Hablamos con Sara Puertas (voz), Gabriela Nieto (bajo), Eva María Martin (batería) y Álvaro Peral (guitarra), sobre el proceso de creación y grabación del disco, así como de su disconformidad con ciertas dinámicas en la escena y el sistema.
Querer a tus amigas, querer a tus romances, quererse a una misma. Apostar por quererse aunque las cosas a veces vayan mal y no funcionen. Reforzar el quererse de forma colectiva y asamblearia para hacer frente a los excesos de poder. A lo largo del primer LP de Amor Líquido se abre un paraguas de introspección emocional y crítica social que, tal y como explica Sara Puertas, no estaba del todo planeado: “Cuando empezamos a componer hicimos una lista de temas de los que queríamos hablar 100% y luego no le hemos hecho ni puto caso, sino que hemos ido haciendo un poco lo que nos salía”.
Así es como la idea para este trabajo, no solo homónimo sino también autobiográfico, surge inevitablemente como un reflejo de quienes son ellas como personas. “Somos muy pastelosas entre nosotras cuatro, de decirnos todo el rato lo mucho que nos queremos”, indica Sara. Tal vez el ejemplo más evidente sea en “Suavidad Radical”, una oda a la amistad en la que reivindican el decirles a tus amigas y a tus vínculos que les quieres, sin vergüenzas ni miedos. A su vez, el cuarteto también muestra su cara más combativa: “Una cosa no quita la otra, de hecho van bastante relacionadas. El concepto de los temas tiene más que ver con nosotras como grupo y en el disco simplemente se ve reflejado”, añade la cantante.
"Nuestro proyecto es un espacio seguro donde poder expresar todo esto que sentimos"
Aunque la grabación fue “toda una maratón” según bromea Álvaro Peral, pues se hizo en tan solo seis días, las canciones llevaban meses gestándose. El primer single que escribieron fue “A ver quién miente más” en marzo del 2023: “De hecho la compusimos para el último EP, pero pensamos que ya que estábamos haciendo tantas, ¿por qué no planear ya un disco?”, comenta la batería. Contar con el management del sello La Castanya a sus espaldas también ha sido una gran ayuda, ya que “autogestionarse cuesta mucho tiempo y dinero”, añade.
El segundo y último single de avance que sacaron fue “Mírame”, donde se introduce el tema del hastío generacional y el miedo a un futuro desmotivador. “Son temas difíciles de expresar”, reflexiona Eva, “Es muy común sentirse sola, como que nadie te entiende, y para nosotras nuestro proyecto es un espacio seguro donde poder expresar todo esto que sentimos. Por eso relacionamos el amor propio con el amor que tienes a tus amigas, ya que al final si pides ayuda es porque te estás queriendo también a ti misma”, añade. En la misma línea de este tema, el grupo sigue siendo fiel a su faceta más catastrofista, que sale a luz en la tensión de “No me grites” o la melancolía de “No estoy a la altura”.
En sus cinco años de trayectoria musical, Amor Líquido han tenido que enfrentarse a comentarios despectivos como los descritos en “La escena”, que está basada en una historia real: “La misma persona que va de moderna y defiende el mes del orgullo es la que luego, en un concierto nuestro, se queja a su colega de que somos «otro grupo de bolleras»”, critica Sara, “¿Y qué pasa si hacemos música con ese target? Es que a lo mejor nuestro objetivo no es gustarte a ti, sabes”.
Opinan que referirse a ellas como “otro grupo de bolleras” no es del todo acerado, dado que, a pesar de la existencia de numerosos referentes, no se les presta suficiente atención. Señalan dos aspectos: por un lado, la falta de atención o la atención superficial de los medios. Por otro lado, Eva expresa: “He visto toda la vida películas de parejas heterosexuales y me he emocionado porque aunque sea lesbiana soy capaz de empatizar con esos personajes, pero por algún motivo al revés cuesta un montón”. Peral coincide y menciona que “los heteros conectan antes con Cars que con una historia de amor entre dos mujeres”. También añade: “Sara una vez soltó una frase que a mí me encantó, que es que componemos la música que nos hubiera gustado escuchar de adolescentes”.
Otra de las canciones más combativas en “Amor Líquido” es “(inserte_nombre)”, en la que denuncian la cantidad de abusos de poder que se dan en la industria de la música. Aunque el título hace referencia a que son muchos los nombres que entran en esa lista, la letra está inspirada en un caso concreto. “Se trata de una persona que sigue trabajando porque muchos a su alrededor, aunque saben lo que pasa, deciden que les da igual”, explica la cantante, y Gabriela añade que “por mucho que se quejen, la cultura de la cancelación no existe”.
“El problema es que la escena está llena de pijos, entonces, ¿cómo van a cagarse en el sistema si forman parte del lado ganador?”
Es esta la faceta clásica del punk que echan de menos en el panorama actual, donde se pierde la intención de protesta y se mantiene prácticamente solo la estética: “El problema es que la escena está llena de pijos, entonces, ¿cómo van a cagarse en el sistema si forman parte del lado ganador?”, observa Sara, y añade lo siguiente: “Evidentemente no somos las únicas que mantienen este espíritu, pero se nota mucho de dónde viene cada uno. Hay música que es súper sin sangre porque claro, la compone gente que está tranquilita en su vida”. Sin embargo, también queda sitio para lo cursi en temas como “Me quedo contigo”, una versión accidentada de Los Chunguitos: “Cuando escribí la frase no me acordaba de que existía una canción con el mismo título”, detalla ella misma, entre risas, “No fue intencionado, pero queda bien decirlo”.
Sin duda otro track que llama la atención es la colaboración con Jimena Amarillo en “Tus manos”, que pasó por muchas etapas diferentes durante su creación, “incluso hubo un momento en el que ella gritaba”, comentan. Combinar ambos estilos ha sido, en parte, un desafío: “Al principio intentamos que fuese bastante 50 - 50, pero el resultado quedó más orgánico cuando nos desprendimos de esa idea", explica el guitarrista.
La rapera también ha ayudado a producir el LP, sobre todo junto a Gabriela, que aparte de bajista también es productora y se ha encargado de varios trabajos del grupo: “Jimena nos ha visto muchas veces en directo y conoce de verdad cómo queremos sonar. Era la pieza que faltaba de alguien externo que supiese entender cuál era la intención que queríamos dar al disco. En el estudio, se notaba que tomaba las decisiones en base a eso. Además nos entendíamos bien porque somos muy amigas, entonces todo ha sumado”, relata. Sergio Pérez es el mixer que firma el acabado.
La banda no ha escatimado en experimentar su sonoridad y dicen que se propusieron hacer lo que les apeteciera: “Hubo un momento en el que intentamos que «La tarta de tu abuela» fuese una bossa nova, así que no nos pusimos límites, sino todo lo contrario”, menciona la batería. “Estos a nivel musical no se han permitido repetir nada de una canción a otra. Se han exigido un montón para que el álbum fuese muy variado”, reflexiona Sara sobre sus compañeras, “Creo que no se parece ni a nada de lo que hay ahora mismo en la escenita, ni a lo que nosotras habíamos hecho antes. Hay mucho avance con todo lo anterior”.
Inspiradas en Carolina Durante, Cage the Elephant o Hotwax, algo que sí han perseguido es sonar lo más parecido a una actuación en vivo posible. “Cuando salimos del estudio para ensayar las canciones fue lamentable, porque habíamos compuesto instrumentales que luego éramos incapaces de tocar”, admite Peral. Ahora las cosas son distintas, tal como expresa Gabriela: “Ha sido un reto hacer este disco a nivel musical. Nos ha costado de verdad, de estar ahí muchas horas con el metrónomo, pero nos hemos demostrado que somos capaces de hacerlo, y de tocarlo y disfrutarlo en directo”.
Por su parte, Sara sigue en shock: “Cuando sacamos «El Audio» por las risas, jamás me hubiese imaginado que llegaríamos a publicar un álbum. Pero nos hemos quedado a gusto con lo que hemos hecho”. A la vuelta de las vacaciones de verano, se espera una gira de presentación de “Amor Líquido” por el país.
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