tema que echaba mucho de menos en el repertorio. Me acuerdo que le cantaba a mi hijo: “Hay soledad… tucutucá tucutucá”, y él me decía: “Drum & bass, ¿no?”. Fue de lo más emocionante, cuando ya metí las voces e hicimos los arreglos de viento tan peliculeros. En directo tiene otra parte que no hemos incluido en el álbum que la gente se vuelve bastante loca. Eso es también lo bonito, haber preparado el álbum y al mismo tiempo esos temas y otros que no están en el álbum para el directo. Ha sido como un trabajo paralelo, las estructuras cambian en el directo, y hay otras sorpresas.

Ya me has dicho que el público ha reaccionado muy bien en los conciertos del año pasado. Ahora el disco ya está en plataformas. ¿Qué tal la respuesta que te llega?
De momento a la gente más cercana le encantan las canciones. Son fans, han venido al concierto y, los que no nos han visto con Artistas del Gremio están deseando verlo y bailarlo. Luego de la prensa, los periodistas con los que estoy hablando estos días me felicitan por la producción, que muy buen trabajo, que la selección de temas también. Que es un disco que trae mucha alegría, que en cuanto le das al play ya estás moviéndote, y ese era el objetivo, así que de momento al que no le ha gustado no me lo ha dicho [risas]. Yo personalmente estoy muy orgullosa del trabajo que hemos hecho. Para mí este álbum es Amparanoia de 2024, y eso me da mucha alegría.

Ahora va a empezar la gira de presentación. Sois quince músicos. ¿Cómo la vais a plantear? ¿Salís los quince a la vez? ¿Cómo vais a estructurar el setlist?
Seremos los quince en el escenario, siempre que toquemos con Artistas del Gremio. Cuando no puedan venir a alguna fecha, el formato de Amparanoia seremos siete personas, pero ya con esta propuesta musical. Todos todo el rato en el escenario, cada uno en su lugar, intercambiándonos… Yo me he liberado bastante de la guitarra, la toco solamente el bloque acústico, y el resto estoy bailando y pasándomelo bien. Ahora me voy al DJ, lo veo scratchear… Me lo estoy regalando a mí misma como: “Tía, llevas currándotelo un montón, disfruta y pásatelo bien”. Ellos son muy organizados. Estamos muy contentos, una relación muy abierta. Ellos tendrán sus conciertos y yo tendré los míos, dándonos mucha libertad. Realmente tocamos juntos porque lo deseamos, nos hace ilusión y nos lo pasamos bien. Es una parte que le va a llegar a la gente desde el escenario.

Entre los quince músicos están tus dos hijos. ¿Cómo es trabajar con ellos?
Bueno, al principio fue un shock para los tres. Con el mayor llevo tiempo trabajando. Él grabó los coros de “El poder de Machín” (97), vendía mis discos en los conciertos en la Sala El Sol, cuando lo presentamos. Le ponía una cerveza a Fernando León, a Manu Chao… Él lleva toda la vida en el proceso. Se subió al escenario hace dos años, porque yo se lo pedí, porque tenía una banda en aquel momento exclusivamente de mujeres, y echaba mucho de menos los coros de Willy Fuego, la guitarra, pero como practico el amor libre en la música, que todo el mundo pueda hacer otras cosas porque yo también las hago, pues Willy hubo una época que le coincidía con otro proyecto suyo, Rumbaristas, pero yo echaba de menos una voz masculina, y mirar a mi lado y ver a alguien que me iba apoyando, los coros, alguna frase… Me había acostumbrado a ello. Lo veía ahí y le dije: “Mañana te vas a subir con nosotras”. Se lo pasó muy bien. Se sabe los temas, ha grabado en todos los discos, es la persona junto a mí que más conoce el proyecto. Esa fusión fue muy rápida. Luego le dije que solo coros no, que tenía que aprender percusión, y aprendió pronto. Haciendo conciertos incluso en trío, en lugares más pequeños, junto a una guitarrista. Íbamos los tres. Se lo ha currado y nos lo pasamos bien el rato que estamos ahí. El pequeño era el ratón de estudio. Venga a producir, nuevas ideas y creaciones, pero era: “Yo el directo no, los viajes no”. Hasta que con este proyecto de Artistas del Gremio, que él también ha podido convivir con ellos, le dije: “Eres parte de esto, hemos creado esto juntos, creo que tienes que venir también”. Y dijo que sí, así que ahí vamos los tres. La familia somos los tres, siempre me han apoyado en esto. Para conciliar mi vida familiar y profesional siempre los he tenido de cómplices, entendiendo mis circunstancias. Cuando eran más pequeños igual les costaba más, pero conforme han ido creciendo se han dado cuenta de lo importante que es para mí lo que hago y que ha sido el medio de vida que hemos tenido como familia. Es nuestro gremio, nuestro oficio. Es bonito, no sé lo que durará, porque ambos tienen sus otros proyectos, pero es bonito que compartamos este proyecto de Amparanoia, que al final es un proyecto familiar.

 

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