Ala.ni da un paso adelante y huye de etiquetas en "Acca", un trabajo en el que tanto caben las referencias a Broadway ("Hide"), como algo de reggae y sonido de brass band ("Sha La La") e incluso un sonido más ambiental y un tono más oscuro ("Wales"). “Siempre compongo a capela, mis piezas nacen así. En este caso, y hasta completar el álbum, reconozco que no había nada premeditado. Hay un buen equilibrio entre canciones, presté mucha atención al orden de las mismas para no distorsionar nada. Es muy sensual y, sobre todo, se trata de composiciones que se pueden trasladar perfectamente al directo. Para mí, eso es lo más importante”.
“El paso decisivo y definitivo para un músico es pararse a escuchar lo que hace".
Desde un principio se la asoció al jazz, algo que ella negó, aunque con matices. “El paso decisivo y definitivo para un músico es pararse a escuchar lo que hace. Tengo una responsabilidad y ante todo expreso lo que he aprendido. ¿Jazz? No, no es jazz. Pero sí que hay una pautas que corresponden al género como la sensibilidad, la libertad, la improvisación... Por ejemplo a Joni Mitchell la podríamos colocar ahí cuando hace clásicos. A mí, ante todo me gusta tener el control y que todo lo que hago sea muy descriptivo. Un ejemplo podría ser el que le doy mucha importancia a los micrófonos, que juegan un papel esencial”. Lo que es evidente es que, por lo que a música respecta, Ala.ni no se cierra a nada. “Ahora escucho mucha música brasileña. Es un descubrimiento. Me relaja y al mismo tiempo es un sonido muy caliente. Necesito conocer más, aunque si quieres que te diga la verdad lo más apasionante lo viví el pasado verano en Nueva York. Una vez al año Bobby McFerrin reúne a gente de todo el mundo y les hace participar en su propio concierto. Yo estuve ahí y te aseguro que es alucinante”. Y ya que hablamos de otros artistas, cabe destacar la participación de Iggy Pop, que aporta su sello particular en la canción “Le Diplomate”. “Iggy Pop es fan mío. Lo dijo en un programa de radio y yo pensé: ‘¡Oh, dios mío, ese hombre ama lo que hago!’. Él hizo un disco en francés con una voz muy profunda, así que me pareció perfecto para lo que yo tenía en mente para esa canción. Entonces sentí la necesidad de estar cerca y le vi en directo por primera vez. Me impresionó mucho verle en acción. Es una fuerza de la naturaleza. Cuando llegó el momento, le envié el material y me fui a su estudio de Miami a grabar. ¿Dónde tengo que firmar para estar como él a los setenta y dos años”.
Cambiando de tercio, Ala.ni interpretó la banda sonora de "La librería" de Isabel Coixet. Un honor, otra oportunidad para demostrar su talento. “Estoy muy agradecida por formar parte de una película. Al cine voy pero a sesiones raras, o a primera hora o a última, no tolero mucho a la gente cuando voy a una sala de cine. Sobre todo, a los que comen. Y mira que me encanta cocinar. Cuando vengas a París te invito a casa. Por cierto, en España probé las tortas de aceite Inés Rosalés, ¡me encantan!”.
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