“Estamos sobre-estimulados y tenemos un mundo interior muy vivo”
EntrevistasAmbre

“Estamos sobre-estimulados y tenemos un mundo interior muy vivo”

Tomás Crespo — 04-03-2020
Fotografía — Enrique Villaluenga

Ambre nace el verano de 2017 de las cenizas de The Folie Diamond, una suerte de comuna de neo-hippies de la que formaron parte Antonio Trapote (voz, guitarra), Javier Oleaga (guitarra, teclas) y Jose Doel (teclas). Poco después se uniría Pablo Salmerón (batería) y terminó de cerrarse el círculo.

Tras varios singles y un EP, la banda madrileña da un triple salto mortal con su debut en largo Nunca pasa nada (Subterfuge, 20): se pasan al castellano, afinan su experimental propuesta y consiguen firmar hits tan redondos como Solo conmigo o Me siento tan moderno. Lo presentarán en exclusiva en el Café Berlín de Madrid el próximo 23 de abril.


¿Como y cuando nace Ambre? Antonio, Javi y Jose ya estuvisteis juntos en otra banda, The Folie Diamond…
(Jose) Lo primero fue cerrar el proyecto que teníamos. En aquel momento teníamos una influencias más Pink Floyd, más 70s… pero Antonio, Javi y yo queríamos hacer una música más actual, con un sonido más fresco. Nos encerramos un mes en una casa de campo en Ponferrada y allí compusimos los primeros temas que publicamos como Ambre (Tricky Needs y What you get) y una buena parte del primer EP. Después entró Salme y terminó de cerrarse el círculo.

Eso fue hace dos años y casi inmediatamente fichasteis por Subterfuge, prácticamente sin nada…
(Antonio) Sí, justo después de sacar el EP. Subterfuge nos conoce a través de Slapback TV (plataforma audiovisual independiente de contenidos musicales que ellos mismos fundaron) y nos ficharon de inmediato. Entonces es cuando empezamos a movernos como banda más seriamente. No sabíamos nada de esto y nos hizo mucha ilusión. Eran nuestras primeras canciones y estábamos aún probando, experimentando con sonidos… Y la verdad es que hemos recibido un apoyo enorme a la hora de producir este disco. Si no no hubiéramos podido hacerlo.

Antes de adentrarnos en el disco, ¿de donde viene el nombre de la banda? Todo el mundo suele referirse a vosotros como “Hambre sin h”…
(Jose) en todas las entrevistas o cuando nos nombran en radio siempre se usa esa coletilla de “sin h”. Tenemos la coña de que al final nos vamos a quedar con ese nombre, “Ambre sin h” (risas).
(Salme) Nombre y apellidos (risas).
(Jose) Realmente es una palabra que nos gustaba por el simple hecho de lo que te evoca.
(Antonio) Por la propia sonoridad de la palabra. Le quitamos la “h” para convertirlo en un nombre propio.
(Jose) Luego descubrimos que era un nombre en francés.

La nota de prensa os define como cóctel de synth pop, disco funk, electrónica y reminiscencias jazz en sus armonías, ¿ya no os queda nada de krautrock?

(Antonio) Can o Neu! son bandas que nos han marcado un montón. Como tenemos influencias muy variadas. Dos de nosotros somos musicólogos y otro lo está estudiando. Hemos profundizado en el jazz y escuchamos un montón de estilos. Mezclamos un poco de todo, pero al final intentamos hacer algo más pop. Hacer canciones como tal.
(Jose) Pero para nosotros el disco todavía nos resulta demasiado inclasificable para ponernos una etiqueta.
(Antonio) Hay reminiscencias de la música disco, últimamente nos han influido mucho Parcels. Hay canciones que son más lo-fi… a lo largo del disco hay muchas texturas y colores.
(Javi) Eso es algo muy nuestro. Que también estaba en el EP. Nos gusta jugar con muchos colores y pasar por muchos estados diferentes. No hay una linea tan clara.

Antes de este disco publicasteis varios singles en inglés. ¿Cómo fue la recepción de aquellas canciones?
(Jose) Yo creo que a la gente le gustaban, pero quizás no llegaban a enganchar del todo. Es verdad que nosotros siempre hemos tenido el fuerte en el directo. Ahí sí que hemos notado siempre una reacción muy positiva. Pero luego ya en las redes y demás no lo notábamos de la misma manera que lo estamos notado ahora con los nuevos temas.

Lo más llamativo del disco es que os habéis pasado al castellano, ¿cómo ha sido el proceso?
(Antonio) Pues en realidad ha sido muy natural. Estás intentando afinar tu verdad, lo que estás intentado trasmitir con tu arte y al final, aunque yo me defiendo en otros idiomas y escucho música en otros idiomas, realmente como sientes y piensas es en castellano. Fue como una transgresión. Al principio pensábamos incluso mezclar idiomas. Llegamos a grabar algunas canciones en inglés. Luego empezamos a hacer más cosas en castellano y yo me empecé a sentir cada vez más cómodo. Así que al final volvíamos a grabar las primeras canciones en castellano.
(Javi) También Brian Hunt, que ha producido el disco, nos ayudó a tomar la decisión. Él lo vio muy claro.
(Antonio) Claro, él es británico.
(Javi) Nos dio seguridad para tomar la decisión, porque al principio estábamos un poco inseguros.
(Antonio) Él nos aseguró que muchas bandas jóvenes españolas que cantan en inglés le suenan raro o incluso ridículo a un británico.

¿Creéis que cantado en vuestro propio idioma vais a conectar con más gente?
(Jose) Nosotros creemos que sí. De hecho nosotros nos sentimos más conectados con nuestras propias canciones.
(Antonio) Lo que mola es que más que esperar la reacción, ya la estamos notando. No teníamos tan claro que fuese a ser mejor o peor. Pero después de haber soltado dos canciones, yo personalmente estoy notando el feedback de personas que me escriben hablando de las letras y que se sienten identificados. Eso es algo que cuando escribía en inglés no me había pasado nunca. También está teniendo buena acogida a nivel de medios, en la radio estamos sonando más.
(Salma) En inglés el mensaje muchas veces no llega.

En lo referente al directo, ¿vais a incluir temas del anterior repertorio u optaréis solo por lo nuevo?
(Jose) Vamos a rescatar alguna cancioncita.
(Javi) La idea es ir teniendo nuevo material cuanto antes.
(Antonio) De hecho nosotros ya estamos componiendo nuevas cosas.
(Javi) Y ya todo en castellano.
(Jose) Lo cierto es que en los últimos conciertos que hemos dado, de pronto tocamos What We Were y se nos hace raro.
(Antonio) A mí se transfigura el personaje (risas).

Si queréis pasamos a hablar propiamente del disco, empezando por el título, Nunca pasa nada, que es una referencia al inmovilismo social de vuestra generación. ¿Tan mal veis las cosas?
(Antonio) Sí, yo creo que sentimos un montón de cosas. Estamos sobre-estimulados y tenemos un mundo interior muy vivo. Reflexionamos mucho pero al final las condiciones socio-económicas te atan un poco las manos. Tenemos la impresión de que a nivel político no hay grandes cambios ni revoluciones. Por ejemplo en Berlín se han congelado los precios de los alquileres y tienen un plan para bajarlos en los próximos cinco años. Aquí la vivienda es totalmente inaccesible para una persona de nuestra edad y los jóvenes no salen a la calle para decirlo. Como mucho lo dicen en Twitter. Hay mucha gente de nuestra generación que se ve sumida en esa sensación de ansiedad. Estamos un poco perplejos ante la velocidad de todo.

Sin embargo los medios de comunicación hacen mucho hincapié en las movilizaciones feministas o contra el cambio climático… Aparentemente sí que hay un cierto compromiso.
(Antonio) Claro, pero estar comprometido con la ecología es muy relativo. Tú como individuo puedes contribuir a hacer las cosas bien a pequeña escala pero el grueso del problema viene de lobbies y grandes empresas que están lejos de actuar bien y no nos podemos responsabilizar de su movida.
(Jose) Con el título queríamos trasmitir la idea de que hoy en día todo el mundo puede opinar por Twitter y pasan tantas cosas que al final acaba por no pasar nada. El tema central es la sobre-estimulación.
(Antonio) Al final vives realidades que no vives.

A grandes rasgos, ¿cómo ha sido el proceso de composición de estas canciones?
(Jose) Pues ha sido bastante dispar.
(Antonio) Hay veces que yo traigo una letra y una melodía y las vestimos entre todos y otras veces ellos llegan con una base armónica y le metemos una letra… y luego hay canciones que hemos hecho directamente en el estudio.

"Me ha costado un montón trabajar la ironía. Necesitas crear un personaje para después distanciarte de él"

Hablando del estudio, como comentabais antes habéis trabajado con Brian Hunt en El Invernadero ¿Qué me podéis contar del proceso de grabación?
(Salva) Ha sido una grabación super larga, dividida en tres sesiones. Lo hemos grabado por pistas, primero las bases y luego el resto de elementos. La verdad es que ha sido guay trabajar con Brian porque es muy fácil tratar con él. Aporta mucho a la grabación. Es crítico con las cosas que están mal y con las que están bien.
(Jose) La experiencia de trabajar con Brian ha sido muy buena. Ha sido muy constructivo. Ha aportado un montón de cosas. De hecho la mayor parte de los bajos los ha tocado él.
(Javi) Ha sido un ejercicio de poner todas nuestras ideas sobre la mesa y ser críticos con ellas. Pero de una forma muy constructiva.
(Antonio) Y luego el sitio es de puta madre (risas).

La verdad es que el resultado suena realmente bien…
(Jose) Sí, Brian ha hecho muy buen trabajo, pero no hay que olvidar que luego también el disco se ha masterizado en Vacuum Mastering por Javier Roldán.
(Antonio) Sí, y le dio un color super bonito. Porque nosotros estábamos ya emparanoiados con las mezclas y cuando llego a sus manos consiguió esa suavidad que se oye en el disco.

Con el primer tema del disco, Solo conmigo, hay quien señala la similitud entre la voz de Antonio y la de Iván Ferreiro. ¿Qué os parece esta comparación?
(Jose) La verdad es que es curioso….
(Antonio) Vamos a revelar que cuando compuse esta canción estaba escuchando mucho a un grupo argentino que se llama Usted Señálemelo. Me inspiró para cantar en ese tono un poco más agudo, forzando un poco mis posibilidades. Pero la verdad es que nos sorprendió un montón cuando la gente lo comparaba con Iván Ferreiro. Hemos escuchado a Los Piratas cuando éramos adolescentes, claro, e Iván Ferreiro es un gran letrista. Así que me parece guay.

Sin embargo ya en la segunda -Los corales- se aprecia más vuestro amor por la distorsiones, efectos, pedales… en definitiva algo mucho más noise que cualquier otro grupo de la escena indie…
(Antonio) Justo en ese corte volvemos al Ambre de raíces.
(Jose) Ese fue uno de los primeros temas del disco que compusimos, de hecho era de los que grabamos en inglés.
(Salva) Tiene arreglos muy atrevidos. Los cambios de voz en el primer estribillo recuerdo que en la grabación me parecían demasiado. Pero luego queda bien.

Percibo también en todo el disco un cierto halo “playero”, como de música surf reinterpreteda al estilo de Mac DeMarco, King Krule, Clairo, Boy Pablo

(Antonio) Es culpa de Jose (risas).
(Jose) Yo estoy siempre ahí dando la chapa (risas).
(Antonio) Él está siempre trabajando bases con los sintes y últimamente está muy metido en ese rollo. Le gusta mucho experimentar con sonidos y texturas. Está siempre cocinando a fuego lento.
(Jose) Para nosotros son artistas referentes, que hemos escuchado muchísimo.
(Antonio) Es música que te lleva a estar relajado y sentirte bien. También es divertido.

En el segundo single, Me siento tan moderno, y en canciones como Todo me sienta bien hay una importante dosis de ironía…
(Antonio) Me ha costado un montón trabajar la ironía. Sobretodo en esas dos que llego a un punto de cinismo exagerado. Necesitas crear un personaje para después distanciarte de él. Es algo que no había hecho nunca antes porque hasta ahora tenía una forma más visceral de escribir. Ahora he empezado a entender y trabajar esos juegos de identidades.

Sin embargo canciones como Solo salir o Ya está parecen totalmente autobiográficas… ¿Cómo filtras tus propias experiencias vitales para convertirlas en material con el que escribir canciones?
(Antonio) Pues realmente no las filtras. Muchas veces omites datos, pero al final es lo que estoy sintiendo. Coges la guitarra y es lo que te sale porque es lo que estas sintiendo. Luego si que lo intentas neutralizar y pensar que pueden sentir los demás de lo que tú sientes. Ir de lo personal a algo con lo que se pueda identificar todo el mundo. Al final descubres que no es tan raro lo que sientes.

Me sorprende también como hablas en tus letras de cuestiones mundanas (“voy un poquito del revés”) y resulta de lo más natural…
(Antonio) Es muy difícil naturalizar los textos. Yo ahí admiro infinitamente a Kiko Veneno, por ejemplo. Hay letristas que son muy finos en castellano. Para mí son los que consiguen que no suene demasiado rimbombante lo que dicen. O por ejemplo no ser demasiado estricto o moralista. Nosotros metemos mucha crítica social en el disco, pero de forma velada. No es cruda.

No obstante, entre líneas hablas de cuestiones existencialistas “profundas”, por decirlo de alguna manera. ¿Qué significa por ejemplo esa “culpa” de la que hablas de forma reiterada en canciones como Muerta la fe?
(Antonio) Realmente es una sensación que arrastro en muchos aspectos. Al final yo siento que sí, que reflexionamos mucho pero a veces no somos consecuentes. Y a veces tomamos caminos que no son los más adecuados como puede ser la fiesta y la noche. Cuestiones como consumir comida basura. Cosas que sabes que no estas haciendo bien pero en parte no las editas.
(Salma) Pero luego te sientes mal. Yo muchas veces de resaca me he sentido fatal conmigo mismo.

"Nosotros somos occidentales, blancos, varones y heterosexuales. Y llevábamos una vida en la que no hacíamos nada por evitarlo"

Loop #1 es probablemente la más abiertamente avant-garde del disco. ¿Qué significa para vosotros la experimentación a nivel musical?
(Jose) Realmente este tema es un corte que al final decidimos meter en el disco pero que es como parte del final de Muerta la fe. Como si fuese un track oculto. Siempre terminamos el tema con esa parte instrumental y nos vinimos arriba.
(Salva) Para nosotros la experimentación es la manera de abordar la música en general. No es una vía. Siempre que estamos tocando estamos experimentando. Siempre estamos abriendo caminos.
(Javi) Además nosotros somos unos músicos que nos hemos hecho a nosotros mismos. Para mi gran parte de mi aprendizaje ha sido precisamente tocar con ellos en Ambre. Ha habido un intercambio de conocimiento y de información continuo. Ha sido como un aprendizaje común de una forma casi naíf. Nosotros hemos estudiado, pero nuestro proceso de aprendizaje ha sido sobretodo tocar juntos.

¿Y qué me decís de vuestros estudios de musicología? ¿Cómo aplicáis ese aprendizaje a la banda?
(Jose) De ninguna manera. Sinceramente a mí lo que más me ha dado estudiar musicología ha sido una perspectiva más amplia de la música. Evidentemente cuando estudias te acercas a la música clásica…
(Antonio) La palabra música de repente se expande a un montón de campos porque luego hay pensamiento musical, estética…
(Javi) A mí me ayudo a desarrollar mi propio criterio.
(Antonio) Es una lastima que a nivel académico haya una visión tan euro-centrista y que estudiemos sólo la cultura occidental. Quizás ahora se está empezando a mirar más allá. Pero bueno, sí que te da un montón de perspectiva. A mí me ha servido sobre todo para acercarme a textos filosóficos que me han hecho reflexionar sobre mi propia forma de escribir música.
(Javi) Probablemente no afecte de una forma consciente a la banda pero sí que al final suma al imaginario que manejamos.

Volviendo a las letras espero que Ha pasado (le he matado) no sea autobiográfica…
(Antonio) No, no (risas). Esa entra totalmente dentro de la inventiva. Esa fue una de las que comenzó con una armonía y luego se le puso letra. Empezamos a experimentar, a hacer una jam. Y pensé que si sonaba tan dulce porque no me voy a un tema duro y oscuro de repente. Es un supuesto. Una reflexión sobre el maltrato. Quería meterme en la piel de una persona que está sufriendo un abuso y llega un punto en que se harta y asesina a la persona que está maltratando. Me gusta plantearme cuestiones morales extremas. ¿Está bien o no matar a una persona en esa situación¿ ¿Sería o no justo? El personaje se cuestiona sus propias acciones. Es una reflexión friki totalmente inventada.

El cierre del disco, Sangre, habla sobre la gente que se ahoga en el Mediterráneo. ¿Cómo se os ocurrió hacer una canción sobre este tema tan delicado?
(Antonio) Supongo que es algo en lo que todos pensamos en algún momento, Nosotros somos occidentales, blancos, varones y heterosexuales. Y llevábamos una vida en la que no hacíamos nada por evitarlo. Reflexionamos sobre ideas pero no entramos a hacer nada con ellas. Lo vemos cada día en las noticias. Al ser una canción totalmente electrónica, con una ambientación más oscura y esos sintes que pueden evocar el sonido del mar, nos pareció buena idea meter esa temática tan dura. Jugar con esa ambigüedad entre un tema jodido y profundo con una sonoridad agradable y etérea.

Además utilizáis un vocoder que es casi Daft Punk y es sin duda la más synth-pop del disco, ¿os veis adentrándoos en la música de baile en un futuro?
(Jose) Si, en el reggaetón (risas).
(Antonio) No, pero quizás si hacer algo más electrónico. Las maquinas parece que nos absorben.

A ver, me refiero a que hay algo medio retro-furista en vuestra propuesta, ¿qué es lo que más os interesa de la música de sintetizadores?
(Jose) En este disco es la primera vez que hemos tirado mucho de sintes. Hay una carga muy importante de guitarras, sobretodo en las partes más funk. Pero trabajar con sintes nos ha gustado y nos hemos dejado llevar.
(Antonio) Cada vez llevamos más maquinas, tío. Los montajes son una locura.

¿Qué equipo lleváis actualmente?
(Jose) Pues llevamos tres sintes, dos guitarras, Salme lleva la batería y un pad electrónico y llevamos un sampler para disparar secuencias, sonidos etéreos, percusiones….
(Antonio) Nuestro bajista está metido ahí. Muchos grupos están tirando de ese tipo de elementos por una cuestión pragmática. A veces es imposible llevar a cinco personas a tocar.
(Javi) Y el vocoder, que se os ha olvidado.

Para finalizar os quería preguntar también por la estética de la banda, que es muy cuidada tanto en los diseños, fotos, videoclip… ¿Fueron ideas vuestras?
(Jose) Para el video nosotros hemos puesto gran parte de la inventiva, pero todo lo que es la ejecución y demás fueron Pablo Vera (Bum Motion Club) y Guille García (Sundown Wolves), que son los directores. Y quien ha hecho todo el diseño ha sido Maider Aldasoros, una chica de Bilbao que nos gustaba mucho su trabajo. Y la tipografía la ha hecho María Pérez Trillo. Y la verdad es que las primeras ideas que nos mandaron nos encantaron.
(Javi) Nos gusta trabajar con artistas de otras disciplinas para hacer un poco más grande el proyecto. Confiar en la creatividad de otros artistas que te gustan para hacer comunidad.

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