“No hay que huir del fascismo, hay que plantarle cara”
EntrevistasAllison Russell

“No hay que huir del fascismo, hay que plantarle cara”

Sergio Ariza — 12-09-2023
Fotografía — Dana Tripper

Me reúno con Allison Russell al día siguiente de su concierto en las Noches del Botánico junto a Quique González, su primer concierto en Madrid como artista principal. Aprovechando el evento, hablamos sobre su nuevo disco que va a aparecer en septiembre, “The Returner”, su segundo disco bajo su propio nombre tras el exitoso, “Outside Child”.

Russell ha superado una infancia traumática, en la que su padre adoptivo abusó durante años de ella, y se ha convertido en una de las grandes voces de la escena de Nashville, mezclando folk, soul o funk, con unas letras combativas para una persona que ha sabido sobreponerse a algo terrible y sigue luchando por todo lo que le parece injusto. Se muestra abierta y simpática y se puede traslucir toda su pasión por la música cuando habla de algunas de sus influencias como Roberta Flack, Joni Mitchell o Prince.

Primero te quería preguntar por el concierto de las Noches del Botánico, estuve en él y estuviste fantástica
Muchas Gracias, que sitio más increíble, me encantó

¿Era tu primera vez en España?
Sí, bueno, realmente no, fue la primera vez con mi propio proyecto, pero hace años colaboré con el cantante irlandés Andy White y le acompañé en 2005 haciendo coros aquí, pero no era mi concierto

¿Qué te pareció el público?
Fue genial, tan cariñoso e inspirador, pasamos una noche maravillosa que disfrutamos mucho.

¿Conocías la música de Quique González?
No, pero me quedé a su concierto, sabía todo lo que se le quiere aquí, y fue tan bonito ver que todo el mundo se sabía cada palabra de cada canción, es muy bueno, me encantó.

“Nunca vamos a vivir en una utopía, pero hay que seguir luchando contra la opresión, el cambio climático, el fascismo…”

He de decir que “Springtime” es mi canción favorita del nuevo disco, además es la primera canción del mismo y con la que abriste el concierto, lo primero que haces es despedirte del túnel de tu pasado, ¿se puede decir adiós a un trauma como por el que pasaste en tu infancia?
No totalmente, es algo a lo que se aspira, cada día intentas seguir la alegría y la bondad, pero un trauma así no creo que se supere nunca completamente, o que se olvide, pero se puede dejar atrás, es como si le pones una cadena a un árbol, el árbol va a seguir creciendo y haciéndose más poderoso a pesar de la cadena, aunque esta siempre va a estar ahí.

Desde luego parece que lo has conseguido, “The Returner” es un disco más gozoso y alegre que “Outside Child”, dejando un poco de lado el folk y metiendo temas más bailables y funk, incluso “Stay Right Here” me parece que tiene un toque disco, ¿cuáles han sido tus influencias a la hora de hacer este disco?
He estado escuchando muchísimo a Roberta Flack, he estado obsesionada con “Quiet Fire”, ese disco es tan bonito y maravilloso, así que esa ha sido una clara influencia en el sonido en este disco. Aunque también he de decir que escucho cosas muy amplias, ya sabes de Bach a Missy Elliott, tengo un gusto muy amplio, pero, definitivamente, en este disco estaba escuchando mucho a Roberta Flack, a Marvin Gaye, sobre todo “What’s Going On”.

Se nota que es un disco más soul que el primero
Sí, creo que también es un disco muy de comunidad, de todas las mujeres que me han ayudado, las he escrito con mi pareja, JT Nero, pero para darlas vida ha sido junto a un grupo de mujeres, creo que éramos 16 mujeres en el estudio, las partes de cuerdas que escribieron, las Sista Strings (las hermanas Monique and Chauntee Ross) añadieron tanto al disco. Yo lo que hice fue un poco como un productor, llenar la habitación con artistas que me inspiran.

Tiene pinta de que fue un disco muy divertido de hacer, en tu anterior disco acababas con una canción preciosa llamada “Joyful Motherfuckers” en la que te preguntabas que dónde estaban los Joyful Motherfuckers y ahora suenas como uno de ellos, ¿era ese el objetivo de este disco? ¿Demostrar que se puede disfrutar de la vida a pesar de pasar por una experiencia tan traumática?
Fue una experiencia fantástica y divertida, lo grabamos todo en seis días. Es como si le estuviéramos robando la alegría de los dientes de las turbulencias que vivimos. Nunca vamos a vivir en una utopía, podemos reducir el daño, podemos llevar algo de alegría a nuestra comunidad, pero hay que seguir luchando contra la opresión, contra el cambio climático… Contra el fascismo, contra cualquier injusticia… Por eso es tan importante pasarlo bien y tener alegría, porque ellos quieren que estemos asustadas y sin esperanza, pero siempre hay esperanza.

No te olvidas de tus raíces folk y una de las mejores canciones es ‘Eve was black’, donde vuelve el banjo y tiene otra letra combativa, “de vuelta a los días en los que esclavizaste a tus parientes” y es que, a nivel personal puede que hayas alcanzado un momento maravilloso, pero las cosas en tu país de adopción, EEUU, y el resto del mundo tampoco están para tirar cohetes. Tengo entendido que vives en Nashville, Tennesse, donde acaban de pasar una ley anti drag, por no hablar de la derogación de Roe contra Wade y los pasos atrás dados en el tema del aborto, ¿cómo vives esto desde dentro? ¿no te entran ganas, a veces, de volver a Canadá?
Es interesante que me preguntes eso, desde luego hay momentos, sobre todo como madre, que son muy duros. Pero mi hija va al colegio en Nashville en Tennessee y todas sus relaciones son de allí y yo tengo que enseñarla que se puede luchar por todo, no hay que huir del fascismo, hay que plantarle cara. Date cuenta que yo todavía sería una persona esclavizada si todo el mundo huyera del fascismo…

Pero tiene que ser duro vivir eso desde allí…
Es muy duro, pero sigo teniendo esperanzas porque esas leyes no representan a la gente, son años de opresión y de leyes hechas para poder acorralarnos y dar más poder a los nacionalistas y supremacistas blancos. Es algo tan alucinante como que sigan llevando a los niños a la plantación de Andrew Jackson, donde a mi gente la violaban y torturaban… Pero también está el Tennesse de John Lewis y de los Fisk Jubilee Singers, que incluso viajaron por Europa a finales del XIX, cantando lo que se conocía como 'espirituales negros' , cantaron delante de la Reina Victoria que se emocionó tanto con su música que dijo que de la ciudad de la que fueran debía ser “una ciudad de música” y por eso se conoce así a Nashville, y esa es una historia que mucha gente de Tennessee desconoce, hay un blanqueamiento deliberado de la historia, es racismo…

“Todos conseguimos sobreponernos a las dificultades de la vida”

Es como con el banjo, que la gente solo lo identifica con los blancos cuando es un instrumento que comenzaron a tocar los afroamericanos…
Sí, eso es. El banjo es un instrumento africano, y ahora, por fin, ya se admite.

La canción titular es otro de los grandes momentos del disco, es quizás el mayor nexo con el anterior disco, a medias entre el soul y el folk, pero lo que me gustaría preguntarte es ¿qué es para ti una ‘returner’?
Tiene tantas capas de significado, la primera vez que lo utilicé, fue cuando conseguí formar parte de la ‘Joni Jam’ en Newport (la actuación con la que Joni Mitchell volvió a subirse a un escenario después de su aneurisma). Brandi Carlile me invitó, iba a ser una gran sorpresa. No hace falta que diga que ella es una de las compositoras más importantes de mi carrera, mi madre estaba siempre escuchando a Joni Mitchell cuando yo estaba en su barriga y era niña. Algunos de mis primeros recuerdos musicales son ver a mi madre en el piano tocando mientras sonaba el disco “Ladies Of The Canyon”. Tuvimos una relación complicada, mi madre era una niña cuando me tuvo, solo tenía 17 años, no tuvo el apoyo que necesitaba, nuestra situación se complicó mucho y he escrito bastante sobre ello, pero tengo ese recuerdo infantil de esconderme debajo del piano y escucharla tocar con el disco entero de “Ladies Of The Canyon”, y eso se me ha quedado totalmente grabado. Sentía que ella era incapaz de expresar su amor pero yo lo podía sentir cuando tocaba a Joni Mitchell, así que Joni Mitchell es realmente importante para mí, bueno y para todo el mundo, pero es que mi madre es de Saskatoon, el mismo pueblo de Joni, y yo fui la única canadiense, aparte de ella, que formó parte de aquella primera ‘Joni Jam’, incluso llegué a escribir un poema sobre todo ello y en el poema me refiero a Joni como nuestra “lady returner”, ella ha regresado de la muerte tres veces y la última, tras el aneurisma que la dejó en coma, nadie pensó que fuera a hablar o andar otra vez…

Y mucho menos tocar la guitarra o cantar
Eso, y mírala ahora, hicimos su primer concierto y hace una semana (el 10 de junio) nos volvimos a subir al escenario con ella.

Lo he visto, te llama “la clarinetista más guapa del mundo”
(Se ríe) ¡No me lo podía creer cuando lo dijo! Sentada entre Annie Lennox y Sarah McLachlan, tenía que pellizcarme como para darme cuenta que no era un precioso sueño. Pero creo que también es la idea de que todos conseguimos sobreponernos a las dificultades de la vida. Todos pasamos por cosas que pensamos que nos van a romper, pero no lo hacen. También está el significado más obvio, que es mi segundo disco y estoy regresando (risas) pero creo que la idea principal es la anterior, creo que todos somos ‘returners’.

Te iba preguntar por cómo fue la experiencia de tocar con Joni Mitchell en directo, creo que estuvisteis ensayando en su propia casa, ¿no?
Oh, fue increíble, su casa es tan bonita como ella, llena de sus pinturas, es una pintora extraordinaria, solo hay que ver la portada de “Clouds” y sus autorretratos. Es uno de esos genios que cualquier cosa que hace lo hace bien.

¿Y cómo terminaste tocando en la versión de “Young At Heart”?
(Expresión de incredulidad) Ella lo pidió, a Joni le encantan los vientos, así que se levantó y me dijo tú toca el clarinete aquí. Así que cuando Joni Mitchell te pide algo lo tienes que hacer.

Otra de la cosa que más me ha llamado la atención es que entre las grandes músicas que te acompañan en el disco está las grandes Wendy & Lisa, que estuvieron en The Revolution junto a Prince, del que no puedo ser más fan, ¿cómo se terminó fraguando esa colaboración?
Pues tocaron también en la ‘Joni Jam’, pero fue a través de nuestro amigo común Joe Henry, yo también soy muy fan de Prince, pero también de su trabajo como Wendy & Lisa, así que quería que tocasen en mi disco pero me parecía imposible porque están llenas de trabajo, hacen bandas sonoras, son madres, tocan mucho, pero Joni me dijo te voy a presentar a Lisa. Así que le pasé las demos y a ella le gustaron mucho y me dijo, creo que a Wendy también le va a gustar esto, y yo no me lo podía creer. Las dos vinieron y acabaron tocando en todo el disco, y se convirtieron en familia, ahora mismo es como si fueran mis hermanas mayores, estoy muy agradecida.

“Es importante hablar de cosas incómodas, sino estamos condenados a repetir ciclos”

Por cierto “All Without Within” es una canción muy Prince, ¿le consideras una influencia?
Totalmente, y muy bien visto porque esa canción es un homenaje a Prince. Además Wendy & Lisa no querían cantar en el disco, solo querían tocar, pero al final las rogamos que hicieran esa parte en la canción (se pone a cantarla) y todos nos pusimos a gritar porque era ese sonido de The Revolution…

Ah, y por cierto, ¿te contaron Wendy & Lisa alguna anécdota sobre él como la que contaron en la ‘Joni Jam’?
Sí, me moría de risa, pensando en Prince cantándole a Joni “A Case Of You” y ella respondiendo “Oh, esa es una gran canción” y Prince resignado “Es tu canción, Joni”. A Brandi le parecía tan típico de Joni.

Tampoco puedo pasar por alto el final con ‘Requiem’, una canción que cantas en armonía con Brandi Carlile, Brandy Clark, y Hozier, ¿tenías ya claro al componerla que la querías cantar con más voces?
Sí y además el coro. Tenía claro que quería terminar el disco con una nota comunal, es un sentimiento comunal.

¿Por qué te decidiste por ellos?
Porque fueron los que aceptaron (risas) Yo quería todavía más voces, se lo pedí a Marcus, a Yola… Pero no todo el mundo estaba disponible. Pero fui muy afortunado con esos tres, además Brandi y Hozier, no solo hacemos música juntos sino mucho activismo. Me encanta eso también, que a pesar de su popularidad, tengan tiempo para eso

Me gustaría también preguntarte por tu anterior trabajo, “Outside Child”, en el que lidiaste con el infierno que supuso tu infancia con un padre adoptivo que abusaba de ti, en canciones como “4th day prayer”, ¿supuso una especie de terapia curativa poder cantar sobre unos hechos tan terribles?
Sí, desde luego, creo que es importante hablar de cosas incómodas, sino estamos condenados a repetir ciclos. Y es un asunto muy endémico que afecta a todo el mundo. Hay que hablar de ello para poder cambiar esas horribles estadísticas.

El disco supuso tu descubrimiento por un público más amplio, hasta Obama terminó metiendo “Nightflyer” en su lista de canciones del año, y te dio mucha más visibilidad, ¿has sentido más presión a la hora de hacer este disco?
No tanto, realmente ya tenía en mente este disco, nada más acabar aquel. Creo que es importante no abordar el proceso creativo desde un punto de vista autoconsciente o pensando en lo que otros van a pensar de él, porque eso es la muerte del arte. Por supuesto una vez hecho y compartido va a significar cosas diferentes para gente diferente y esa es la belleza y la alquimia del arte, puede significar una cosa para el que lo crea y otra bien diferente para el que lo escucha y eso es lo que me encanta.
Es importante no caer en eso, y cuando está hecho es como tu bebé y a ti te encanta pero no todos van a decir mira que bebé tan bonito, y así es como es.

También he escuchado que estás escribiendo unas memorias, como compositora de canciones estás habituada a escribir pero esto es una cosa totalmente distinta, ¿cuáles son las principales diferencias y que es lo que más te está gustando? Por cierto, lo estás disfrutando, lo de escribir, lo digo porque hace poco entrevisté a Lucinda Williams y me dijo que no le había gustado nada la experiencia…
Es muy diferente, escribir una canción es como un sprint y lo de las memorias es como una ultra maratón. Y entiendo lo que dice Lucinda, a la que adoro, por cierto, porque también es muy doloroso y difícil.

 

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