Alu estará actuando en Bilbao (23 junio, Afrobrunch), Barcelona (7 julio, Oyofe Fest), Málaga (17 agosto, Emage Fest), Benicàssim (21 agosto, Rototom) y Madrid (15 septiembre, Afrobrunch).
Tal y como el propio Alu lo describe: “Simplemente es una esencia, una vibra, una sintonía”. Una sintonía que Alu ha vivido desde pequeño en su ciudad, Bata. Rodeado de música no solo por la cultura, sino también por vivir al lado de un Centro Cultural Español en el que se organizaban eventos y talleres a diario, la música siempre ha estado presente en su forma de vida y en su forma de ser. Su inspiración principal es el Afro, no por decisión, sino por naturaleza.“Ha sido algo más cultural que premeditado, por la cultura y el entorno en los que he crecido”.
"En mi entorno siempre había un bar con música a tope, o había un bautizo, o una boda, y todo el mundo iba para allá”
El joven cantante recuerda salir a la calle y que no faltara la música. “En mi entorno siempre había un bar con música a tope, o había un bautizo, o una boda, y todo el mundo iba para allá”. Tal y como él lo ha vivido siempre, la música ha constituido una herramienta para transmitir un mensaje, una emoción, o un baile. “Cada estilo de música está relacionado con un estilo de vida y, al final, es entender ese estilo de vida para poder expresarlo”. El Afro empieza desde la comida, y está en las expresiones, en los colores y en el baile. El Afro lo envuelve todo.
A pesar de estar centrado en su carrera en solitario, Alu se adentró en la industria a través del baile. La historia se remonta al 2012, año en el que la compañía de los hermanos mayores del productor español Bexnil acudieron a Guinea para dar un workshop en el Centro Cultural que Alu frecuentaba junto a su hermana Afri K. Atraídos por el talento de los dos pequeños hermanos guineanos, quisieron traerlos a la capital. Sin embargo, Alu y Afri K no aterrizarían en Barcelona hasta 2013. Ahí, a raíz de un evento, se reencontraron y se apuntaron a la escuela de baile de los hermanos del productor. El resto es historia. De esa escuela nació la Cutemobb: “Leïti, Sam, Safu, Ugo Boulard… Todos nacemos un poco del baile”, recuerda.
El baile es un pilar clave en la música de Alu. “No lo medito, pero sí que hago música que se pueda bailar”, detalla. “El baile es otro lenguaje para mí, es puro movimiento que puede expresar mucho”. La Cutemobb se origina a través del baile, pero cada uno de sus integrantes ha investigado su propio arte y tomado su propio camino. Desde el baile hasta la moda, pasando por la producción de música, los audiovisuales y el canto. “Hemos creado un movimiento intentando no depender de la industria”. Una nueva propuesta que representa a la generación que está llegando. Una generación diversa, pero que, en esa diversidad, se une y se apoya. “Al final, Cutemobb no es un grupo. Yo soy Alu. Es una familia, han pasado más de diez años y seguimos juntos y cada uno está muy seguro de sí mismo y tiene claro lo que quiere”.
Aunque en 2024 ha publicado temas como “CHOP”, Alu despidió el 2023 con “Joga Bonito”, una apuesta nueva en la que los sonidos de influencia Afro que caracterizan al joven, se mezclan con un toque de funk brasileño. “’Joga Bonito’ fue un paso hacia el objetivo de seguir moldeando mi sonido y seguir añadiéndole toques de personalidad”, razona. “Quizás no esté tan vinculado a Brasil, pero son sonidos y ritmos tropicales”. Trabajando junto a su productor de confianza, el cantante y bailarín no busca definir su música. Influencias del afrobeat y subgéneros africanos como amapiano, kuduro, kizomba, entre otros, son algunos de los primeros que le vienen a la cabeza.
Sin embargo, hace música por sentimiento y para que llegue a un público amplio: “Quiero ir a Guinea y que mi música la pueda bailar un niño, y una abuela”. Sus colaboraciones se guían por el mismo criterio: por sensaciones y por personas que van apareciendo en su camino. “No me tengo que preocupar por el siguiente paso, se trata de seguir fluyendo sin forzar nada”.
“Quiero ir a Guinea y que mi música la pueda bailar un niño, y una abuela”
Y es que el joven de veintiún años no duda de su particularidad. “Si no tuviese esa conexión a Guinea, me costaría hacer este tipo de música”, prosigue. “Ser una mezcla hace que desencadene en otra vibe”. El resultado es un sonido al que no estamos acostumbrados y que se traduce a mucho más que solo música. Comparando la vida barcelonesa con la guineana, lo tiene claro. “Ha sido lo mejor que me ha pasado en cuanto a creatividad y libertad”.
A pesar del gran momento que está viviendo ahora mismo, Alu es consciente de que ha tenido mucha suerte. “Como bailamos y cantamos mi hermana y yo, así mil niños más en Guinea”, agradece. “Por eso hago música, por el proceso de crear y para compartirlo con la gente con la que empecé”. La música de Alu es Afro, es Barcelona, es Bata, es esencia, es nuevo y es fuerte.
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