“¿Qué sentido tendría encasillarme en un solo sonido?”

Etiquetada como una de las promesas actuales de la música española, Alba Morena fichó por Universal hace unos meses y ha sido elegida como una de las apuestas de VEVO para 2024.

Formada en jazz y flamenco, Morena empezó su carrera en el confinamiento con “Las Dos Edades” (Autoeditado, 21) y siguió con producciones tan ambiciosas como el tema “Nadie”, producido a seis manos con Marcel Bagès y David Soler.

Con su nuevo EP, “Yo Te Quiero Pero” (Universal, 24), la artista trasciende mucho más allá de sus anteriores creaciones, experimentando y jugando con sonidos tan diversos como la electrónica, el pop y la bachata. Con ellos, trata temas como el complicado equilibrio entre sentimientos y salud mental con la rueda capitalista de la productividad, o relaciones que quizás duraron más por la idealización del amor que por el enamoramiento verdadero. La artista nos cuenta los entresijos de la creación de este EP y nos anticipa detalles de su próximo disco.

¿Cómo parte la idea de “Yo Te Quiero Pero”?
Surgió de manera muy genuina e improvisada. Acabé mi primer álbum y estuve dando vueltas con él. Quería sacar nuevas cosas, pero de repente me encontré con muchas canciones, así que quise escoger cinco perlitas como recuerdo de todos estos años de creación.

"No solo estoy creando y gestionando mi propia música, sino que también soy productora de mucha gente"

Eres mucho más natural con tus letras que muchas otras artistas directas. ¿Cómo las trabajas?
Las trabajo lo justo para encontrar lo que quiero decir. A veces, hay que revisarlas más o menos, y ahí quedan. Me surgen así.

En los últimos meses, hemos visto cómo has estado creciendo no solo como artista sino a nivel mediático, como ser apuesta de VEVO para 2024.
Estas cosas pasan porque son un reconocimiento de nuestro trabajo. A lo que me dedico es a hacer música, no a ser influencer. Yo hago música con la que me siento identificada. Me siento muy agradecida con este reconocimiento.

Recientemente, te embarcaste en una gran aventura fichando por Universal. ¿Cómo se ve el proyecto desde la perspectiva de un gran sello?
¡Es muy interesante! Estoy agradecida de la oportunidad y de que estén apostando fuerte por mí y por música con tintes más alternativos y menos mainstream. Me siento muy bien acompañada en esta aventura.

En este EP das un salto increíble en tu composición, tanto en la voz como en las melodías. ¿Qué es lo que te ha motivado a experimentar con nuevos sonidos?
Es la única manera que tengo de hacer música. Después de experimentar mucho, mi elección ha sido la producción y crear mi propia música, y eso me ha llevado a un reto de muchos años. La Alba de diecinueve años no es la misma que la de veinticuatro. Estos temas los hice con veintiuno. ¿Qué sentido tendría encasillarme en un solo sonido si yo también voy cambiando personalmente y mi música va cambiando con ello? Siento también que lo que estoy componiendo ya es un paso más maduro en mi música.

No solo juegas con la electrónica, sino también introduces la bachata. ¿Qué te removía a apostar por estos sonidos?
Estoy probando muchas cosas en este momento. He estudiado una carrera en la que siempre he escuchado diferentes estilos. La música está para jugar un poco. Sobre el sintetizador, me encontraba en una época en que renegaba un poco de los instrumentos más orgánicos. Ahora empiezo a trabajar un poco con alguna cosa más acústica. Me flipan ese tipo de sonidos. Respecto a mi primer trabajo, he madurado cantando y lo he pensado más.

"Sigo tirando de genuinidad, pero es la primera vez que me planto a profundizar en mis temas"

En este trabajo, hablas de temas como el equilibrio entre sentimientos y esta rueda de la vida voraz en que debemos ser productivos. ¿Cómo afecta esto a tu música?
Negativamente. Hay momentos que tengo muchísimo trabajo mental y emocional porque no solo estoy creando y gestionando mi propia música, sino que también soy productora de mucha gente. Hoy he pensado: ¿cuándo tengo yo tiempo de parar un ratito, tirarme en el sofá y ver algo o llamar a mi madre? Vivimos en un mundo que no para y encima con las redes sociales, si no cuelgas algo parece que no existe.

En ese sentido, ¿sientes que tienes que postear mucho en redes sociales?
Pensaba que lo llevaría peor porque siempre me ha costado crear contenido. Lo llevo bien y ahora tengo gente que me ayuda. Pero es demandante y me pillo breaks, como el fin de semana. Instagram es como un currículum: siento que debes estar enseñando constantemente que estás haciendo cosas. También tenemos que desconectar.

¿De qué manera querías tratar las rupturas en “Otra vez”?
Viene de una ruptura personal. Me dejó un chico y sufrí mucho. Pensé que realmente tampoco tenía claro si le quería o no. Fue como un desamor, pero en realidad me preguntaba si había sido mi ilusión otra vez. A veces, estamos con alguien porque nos enamoramos de la idea del amor. Tenemos ganas de construir eso, pero esa persona viene cuando viene, no es con cualquiera.

Además, le dedicas una canción a tu hermano.
Tenía en mente “Me cuesta tanto olvidarte” de Mecano, una joyita íntima muy bonita. Fue un pequeño homenaje íntimo porque me apetecía mucho hacerle una canción a uno de mis hermanos.

¿Cómo se verá reflejada esta evolución musical en tu futuro álbum?
Sigo tirando de genuinidad, pero es la primera vez que me planto a profundizar en mis temas, salgo del minimalismo y pruebo otras cosas. Será un disco más madurado. Por eso estoy tardando más en hacerlo. Está hecho a fuego lento y también bebe de muchos estilos, como el bolero, el flamenco o el pop basado en The Beatles o Supertramp.

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