Este mes de septiembre lanzan “Salto al color” (Gatorama Music, 2019) y en esta nueva etapa han decidido ir más hacia la luz y dejar un poco apartado ese espíritu de protesta que ha protagonizado sus últimos discos. Indagan en nuevas sonoridades, se llenan de electronica, de positivismo y se inspiran en todas esas canciones que les han hecho felices en los últimos años. Con casi 40 grados a la sombra, nos encontramos con Eva Amaral (que llega con un pequeño retraso directa desde GREFA, un grupo de rehabilitación de fauna autóctona en Majadahonda) y con Juan Aguirre en una mítica cafeteria del centro de Madrid para hablar de todo esto, y mucho más, en una de las primeras entrevistas que el dúo realiza para promocionar este nuevo lanzamiento que estarán presentando muy pronto en el festival DCODE de Madrid.
"Los dos coincidimos en que lo que manda siempre de un disco son las canciones por encima del arte, de la producción o el espíritu que lo anima".
Octavo disco de estudio, nuevo giro sonoro y unos Amaral muy diferentes a los de los últimos lanzamientos. ¿Cuál fue el origen de esta nueva etapa y qué significa para vosotros a nivel personal?
Eva: Algunas canciones se gestaron en la gira de “Nocturnal” y otras incluso son previas. Principalmente son un compendio de temas que se han ido uniendo y que muestran el momento en el que estábamos. Un momento que era más luminoso, con más ganas de ver la parte positiva de las cosas y que se refleje en las canciones. No solo en las letras sino también en las sonoridades que hemos utilizado. Ya que la verdad es que la realidad no es la más positiva del mundo. Hemos mezclado cosas que no habíamos hecho antes. Sí que había pinceladas en discos anteriores de electrónica o de folk. Pero en este disco hay como un momento muy claro de electrónica. La mayor parte de las canciones están programadas. Después de trabajarlas en común Juan y yo, lo hemos hecho con dos programadores. Además, son canciones que han nacido con esa sonoridad, no es un vestido que hayamos hecho. En nuestras cabezas ya sonaban así. Y luego, nos apetecía mezclar esa parte más sintética con guitarras acústicas, instrumentos del mundo más folk. En un par de canciones está Carlos Núñez y trabajar con él fue como tener una masterclass en tu propio estudio. Bueno, es que yo me voy por las ramas (risas). Es de las primeras entrevistas que hacemos y estamos psicoanalizándonos todavía.
Juan: Creo que los dos coincidimos en que lo que manda siempre de un disco son las canciones por encima del arte, de la producción o el espíritu que lo anima. En mi caso yo este disco lo veo como una especie de intento de aportar diversidad y color en un mundo que a veces es un poco desconcertante. Casi es como una declaración de principios en plan: “la realidad es la que vivimos todos pero yo voy a intentar que la gente cuando escuche esto sienta algo o que cuando salgan del concierto sean más felices”.
Cuando escuché el álbum sentí una gran conexión con “Estrella de Mar” y “Pájaros en la cabeza”. Como si se realizara un paréntesis en esa etapa de letras mucho más oscuras y críticas de los discos posteriores.
Eva: Sí, en los últimos años la música que nos ha gustado, con la que hemos conectado, que nos hemos puesto en nuestra casa o hemos pinchado en los garitos de unos amigos y tal; ha sido música que nos divertía. Música que estaba hecha básicamente para bailar, aunque no sea a nivel profesional, para divertirse, dar saltitos o lo que te apetezca según tú vivas ese momento de diversión. Entonces, creo que de repente nos surgió la necesidad de hacer la misma música que a nosotros nos apetecía escuchar. Y creo que por ahí han ido los tiros de por qué este disco tiene unos sonidos más vitales o algunos de ellos quizás más bailables. Bueno excepto “Juguetes Rotos” que es más directa y con un claro mensaje.
Juan: “Juguetes rotos” yo creo que tiene en común por ejemplo con “Mares igual que tú” que las dos son igual de viscerales en lo que expresan. Siempre hemos sido un grupo de pensar poco y dejar que afloren cosas casi del subconsciente para luego darle forma. Hay veces que hemos encontrado melodías que las escuchas con el paso del tiempo y nos han superado a nosotros. Y dices qué tendríamos en la cabeza cuando se nos ocurrió esto. Porque casi todas han surgido de repente al coger un instrumento y tocar. Y luego tú las vas filtrando y ves si merecen la pena.
Bueno Eva hablas de no bailar a nivel profesional pero el trabajo corporal de “Mares Igual que tú” no se puede definir como amateur. ¿Cómo has llegado hasta la danza contemporánea?
Eva: Bueno yo hice lo que podía (risas). Me metí a clases de danza contemporánea porque me apetecía, por capricho. Nunca había hecho esto y dije oye nunca es tarde. Así que me metí en septiembre del año pasado y claro, yo ya me pienso que puedo bailar, así que ahí estoy (risas). Yo me lo pasé muy bien la verdad.
Juan: desde antes de grabar discos, desde que nos juntamos en Zaragoza, siempre sentimos que no éramos un grupo en el concepto clásico de grupo. Tú piensa en cuatro o seis amigos con la formación clásica, casi todos ellos con los mismos amplis, con la misma barba. Te pongo de ejemplo a Niños Mutantes, que son de tu ciudad y les consideramos amigos. Nosotros desde el principio nunca fuimos eso, siempre hemos tenido un espíritu más abierto. Un espíritu en el que cabe que nos intercambiemos los instrumentos, que los dos escribamos, que si a Eva le apetece participar en el arte de un disco, dirigir un vídeo o hacer danza como en este disco lo haga. Yo empecé a tocar la guitarra con el máximo volumen posible por las referencias que me emocionaban y ahora mismo, aunque se me sigue poniendo la piel de gallina cuando escucho un riff que me mola, también flipo con una programación que me alucine. Creo que después de 8 discos a lo mejor lo lógico es que nos hubiéramos centrado más en una especie de sonoridad o algo así. Pero al contrario, igual nos hemos dispersado más. No sé si es bueno o es malo, pero sí que creo que se acentúa más el hecho de que somos un proyecto abierto.
Eva: Sí, yo siempre lo entendí como un campo de experimentos para todo lo que nos apeteciera hacer. Lo que pasa es que claro, cuando el grupo se hace tan conocido, tan masivo, da un poco más de miedo hacer experimentos. Pero bueno, yo creo que para nosotros siempre ha sido fundamental saltarnos esa barrera del miedo porque sino no haríamos nada. Es un poco injusto que se intente meter en parámetros de lo que es comercial, lo que deja de serlo, lo que tiene que ser un producto… A algo que en realidad nació con el espíritu de ser libre y que se empeña en serlo.
Vosotros al fin y al cabo habéis pasado por todo. Habéis sido el grupo de masas por excelencia, os han definido como banda indie… Y simplemente por determinadas decisiones sonoras y por pura catalogación.
Juan: Siempre que nos intentan encasillar en algún lugar yo siempre digo lo mismo. Nosotros hemos hecho 8 discos de estudio con Amaral, pero si juntamos las colaboraciones que hemos podido hacer Eva y yo con amigos de grupos más pequeños de la escena local de Zaragoza, que no han conseguido llegar a un público más grande, hemos grabado más discos de grupos así que discos nuestros. Pero claro ya sé que nosotros no somos indies, estamos dentro del circuito de lo que la gente escucha y hemos logrado ser cabezas de cartel de festivales. Somos conscientes de ello y estamos encantados. Lo cual no va a hacer que nos frenemos a la hora de seguir creciendo.
“Salto al color” es un disco tremendamente amplio a la hora de aunar referencias sonoras. Folk, electrónica o la inclusión de instrumentos más latinos como el “ronroco”. ¿Cómo surge esto?
Eva: Pues vinieron al estudio Monsieur Periné, que es un grupo colombiano, a tomarse algo y charlar un rato. Estaban haciendo como diferentes encuentros con grupos españoles porque querían conocer la música de este país y tal. Y nada, estábamos allí de charleta, nosotros estábamos grabando “Ruido” en ese momento, el guitarrista venía con un ronroco debajo del brazo, lo sacó, empezó a tocar y dije esto es lo que nos falta para esta canción. Desde pequeñitos hemos oído folk y música tradicional latinoamericana. Así que nos hemos ido empapando y, aunque no hagamos ningún estilo ni ritmo concreto en nuestra música, sí que esas sonoridades nos atraen mucho.
Juan: antes le habíamos metido un sonido de guitarra muy afilado, muy funk. Entonces quitamos esa pista, pusimos el ronroco de ellos y nos encantó. Quedaba muy natural y nada forzado.
"El tópico del músico y la cantante es algo que nunca ha funcionado con nosotros porque ya te digo que los dos hacemos de todo".
Hay una recuperación también de la guitarra española.
Juan: Sí, en “Soledad” toca Victor Iniesta que venía de tocar en elbicho y también hay unas palmas de Miguel Campello que las pillamos, las loopeamos y tal. Aunque la música de la que nosotros venimos es cierto que tiene una raíz como más europea, más anglosajona, al final te contagias de todo lo que escuchas.
Bueno iniciáis el álbum con ese homenaje a Galicia y ya habéis recurrido a tierras del norte en otros discos. También suena una guitarra portuguesa por ahí. ¿De dónde surgen estas conexiones?
Eva: la primera vez que tocamos en Galicia en un garito éramos dos adolescentes y flipamos, claro. Cuando empezó a entrar el autobús en Galicia fue un shock visual. Así que desde siempre hemos sido unos enamorados de Galicia y de los gallegos. Decidimos hacer la canción de apertura porque en realidad la quería hacer con nosotros Carlos Núñez durante la gira, no pudo ser por una cuestión de fechas y nosotros nos quedamos con esa canción clavada. Yo ya estaba enamorada, ya había mirado las 50.000 versiones que hay de la canción y me quedé con la espina de hacerla. Así que al final decidimos hacerla a nuestra manera, como una especie de homenaje. Se la mandamos a Carlos y acabó haciendo dos temas en el disco. El otro es “Halconera”, una canción a la que le pegaba mucho esa sonoridad y además creo que Carlos era el pájaro que nos faltaba. Ese rapaz sobrevolando por encima de las montañas era un poco el sonido de la flauta. Además, por otro lado, vi que Carlos había apadrinado un ave en el Centro de Recuperación de Fauna Salvaje del que vengo ahora mismo (risas) y todavía me pareció que encajaba más ya que todo estaba muy unido por ese espíritu de amor hacia la naturaleza.
Volviendo a “Juguetes Rotos”, una da las colaboraciones más interesantes del álbum es la del “Diversity Youth Choir” que encaja a la perfección con el mensaje que transmite la canción.
Juan: La tocamos por primera vez en un garito de Barcelona donde presentamos las canciones de “Hacia lo salvaje”. Fue un concierto muy guay en una salsa pequeña llamada Heliogàbal que llevaba la gente de Nueva Vulcano. Era una canción que nos gustaba mucho pero no la llegábamos a grabar nunca porque le faltaba algo y de hecho luego tuvimos que mirar por YouTube lo que habíamos hecho esa noche en la sala porque no nos acordábamos. Y bueno, para este disco de pronto todo cuadró. Cuando teníamos todo montado, Pablo, uno de los programadores, nos dijo tío yo metería un coro de voces infantiles porque tendría más ironía y acentuaría el sentido de la letra. Nos propuso un coro que había visto tocar una vez en la calle, contactamos con ellos y les pareció buena la idea. La verdad que quedó muy guay porque muestra bien ese sentido de que a veces somos frágiles y estamos en manos de auténticos seres delirantes a nivel global. Es como si todos estuviéramos en manos de una especie de Godzilla ‘pirao’ que en un momento mueve la cola y se carga a 10.000 sin pestañear.
Eva: A mí me preocupó un poco cuando contactamos con el coro que personas menores se encontraran cantando esta letra. No sé, hay que ser un poco cuidadosos. Entonces le preguntamos a los directores del coro si había algún problema con eso y nos dijeron que todo lo contrario, que sentían cómodos cantando esa letra y que les había encantado. Así que fue maravilloso, genial.
Y volviendo a la conexión con “Pájaros en la cabeza”, recuperáis también el apoyo orquestal para este disco algo que los fans van a agradecer mucho.
Eva: Pues de hecho, no es que solo lo recuperemos sino que además volvemos a contar con la misma persona que nos había hecho arreglos en “Días de Verano”, “En el Río”… Steve Sidwell (Amy Winehouse, Paul McCartney) se llama el arreglista y es maravilloso. Antes de hacer lo nuestro ya tenía una carrera llena de grandes nombres. Pero, después de esto han pasado muchos años ya y ver todo lo que ha conseguido es impresionante. Es que no me extraña, porque los arreglos que hace siempre poseen una musicalidad muy entroncada con el tipo de música que nosotros llevamos escuchando toda la vida y a la vez aportándoles ese extra de clase. Cualquier imagen que tú le des en plan “yo me imagino un violín haciendo esto” lo transforma en algo maravilloso, nunca sobrecargado. En fin, nos gustó mucho trabajar la vez anterior y llevábamos todos estos años esperando el momento perfecto para que pudiera encajar otra vez y estas dos canciones del nuevo disco (“Peces de colores” y “Nuestro tiempo”) lo necesitaban.
A la hora de crear con vidas tan independientes como las vuestras y sin tiempo. ¿Cómo os las apañáis para juntaros y que todo encaje?
Eva: Pues es bastante caótico. Y además, lejos de encontrar un sistema cada vez vamos a más en el tema del caos. Es un poco llegar como a un consenso, la mayor parte de las veces estamos bastante de acuerdo pero muchas veces uno de los dos encuentra un camino que el otro no se había planteado. En ese caso hay que mostrar bien esa idea para que el otro la entienda y entonces es un intercambio. Uno empieza, el otro aporta, y entonces el otro responde con otra cosa. Y así vamos poco a poco haciendo todo.
Juan: Lo cierto es que como te decía antes, somos intercambiables. Lo mismo Eva puede programar un beat en su casa o en el estudio; puede hacer un arreglo de guitarra que después lo toco yo; o yo puedo hacer una melodía completando otra melodía que ha hecho ella. Nos intercambiamos todo. El hecho es que cuando empezamos, lo de que fuéramos hombre y mujer yo creo que creaba una serie de cosas preconcebidas en plan de que Eva se encargaba de las letras y la parte masculina es como la más musical. El tópico del músico y la cantante. Algo que nunca ha funcionado con nosotros porque ya te digo que los dos hacemos de todo. Es cierto también que la cosa está cambiando para bien más rápidamente y que esas diferenciaciones e ideas preconcebidas cada vez nos las encontramos menos. En especial en el mundo de la música.
Eva: yo creo que para que se rompan todas las fronteras la prensa tiene una labor muy importante. Muchas veces se rompen muchos estereotipos a través de los análisis que se hacen de los conciertos, de los artistas o de los propios discos. Evitar hablar solo de la ropa que lleva la tía sobre el escenario y cosas que recientemente he visto como lo que decía Juan de “la cantante” y “el compositor” de no sé cuantito. Cuando, en realidad, los dos han creado en conjunto la canción.
Bueno y toda esta energía positiva que rodea el concepto del álbum se podría enlazar también con la cromoterapia.
Eva: Pues vaya, no lo había pensado así, pero podría ser claro. Cuando estábamos terminando de componer las canciones y todavía no habíamos empezado la parte más de sonoridades. Muy al inicio de ese proceso, me acuerdo que hablábamos de la portada del disco con nuestros amigos y yo siempre decía que me imaginaba una portada con muchos colores. No paramos de darle vueltas a ese asunto y al final llegamos a la conclusión de que el color estaba tan presente en esa sensación ya de composición desde la raíz que es que era un “salto al color”. Además, yo puse en Google “salto al color” a ver si había alguien que ya tuviera un disco que se titulara así o un libro, algo. Y la verdad es que no me salió nada, pero una de las cosas que me salió fue la ilustración de la portada y desde ahí decidimos contactar con el diseñador y pedirle si podíamos usar su diseño.
Por último, desde el último álbum vuestros directos volvieron a ser a lo grande. ¿Qué idea tenéis para los de este disco?
Eva: Venimos de la anterior gira, de “Nocturnal”, que el diseño de escenario era de los más bonitos que habíamos tenido. Era una pasada, lo disfrutamos muchísimo y la gente salía encantada de ver aquella luna y universo que habíamos creado. Así que tenemos un reto, tenemos que hacer algo que esté a la altura de aquello por un lado y, por el otro, generar esa sensación cromática y geométrica de este disco. Nuestra idea es transmitir sensaciones no solo a través de las canciones sino también a través de lo visual, del propio espectáculo.
AGENDA
Fecha | Ciudad | Recinto | Hora | Precio |
---|---|---|---|---|
sábado 26/10/19 | Alicante | Plaza de Toros de Alicante | 19:30 | Desde 26€ |
sábado 02/11/19 | A Coruña | Coliseum / A Coruña | 20:30 | Desde 25€ |
sábado 23/11/19 | Barakaldo (Bizkaia) | BEC Bizkaia Arena | 21:00 | Desde 33€ |
sábado 30/11/19 | Barcelona | Sant Jordi Club | 21:00 | 35€ |
jueves 05/12/19 | Murcia | Palacio de los Deportes de Murcia | 20:00 | Desde 26€ |
sábado 21/12/19 | Málaga | Málaga Auditorium Club | 19:30 | Desde 29€ |
Saturday 07/09/19 | Madrid | Festival: DCODE |
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