“Hemos entrado en una espiral loca que en ocasiones hemos tenido que parar”
EntrevistasAmaral

“Hemos entrado en una espiral loca que en ocasiones hemos tenido que parar”

Alejandro Caballero Serrano — 07-02-2025
Fotografía — Javier Soto Azpitarte

Casi treinta años después de la creación del grupo, Amaral siguen buscando nuevas formas de crear canciones. Ahora nos sorprenden con “Dolce Vita” (Gatorama Music/Sony, 24), su noveno disco de estudio, del que hablamos con Juan Aguirre.

Cinco años después de vuestro último disco, llegáis con Dolce Vita, el noveno de vuestra discografía. Lo habéis descrito como vuestro propio “Jardín del Edén”. ¿Cómo nace el concepto de este nuevo trabajo?
Pues mira, son canciones que han ido creciendo a lo largo de una gira que ha sido demasiado larga. Al principio decidimos reubicar todos los conciertos, sobre todo por nuestro equipo de técnicos, y eso generó que el disco más electrónico de nuestra historia, “Salto al Color” (Gatorama Music/Sony, 20), lo tuviéramos que presentar en lugares pensados sobre todo para música acústica. O sea, tuvimos que reinventar un poco el disco, y eso nos tuvo ocupados bastante tiempo. Luego, cuando ya la cosa se abrió, pues pasamos a foros muy grandes, con lo cual cambiamos también el formato y todo se hizo más eléctrico. Y bueno, pues digamos que el disco se ha gestado en una larga gira de festivales, la grabación del disco, que no la composición, porque la composición viene de lejos. Y bueno, más allá de metáforas y de notas de prensa, creo que “Dolce Vita” hace referencia como a un mundo ideal, a nuestro mundo ideal, a un estado de equilibrio quizá personal y colectivo, que muchas veces se choca con la realidad que vivimos, que a veces es confusa y a veces es un poco alocada. Y si hablamos de nosotros mismos, pues oscilamos un poco entre esas ansias de equilibrio y de paz y una vida bastante viajera, donde no hay una rutina. Quizá “Dolce Vita” sería como una utopía más o menos irrealizable.

"Te podría decir que discutimos muchísimo, o sea más que Liam y Noel (Gallagher) creo"

Justo quería preguntar por el cambio de registro entre “Salto al Color” y “Dolce Vita”, que pasáis de la electrónica para volver un poco de nuevo a vuestra esencia. ¿Por qué habéis decidido hacer este cambio?
Pues yo creo que no hay una razón que tenga mucho que ver con la parte más pensada o racional. O sea, en todos nuestros discos, desde el segundo, ha habido partes que tenían que ver con la electrónica y con la música ambient también. Eso al principio resultaba sorprendente para mucha gente, y para nosotros siempre fue algo normal, porque desde siempre, Amaral ha sido un proyecto muy abierto. No creo que respondamos al concepto de una banda de cinco miembros o de cuatro miembros cerrada, donde los roles están muy definidos: hay alguien que compone, alguien que canta, alguien que programa, alguien que se ocupa de las redes... Nosotros somos bastante caóticos y siempre nos imaginamos el proyecto como algo muy abierto. Ni siquiera pensábamos que fuésemos a ser un grupo estándar, y de hecho nunca lo hemos sido.

¿Y cómo ha sido el proceso de composición? Porque ya me decías que este vino antes de esa gira enorme.
Pues casi todas las canciones estaban escritas ante. Y no sólo las 15 que componen el disco, sino bastantes, algunas más que se han quedado fuera y que en el futuro queremos tener un poco de tiempo para trabajarlas. Nos hemos encontrado con un montón de canciones en nuestros ordenadores, con un montón de ideas. Y lo que sí hicimos fue crear un grupo de trabajo básico de cuatro personas (Alex Moreno, Pablo Fergus, Eva y yo) y fuimos vistiendo las canciones, probando cosas, borrando y empezando de nuevo cuando veíamos que algo no nos convencía. Y sí, las canciones venían de antes de empezar la gira de festivales, casi todas estaban escritas antes del concierto del Sonorama, donde empezó la gira. Y la grabación ha sido durante todo ese periodo. Y la mecánica ha sido trabajar en el estudio entre semana y durante el fin de semana pues salíamos a tocar. Con lo cual, los directos se alimentaban de lo que estaba pasando en el estudio y el disco se alimentaba de lo que estaba pasando en directo. Hicimos algunos breaks de conciertos y tuvimos ocasión de ir a grabar cuerdas fuera, algunos instrumentos adicionales, pero básicamente esa ha sido la mecánica.

Y volvéis con un disco sin colaboraciones y, además, más largo de lo que estamos acostumbrados actualmente.
Hay algunas canciones que nos las imaginábamos abriéndolas a algunos compañeros y compañeras de escena. Lo que pasa es que eso es algo que siempre estamos a tiempo de hacer, no lo rechazamos. De hecho, hemos trabajado con mucha gente. Es que el mundo de las colaboraciones se ha convertido como en un mundo propio en sí mismo, donde casi todas las semanas nos llueven propuestas. Tengo que decir que no todas las podemos atender, porque si no, sólo haríamos eso. Sobre todo, nos llegan propuestas para que Eva ponga su voz junto a otros artistas; a veces nos llegan propuestas para escribir canciones para otros artistas, para gente que no compone; y a veces nos llegan propuestas para que yo grabe alguna guitarra, sobre todo de 12 cuerdas y tal, con bandas de amigos. Y hay una cuarta categoría que nos parece muy interesante, que es cuando un artista o una banda, le apetece escribir algo con nosotros a medias, o sea, componerlo desde abajo. Y ya te digo que no siempre nos da la vida para hacer todo. Entonces hay veces que hemos tenido que decir educadamente que no, declinar, y tal. Y es complicado a veces explicarlo porque, ¿cómo le dices a alguien que te envía una canción con su mejor idea, que no tienes tiempo? Que, aunque la gente no nos vea, estamos todo el día haciendo cosas. Por lo que todo esto no quiere decir que el disco no lo podamos abrir en el futuro a colaboraciones.

Dejando a un lado este disco, Amaral, como formación, lleváis ya casi 30 años juntos, ¿cuál es el secreto?
Pues no sé si hay un secreto, la música para nosotros siempre ha sido muy importante, el hecho de encontrar una voz y una forma de expresión. Creo que ambos hemos tenido como esa llamada de la música que alude a nuestros instintos más básicos. El primer disco se publicó en el 98 y era casi una maqueta que pasó muy desapercibida y luego ya el proyecto empezó a crecer en los 2000. Ya te digo, no hay un secreto, creo que nos hemos pasado la vida diciendo que no a propuestas que no encajaban con nuestra filosofía de cómo nos imaginábamos el grupo y también te podría decir que discutimos muchísimo, o sea más que Liam y Noel (Gallagher) creo, lo que pasa es que quizá no nos pegamos esas faltadas casi marquetineras en las redes o en la televisión, pero sí que discutimos. Y también te puedo decir que hemos vivido tantas cosas juntos que cuando salimos a tocar es como que se alinean los planetas, Eva se transforma, pasa de ser la persona tranquila e introvertida que conocemos, a un animal escénico, y yo entro en un mundo de concentración muy fuerte. Y, obviamente, el público es lo que nos ha traído hasta aquí, este mundo es muy efímero, pero hemos crecido abriéndonos a músicas distintas y a la vez conservando una especie de filosofía de lo que debía ser el grupo.

"No sé cuándo serán los próximos conciertos, pero sí queremos dejar pasar unos meses largos"

¿Habéis planeado cuál será el futuro del grupo en algún momento o simplemente dejáis que todo vaya fluyendo?
Yo creo que si hubiéramos planeado algo de lo que nos pasó nos habría salido mal. O sea, si tú te imaginas que, si vives en dos barrios de Zaragoza, que es una ciudad donde hay mucha música, donde hay muchas bandas, y tú planeas que vas a grabar nueve discos y que vas a ser cabeza de cartel de festivales y que tus discos los va a escuchar un montón de gente, probablemente no te salga. Yo esto no se lo he preguntado nunca a bandas amigas ni nada, de preguntar si ellos lo planifican o cómo lo hacen. Sí te puedo decir que nosotros nos hemos dejado llevar y hemos entrado en una especie de espiral loca a la que hemos tenido que parar a veces porque era demasiado loca. ¿Y de qué forma hemos intentado sobrevivir en esa espiral loca? Pues yo creo que protegiéndonos un poco el uno al otro y, bueno, poniéndonos en el lugar el uno del otro cuando uno de los dos está pasando por un mal momento. Y también, yo creo que pensando un poco en toda la música que nos hizo dedicarnos a esto. Que cada vez que, es más, porque se va sumando. Hay algunos discos que significaron mucho para ti o algunas bandas que luego los abandonas, los dejas de vivir durante mucho tiempo porque vas escuchando cosas nuevas, pero esa música, aunque ya no la escuches habitualmente, sí que forma parte de tu ADN.

Y ahora, ¿empezaréis a girar con “Dolce Vita” o primero toca un merecido descanso?
Pues mira, yo creo que no. Que este año nos vamos a permitir el lujo de hablar con la prensa relajadamente, intentar atender a todo el mundo que nos ha apoyado durante todo este tiempo e ir a los programas que nos gusten y en los que nos sintamos cómodos para presentar el disco. Ojalá podamos tocar muchas canciones en directo durante la promoción del disco, porque es algo que nos encanta. Yo creo que nos gusta más tocar las canciones que hablar de ellas. Hablar de ellas está muy bien, pero en realidad no hablas de las canciones, hablas de cómo tú te has sentido, de los miedos que tenías cuando empezaste, cuando hace un año… porque cuando haces una canción no sabes dónde te lleva. Y sí que queremos tardar en tocar. No sé cuándo serán los próximos conciertos, pero sí queremos dejar pasar unos meses largos. También estamos haciendo piezas audiovisuales que son bastante interesantes. Nos gustaría desarrollar un montón de creatividades en torno al disco, ya que este no se acaba cuando se publica.

Para acabar, si tú tuvieras que quedarte con una canción de este nuevo disco para definirlo, ¿cuál sería y por qué?
Pues mira, definir el disco es un poco complicado, pero si hay una canción que habla de un mundo soñado o de un tipo de vida soñada que muchas veces en el mundo actual se rompe sería “Los demonios de fuego”. Yo creo que la vida humana es básicamente una especie de tener mundos idealizados y que la realidad te pase por encima de una forma o de otra y que tengas que acomodar ese sueño que tenías. El disco trata un poco de eso. Y aquí entran todo tipo de relaciones que te puedas imaginar: de amistad o de relaciones amorosas. Muchas veces, cuando se habla de discos de pop o de rock parecen algo frívolo, pero realmente es casi lo más importante para la vida de cada uno, después de respirar y despertarte por la mañana y alimentarte. Pero bueno, respondiendo a tu pregunta, quizá me quedaría con “Los demonios de fuego”, que es una canción que, desde que surgió al principio, sí que vimos que tenía puntos de conexión con todo lo demás que estábamos escribiendo. Aunque luego tengamos cosas que son más cañeras, cosas más directas, cosas con más rítmicas… Y hay otra canción que se llama “Podría haber sido yo”, que yo creo que nos interpela a toda la comunidad de músicos y de gente del teatro y de poetas, incluso de vosotros, la gente que escribe. Creo que la escribimos sin darnos mucha cuenta de que era una canción muy colectiva, porque, utilizando la figura de Víctor Jara, habla de que cualquiera de nosotros podría haber vivido esa situación tan heavy. Es una canción que nos costó bastante escribir y obviamente es un homenaje brutal a la figura de Víctor Jara y de lo que representa, pero también habla un poco de ese colectivo de gente que vivimos como si estuviéramos en una fina línea de alambre y que estamos a merced de lo que venga. Igual que casi todos los seres humanos.

 

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.